- Mira Puri, ¡se acabó el ser unas moñas dando moralina a troche y moche tía, que el respetable está hasta el higo de tanta concienciación! y no somos ni sus madres, ni sus padres o similar; ¡a la mierda! ¡cada uno que se mentalice viendo documentales o mirando la tele si son capaces de levantar la vista del móvil! Putos zombis que te atropellan por la calle y ni se enteran; además, van a pensar que somos tristes, setas y reprimidas, y de eso nada monada.
- Pues vas a tener razón Vani, aunque con la cantidad de retos a los que nos enfrentamos este 2023, no se yo si vamos a poder dejar la lengua quieta sin sacarla a bureo, y no hay tantos enganchados al aparato las 24 horas, no te pases, a ver si además de tristes nos llaman también bordes y antipáticas.
- A eso se arriesga el que se expone criatura; haberte quedado guardadita como has hecho hasta ahora sin dar que hablar como buena Ávila´s cooperator, que me he enterado que así te llamaban The Golden Girls, ese grupo de seis tías, antológico y maravilloso al que sigues perteneciendo.
- ¡A mucha honra Vani! ¡Las mejores colegas que tuvo el Charlie de turno! todas querían ser Blanche Devereaux o Sophia Petrillo; la ligera y la que sentenciaba. Nos partíamos el culo por cualquier cosa y nos envidiaban las excluidas, pero tía, se es o no se es y el grupo nos eligió a nosotras, no nosotras al grupo. Estar en el sitio adecuado en el momento oportuno, he ahí la cuestión. Y dura, aunque la vida nos haya llevado por derroteros distintos. ¡Siempre nos quedará Sevilla!
- Y las cenas que os habéis marcado en sitios de moda, irredentas derrochonas, que la única pelá, un suponer, eras tú.
- Y que lo digas Vani, pero daba el pego, como ahora. The Mancha´s Charity, The Ventas tank, The princess of Bordania, The quality of Jaen y La nièce la plus chére… manejando idiomas y que me perdonen si la memoria me falla, pero era así o algo parecido eran nuestros nombres de guerra. Jóvenes representando a mayores y ahora mayores queriendo ser jóvenes. ¡Las vueltas que da la vida, mis queridas amigas! En aquellos tiempos nos lo creíamos todo, teníamos por delante una vida a medio descubrir y disfrutar, muchos proyectos e ilusiones, sueños… unos se han quedado por el camino y otros se han cumplido. ¿Por qué las recuerdo ahora y me vence la melancolía? Seguramente porque las echo de menos, aunque sé que están muy cerca…
- Mira tía, que la remembranza siempre nos acaba poniendo tiernas. El tiempo pasa para todo el mundo y a estas alturas de la vida, ya hemos restañado varias veces esa vasija que tenemos por corazón. Todas tenemos grietas por las que sale el dolor, o como diría el maestro Leonard Cohen “Haz sonar las campanas que aún pueden sonar, y olvida tu ofrenda perfecta; hay una grieta -una grieta- en todas las cosas. Así es como entra la luz…”. ¿Te das cuenta de cómo cambia la película? ¿Sale el dolor o entra la luz? El futuro es hoy, nunca llega el mañana; siempre es hoy y es mejor hablar de la esperanza, de lo que nos queda por escribir, disfrutar y sentir que anclarte en el aprendizaje que supone cada situación dolorosa. ¡A la mierda la pesadumbre y fuerza ante la adversidad! El camino es tan bonito e importante como la meta y muchas veces no somos capaces de disfrutarlo porque solo queremos llegar a toda costa, como sea.
- Cien por cien Vani, y hablando de vasijas rotas, me viene a la memoria algo que me descubrió otra buena amiga, Rosa.
- Puri, ya estás con la vena trascendental a la menor que te dejo…
- Pienso en mis amigas y en las veces que, a lo largo de estos años, alguien les habrá roto el corazón y vuelvo a escuchar otra vez la voz del japonés Sean Buranahiran que dice que en su país, cuando una taza -o un jarrón- se ha roto lo reparan llenando de oro las grietas para crear un revestimiento hermoso; es la manera de enfatizan la belleza de lo que alguna vez fue y ahora está dañado, porque cuando algo ha sufrido daño y tiene una historia, lo hace más bello… Afirma que esto mismo ocurre con los seres humanos, porque, todo lo que has pasado y todo lo que estás pasando ahora no hace tu vida más fea aunque nosotros creamos lo contrario si atravesamos momentos duros. La enseñanza es que todos, aún rotos, tenemos reparación y podemos elegir pintar nuestras batallas con oro y hacerlo hermoso; podemos levantarnos y aprender de lo que ha sucedido y convertirnos en una mejor persona debido a la adversidad que hemos atravesado. Se trata de llevar las cicatrices con orgullo, como si dijeras, ¡mira lo que he pasado! Me ha convertido en la persona que soy ahora y puedo superar todo lo que la vida me ponga por delante. Nadie ha tenido una vida perfecta y nadie nunca la tendrá, solo depende de nosotros si elegimos pintar de oro nuestras piezas rotas y hacerlas hermosas.
- Pero alguien tendrá la culpa de las cosas feas que nos ocurren, digo yo.
- Buranahiran dice que todo lo que nos pasa es por algo, que hay una razón, y solo nos será útil si dejamos de quejarnos, si aceptamos lo que nos ha ocurrido. Lo maravilloso está en la elección que hacemos ante la adversidad: si pintamos las grietas de nuestras piezas rotas con oro, algo que era doloroso y terrible, podemos convertirlo en hermoso e inspirador.
- Concluyendo Puri, que lo de anclarse en el pasado no mola porque quedas atrapado reviviendo un pasado que pasó y que seguramente idealizas en tu mente. Las Chicas de Oro eran maravillosas antes y se han convertido en una nueva versión de sí mismas más estupenda aún.
- Vani, o eres lista y adivina o tú también has visto el vídeo, jeta. Has llegado a la moraleja con clarividencia y sin atajos: cada nivel siguiente de tu vida demandará una nueva versión de ti y a veces se necesita estar roto para convertirte en esa nueva versión de ti mismo.
- Puri, ¿tú crees que nosotras hemos llegado ya a la mejor versión de nosotras mismas o todavía estamos en evolución? Porque yo no quiero que me jodan para seguir aprendiendo, un suponer.
- Ay Vani, que esto solo se acaba cuando nos dan con el punto final y a nosotras nos queda cuerda para rato, y hasta ese momento seguiremos aprendiendo a base de…
- ¡Tengo un novio de Bilbao que jode de lao!
- ¡Vani! ¡qué he dicho que no somos poligoneras!
- Tía, era solo un desahogo, bórralo y vamos a por unas birras, que me dejas siempre con un come come… Y por cierto, ¿cuándo has quedado con tus amigas?
- ¡Ahí me has dao Vani! ¡Ahí me has dao!