En Tiempos del Emperador Carlos… "La aventura comunera" domingo 27 de noviembre de 2022, 23:00h
“Desde las leyes, contra las leyes y redactando una constitución…” L. Silva “Yo no digo rebelión, digo revolución… ¡no fue una revuelta!... O. García
-Jo Vani, ¡todavía estoy flipando con las Jornadas Madrileñas de Novela Histórica! porque cuando una castellana vieja, como la menda, oye la palabra comuneros, pega la oreja porque se le ponen los dientes largos y entonces empieza a escuchar atentamente… ¡y es que hablan de su tierra!, aunque estén por medio 500 años de nada y se haya apagado, un suponer, el relumbrón e importancia que tuvo su terruño en aquella época. - Que no eres la única enterada tía, que Piluca también estuvo en la Biblioteca Regional de Madrid, el 24 de noviembre, donde tuvo lugar el COLOQUIO: LA AVENTURA COMUNERA, en la que participaron los escritores Olalla García (Pueblo sin rey) y Lorenzo Silva (Castellano). El moderador fue Javier Velasco Oliaga, director de Todoliteratura. ¡Gente puesta, preparada y de fácil comunicación! Es decir, que tenían un piquito de oro que daba gusto atender, y encima con chispa, que el Lorenzo parece de mi pueblo con esa retranca… y hasta el Oliaga estaba contento. Y amable y con clase, Olalla -sin desmerecer a los caballeros, no pienses mal-. - Pues yo me puse antes las pilas por si la memoria me fallaba y no recordaba bien las clases de Sor Jesusa cuando nos contaba que corría el año 1504 y acaba de morir la reina Isabel, con ella se perdía el equilibrio que mantenía el reino y se daba paso a una época de crisis y conflictos a la que contribuyeron las malas cosechas y las epidemias; el pueblo empezaba a pasar hambre porque las tierras dedicadas al cultivo se redujeron en favor de los intereses de la Mesta; los núcleos gremiales de Toledo y Valladolid son los primeros en protestar contra el monopolio ejercido por los burgaleses y piden la mediación del Estado. Todo esto es un caldo excelente de cultivo para que crezca el malestar social al fallecer la monarca. Será en 1518 cuando ese malestar eclosione, mientas Fernando El Católico gobernaba el reino en nombre de su hija Juana I de Castilla -la legítima heredera-, recluida en Tordesillas por incapacidad. El trono pasa a su nieto Carlos de Gante. - Dabuten maja, pero la Pilu me dijo que, mayormente, el que se merecía un guantazo a mano abierta fue Carlos. Asegura que el 19 de septiembre de 1517, el joven príncipe educado en Flandes, que desconocía el idioma castellano y no tenía ni idea de cómo eran sus gentes, llega a la tierra que había de gobernar con el nombre de Carlos I de España. Y no es que los castellanos seamos secos como se rumorea, es que necesitaban estabilidad y una continuidad de la que Castilla no disfrutaba desde la muerte de su abuela, Isabel la Católica. ¿Lo acogieron con escepticismo? Creo que el mocoso venido a más se merecía algo más contundente, como sucedió, naturalmente, porque sus decisiones fueron poco acertadas, por decir algo suave. El chorvo encima era de carácter soberbio y anteponía las autoridades flamencas -realizando nombramientos escandalosos como el de Guillermo de Croy, un joven de tan solo veinte años que pasó a ser arzobispo de Toledo- a las necesidades castellanas. Comerciantes voraces, banqueros… los puestos de poder van siendo ocupados poco a poco por extranjeros para que el aspirante a emperador (que lo fue, craso error) y las riquezas de Castilla acabaran comprando electores dudosos en el imperio, sufragando sus fiestas y derroches a través del aumento de impuestos. Castilla se convirtió en tierra de levas. Carlos I emprende un viaje, que duraría tres años, rumbo a Alemania desde A Coruña. En 1520, el pueblo quedó sin rey, como titula su libro Olalla García, y que dará pie al coloquio, repartiendo juego el moderador. “Siempre me ha atraído el tema de los comuneros, pero es muy complejo… intentan que haya autonomía en el gobierno de las diferentes ciudades castellanas y crean una especie de gobierno central como sustituto de las Cortes Castellanas”. “La parte intelectual y jurídica del movimiento comunero se gestó en Salamanca y la parte política surge en Toledo… Toledo es el principio y el final”. - Claro Vani, pero me enteré también de que cuando la movida habla de la rebelión comunera -ambos autores coinciden en llamarla revuelta- se centran casi solo en Villalar, el pueblo donde fueron decapitados y sus cabezas expuestas los capitanes más conocidos: Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Hacen hasta fiesta por todo lo alto el 23 de abril como defensa y orgullo de la identidad de una comunidad histórica. Dicen que la documentación que existe es extensísima, pero se obvia en muchas ocasiones el importante papel que jugó Castilla del sur. La intención de Olalla García al escribir Pueblo sin rey es reivindicar dicho papel, además de contar la historia desde la mirada de la gente más sencilla, la de las familias involucradas en la contienda que no ostentaban cargos importantes, sin olvidar personajes fundamentales como Padilla y su mujer María Pacheco entre otros. ¡Entérate tía, habla de la gente del pueblo, de cómo lo vivió y de sentimientos compartidos! - Pues Puri, a mí me pone Lorenzo Silva, que tiene mucho de Castellano, como precisamente titula su obra y, confiesa, que le atrae la complejidad del tema de los comuneros, primero vistos como apestados por oponerse a la historia de Carlos V (llama al angelito superstar por incuestionable, que ¡me parto la caja!) para ser reivindicados después de una marera un tanto acrítica y superficial. Con su novela intenta acercarse a esa realidad tan compleja y ver cuáles son sus ecos en el presente, la herencia, la semilla que dejaron no solo en Castilla, sino en España como conjunto. “He oído por ahí que los comuneros son los primeros liberales… incluso hay quién los reivindica como los primeros republicanos…” “Los comuneros eran monárquicos, muy monárquicos… pretendían una nueva constitución para el Reino de Castilla”.
“Muchas de las reivindicaciones que están en la base comunera reaparecen en otros movimientos que ya son nacionales”. - ¡Qué ganas de saber más Vani!, quedan muchas preguntas en el tintero y, mayormente, tendremos que resolverlas ¿Estaba Padilla resentido por no lograr el cargo que deseaba? ¿Conocemos los personajes que estaban del lado del Emperador? ¿Qué papel jugó la aislada Reina Juana al no firmar los documentos que le presentaron los comuneros para reponerla en el trono en contra de su propio hijo, conociendo que los borgoñones se habían apoderado de todos los cargos importantes de Castilla? ¿Cuáles fueron las ciudades que tuvieron un papel más activo en la lucha comunera? ¿Qué pasó en Madrid? Y, por cierto, ¿sabes quién era Juan Zapata? La muerte trae consigo un halo de grandeza para los ajusticiados, pero olvida a los que consiguieron huir a pesar de ser piezas claves en la contienda, ¿por eso ni siquiera tenemos una calle que honre su memoria en la capi? ¿para cuándo señor alcalde? - Puri, está claro que fue un coloquio magnífico y enriquecedor por la erudición de ambos ponentes, pero nos supo a poco a la concurrencia entregada a la causa comunera ¡queríamos más!… Hasta al docto moderador, señor Oliaga se le notaban las ganas de participar como un experto más, que también sabe un montón. Para la próxima colega. - Disfrutona te veo tía, y que se joroben los que no pudieron acudir a la cita, primero léanse Pueblo sin rey y Castellano; después, no queda más remedio que conformarse escuchando el coloquio completo… ¡Ahí lo dejo! - Cien por cien Puri… y no se pierdan el próximo 1 de diciembre el COLOQUIO: EL EMPERADOR Y EL HOMBRE, participa Víctor Fernández Correas (Muhlberg) y modera el moderado David Yagüe, ¡cómo para no ir! Dos tíos majos y que saben un puñao… además de simpáticos… Puedes comprar los libros en:
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