El Premio Planeta 2022 ha tenido un ambiente familiar y cercano, al celebrarse en forma de entrevista en la que ha participado tanto la ganadora, Luz Gabás, como la finalista, Cristina Campos, y que ha sido moderada por Sonsoles Ónega. Primeramente ha habido un agradecimiento hacia el Instituto Cervantes por la agradable acogida que ha organizado en su sede y su preocupación constante por la propagación de la buena literatura a través de la visibilación de estas manifestaciones de excelso carácter en el español moderno. Se calcula que se han presentado unos 26.000 originales, de los cuales se han seleccionado 846 obras originales de todo el mundo. Este premio es el máximo exponente del objetivo principal de la editorial, que es la publicación de obras de calidad, pero también la disfusión de estas dotándolas de renombre. Estamos hablando de un proceso de creación que es duro y poco recompensado para la vital función de la literatura como refugio y via de comprensión de lo humano, en sus tragedias y alegrías más profundas. De todas formas, esta luz tenue que parece ahogarse en un mar de cera derretida por los cambios sociales, se esta avivando. Es más, se podría decir que el mundo del libro, en palabras del director general de la división editorial de la compañía, Jesús Badenes, está levantando cabeza y está sano, ya que la lectura general de libros impresos ha subido 2 puntos porcentuales y un 64% cuando nos referimos al índice de lectura en España.
El libro premiado ha sido "Lejos de Luisiana" de Luz Gabás, cuya historia traslada al lector a la Luisiana histórica en la que la presencia de españoles, ingleses, franceses y nativos americanos marcaban las luchas de poder en el seno de la región. Es interesante destacar que fue por casualidad que la vida quiso que la autora llegara a esta época turbulenta, ya que fue a través de un encargo académico, sobre la ayuda de España a Estados Unidos, por el que llegó a tirar del hilo e hizo que comenzara la inevitable aventura de imaginar el relato. Así mismo, a parte de ser una novela ampliamente documentada en la que "se necesitan mil voces para contar una historia" y que la autora realiza de una forma excepcional, da a luz una acunada historia de amor que sirve como hilo conductor al adentrarnos en esta etapa historíca, pero que tiene una función incluso más primordial, que es transmitirnos la esperanza del esfuerzo y la esperanza del amor.
Por otra parte, en cuanto al libro finalista, este ha sido "Historias de mujeres casadas" de Cristina Campos, una novela íntima y explícita en el deguste de los sentidos, en el que el acecho constante del deseo tiene una presencia más que palpable, ya que desnuda el alma de las mujeres para atraparnos en la experiencia femenina del amor romántico. Es una profesión privada de este deseo el que motiva la redacción de una novela que se deja leer a la vez que nos marca en su lectura. En palabras de Lorca y citadas por Sonsoles Ónega, "Nadie se da cuenta al tener un libro en las manos, el esfuerzo, el dolor, la vigilia, la sangre que ha costado." Es una expresión de la reflexión personal de mujeres que han sido participes de ese deseo de amor extramatrimonial, ya que ha sido la búsqueda de la infidelidad en amigas cercanas, en los ámbitos del juego que acaban irremediablemente en enamoramiento, la que ha propulsado más que el querer, la necesidad de desear esta novela. En este sentido y en palabras de la autora, el apoyo de novelas de la misma índole en la literatura francesa han contribuido en este cometido de desnudez psíquica.
Es central el tema del amor en ambas, como lo es su idealización como vía de escape de la realidad. Sin embargo, es un amor con matices y en este sentido también un amor que podríamos situar con enorme precisión en el mundo de lo real. En el libro de Cristina Campos, es la cotidianiedad lo que aburre, lo que nos atrapa y nos ahoga, por lo tanto es esta idealización la forma más real, valga la redundancia, de continuar hacia adelante, en el entretejido manojo de hilos que es el tedio de la vida cotidiana. Es el deseo no cumplido incluso el que puede llegar a ser el más peligroso y dinamitar las paredes que contienen lo nuestro, nuestra cómoda seguridad de lo conocido. Por esto mismo, es la expresión de ese deseo y la ausencia de pudor en su explicación la que nos hace conectar y vernos reflejados de una forma tan personal. En el caso de Luz Gabás, es el amor universal el que unifica a los personajes de todas partes de esta obra, lo cual no se centra solo en el amor romántico, sino que pone de manifiesto las múltiples facetas que puede llegar a adoptar, ya sea un amor fraternal, hacia la tierra o incluso el relacionado con el alto sentido del deber y la responsabilidad en el caso de los jesuitas, que les lleva a desobedecer la misión por el amor al deber, o militantes entre otros. Son sin duda, dos obras que señalan la importancia del amor en la concepción de nuestro mundo, en las motivaciones que nos llevan a los impulsos que nos individualizan en esta diversa experiencia común y a definirnos como amantes de la vida. No se puede resumir mejor que con la ancestral frase "en el amor y en la guerra, todo vale".
Puedes comprar los libros en: