"Vivir a manos llenas" es el excelente título que los editores han encontrado para reunir una selección de las columnas periodísticas de juventud de José-Miguel Ullán, que se publicaron en El Adelanto de Salamanca entre 1962 y 1966. En las columnas de sus años de formación, Ullán recogía reseñas bibliográficas y de espectáculos, entrevistas, poemas o prosa lírica. Por encima de todo eran la expresión de una persona con una tremenda sensibilidad que retrataba un mundo poco amable. Casi se abra por donde se abra el libro, el lector puede encontrar textos tan hermosos como emocionantes: Melancolía (Crónica desde Madrid) Cielo verde. O azul. O intensamente negro… Tanto da. Una verdad de fondo: noviembre acaba de saludarnos. Ha sido un afectuoso apretón de manos. Ambiguamente emotivo. Él ha seguido su rumbo. Pero uno queda aquí, mirando fijamente la concavidad de estas manos. Vértigo grisáceo en la palma de la mano. Hace frío. Frío intenso. Mientras, Madrid baja el tono de voz. Los paraguas pueblan sus avenidas. Si algo me agrada de noviembre es su silencio. Sí, noviembre es el mes del silencio. […] Flores, muchas flores. Crisantemos, blancos claveles, dalias… Son las flores de los muertos. Es la belleza hecha patetismo íntimo. Miércoles, 7 de noviembre de 1962
¿Cómo es posible que el periodista, presentador, director, poeta, luchador antifranquista y tantas facetas más sea casi desconocido para los menores de 60 años? En su exilio parisino convivió con Marguerita Duras, Severo Sarduy, María Zambrano u Octavio Paz, entre muchos otros. Y de vuelta a España mantuvo estrechas relaciones con Antonio Buero Vallejo, Mario Vargas Llosa, Antonio Ferres, Gerardo Diego… Además de un buen número de artistas plásticos, pensadores y músicos populares. Su estatura intelectual está fuera de toda duda. El silencio que acompaña su obra es un extraño ejemplo más del frecuente desprecio que mostramos hacia lo mejor de nuestro pasado. En sus comienzos su curiosidad no entendía de límites. Escribe Juan Cruz Ruiz en el extraordinario prólogo a Vivir a manos llenas: Sus artículos o crónicas o entrevistas, como los del libro que tienen en sus manos, estaban llenos de seguridad y sabiduría y eran también guiños de humor en contra de la solemnidad de aquellos tiempos, que no son tan diferentes a los que después heredó la sucesiva historia de la cultura en lengua española. Tras su etapa en El Adelanto y a la vuelta de su exilio, Ullán trabajó en cabeceras nacionales como El País y Diario 16. También presentó un par de años el Festival de Eurovisión. Y dirigió y presentó el singular programa Tatuaje, en TVE-2. Este libro, Vivir a manos llenas, supone la recuperación parcial de unas columnas que no habían vuelto a ver la luz desde su publicación original. Ojalá que sirva de impulso para seguir disfrutando de la obra de un extraordinario creador. Puedes comprar el libro en:
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