El libro comienza con la imagen del cuadro de Marc Chagall, “El sacrificio de Isaac”, donde se plasma ese acontecimiento bíblico. El escritor hace una disección única de una de las relaciones más complejas y conflictivas que se dan entre seres humanos, las paternofiliales; en un juego de espejos y referencias que aborda este apasionante tema desde la filosofía, el arte, la religión, la historia y la mitología.

Desde las vivencias de Marc Chagall respecto al sacrificio de Abraham, “A tamaño natural” recoge historias extremas de padres e hijos que han tensado los nudos que los unen de por vida, a veces desde el rechazo del afecto y la ingratitud, otras desde el aprendizaje, el reconocimiento y la aceptación. Hay, incluso, hijos que tratan de borrar su origen, como la hija del criminal de guerra de la Segunda Guerra Mundial que no puede hacer más que una elección total: negarse para siempre la capacidad de engendrar para acabar con el legado del odio.

Esas historias se contraponen con las del autor que realizó su propio camino, ya que pertenece a una generación que decidió emprenderlo, ajeno a todo tipo de autoridades, tanto políticas como públicas. Erri de Luca nos recibe desde su cocina, “el lugar donde más habito. Tengo cerca el campo y con subir un peldaño ya estoy en él. Es la habitación más calentita de mi casa”, señala.

“Hay un fragmento de Isaías donde habla del padre nuestro –no confundir con la oración-. Y utiliza como acusativo la divinidad. Somos el fruto de lo que nos ha constituido. El verbo decir es el más repetido por parte de la divinidad. El que se repite más en esta enorme familia bíblica. La divinidad acepta la transgresión, y también el margen que hay entre esa divinidad y el error por parte de la familia. En el caso de Abraham con su hijo, la divinidad le para justo en el momento en el que le va a matar. Quería saber Dios hasta donde podría llegar por su Señor. Es en ese momento, cuando se retira de la omnipotencia: una divinidad plenamente implicada sobre la vida de las personas”, cuenta el escritor. Esa Divinidad que describe va a seguir estando presente en la vida de estas personas. En dicha ocasión, interviene en la historia y da fin a una escena trágica. El sacrificio del hijo. Luego pasará, aunque con final diferente, con la muerte de Jesús, donde el padre se niega a intervenir y le abandona al martirio.

Erri de Luca señala que “fui un hijo muy dócil durante mi infancia y parte de la adolescencia. Mi familia era de grandes lectores. Viví en una habitación llena de libros que tenía una intimidad física muy relajada, la biblioteca era la habitación era muy cálida y la más silenciosa de la casa. Los libros eran un gran aislante, donde no se oían los gritos de mi ciudad, Nápoles. Fui un buen lector”.

Otra de las grandes pasiones de Erri de Luca es el alpinismo. “Siempre he sentenido mucha gratitud por las montañas. Mi padre fue soldado en la Primera Guerra Mundial sirviendo en un batallón alpino. La montaña salvó algo en mi vida y eso sin que él me lo quisiera transmitir” recuerda el escritor y añade “me fui de casa a los 18 años. No sabía lo que era la libertad hasta ese momento. Salir de esa casa era emprender el camino del desierto y me disocié de todo, en general”.

“Siento una responsabilidad para el lector que ha escogido mis páginas para sentirse acompañado”

Erri de Luca es un escritor concienciado y comprometido con las personas que se acercan a su literatura. “Siento una responsabilidad muy grande hacia el lector que ha escogido mis páginas para sentirse acompañado”, afirma tajante. Siempre quiere estar a la altura de las expectativas que suscita y realmente lo consigue. La génesis del libro comenzó cuando un museo le propuso la obra de Chagall para escribir sobre él. Aunque había una gran distancia tanto de tiempo como de espacio, el autor reconstruye ese tiempo de memoria.

La relación entre padre e hijo es la más rompedora que existe

La escritura del libro le produjo un recuerdo lleno de emoción, pero también de dolor. “Hablando de ese cuadro me dio por escribir de las relaciones de padres e hijos. La relación más rompedora que existe. Al ser muy dura y desgarradora es lo que me hizo combinarlo. Todos tenemos nuestras relaciones, nuestras imágenes interiorizadas de nuestras vidas. Abraham era un anciano e Isaac estaba en plena juventud cuando ocurrió el hecho que pinta Chagall. Isaac sube al monte cargado con toda esa leña y contribuye su propia atadura, se sacrifica por honor a su padre. Es el momento más intenso y dramático. Y a partir de ahí salieron muchas historias que se fueron acumulando poco a poco”, describe Erri de Luca.

“En mi familia no se hablaba nunca de dinero. No nos faltó nunca de nada, ni libros, ni medicamentos, ni alimentos y nunca les escuché quejarse”, recuerda el escritor que aunque no haya sido padre, sí reconoce que se puede hablar de la paternidad desde la experiencia como hijo. “Hay asunciones de paternidad que pueden valer y no sólo reconocer el gesto paternal”, corrobora.

Erri de Luca nunca imaginó que pudiera llegar a la edad que tiene ahora. “Yo siempre he tenido una previsión a corto plazo, al día a día”, sostiene y reconoce que su condición de lector le ha condicionado mucho, “soy el típico lector que ignora al escritor. Para mí, la lectura es un acto feliz. No leo como si fuera compañero de un escritor. Leo como un lector de pura cepa”, concluye.

Erri De Luca nació en Nápoles en 1950. A los dieciocho años participó en el movimiento del 68 y posteriormente fue miembro del grupo Lotta Continua. Ha trabajado como albañil y camionero, y durante la guerra de los Balcanes fue conductor de vehículos de apoyo humanitario. Es un apasionado alpinista. Es autor de más de cincuenta obras, entre las que destacan: Aquí no, ahora no (1989), Tú, mío (1998), Tres caballos (1999), Montedidio (2002), El peso de la mariposa (2009), Los peces no cierran los ojos (Seix Barral, 2012), El crimen del soldado (Seix Barral, 2013), La palabra contraria (Seix Barral, 2015), Sólo ida. Poesía completa (Seix Barral, 2016), Historia de Irene (Seix Barral, 2016), La natura expuesta (Seix Barral, 2018) o Imposible (Seix Barral, 2020). Aprendió de forma autodidacta diversas lenguas, como el hebreo o el yidis, y ha traducido al italiano numerosos textos, entre ellos algunos de los libros de la Biblia. Considerado uno de los autores italianos más importantes de todos los tiempos, sus libros se han traducido a treinta idiomas. Ha sido galardonado con varios premios, entre los que se cuentan el Premio Leteo, el Premio Petrarca, el Premio France Culture, el Femina Étranger y el Premio Europeo de Literatura.

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9788432241192