Dora Gabe, destacada poeta búlgara preocupada por la educación infantil en su país martes 13 de septiembre de 2022, 17:00h
Dora Gabe fue una mujer polifacética, dirigió editoriales destinadas a la publicación de cuentos para niños y adultos. Difundió su poligrafía en revistas y periódicos, dando a conocer la situación real de la sociedad búlgara en el siglo XX. Dora Gabe fue una poeta búlgara casi centenaria, que nació en 1888 y murió en 1983; vivió en las postrimerías del siglo XIX y principios de la centuria siguiente años convulsos social y políticamente. Hija de inmigrante ruso, mediático y muy famoso en su país, animó a su hija desde la localidad de Dabovik a estudiar con denuedo. Se forjó, pues, un carácter recio y a prueba de sobresaltos emocionales. Atenta al devenir histórico de su momento, pasó por la Universidad de Sofia como estudiante de Ciencias Naturales y luego recaló en Ginebra especializándose en Filología Francesa para terminar graduándose en Grenoble y ejercer de profesora de francés en 1907. Siempre escribiendo y practicando la narración tanto como la poesía, los ensayos de contenido social y reivindicativo y libros de viajes, muchas guías de lugares no solo turísticas sino también humanas. Casada con un profesor, juntos residirán en diferentes países de Europa; Dora Gabe imparte numerosas conferencias sobre literatura y temas regionales que afectaban a la idiosincrasia del pueblo búlgaro; dada su poliglotía se dedicó también a la traducción de muchas obras a su lengua materna. Prolífica su labor como poeta, sin duda, asumirá responsabilidades gubernamentales dirigidas a la difusión de la cultura entre los sectores menos privilegiados, en especial a la población infantil y juvenil. Fue nombrada consejera cultural de la embajada de Bulgaria en Varsovia. Resultan títulos muy significativos algunos como Espera, sol, Ojos invisibles y El mundo es un secreto. Sin abandonar la prosa, prefiere expresar la esencia del ser humano a través de sus versos en un conjunto de poemas muy famosos y de amplio reconocimiento, como “Primavera” que se publicó en la revista Juventud; su producción literaria es incesante: fiel observadora de una realidad conturbada escribe en las revistas de mayor renombre de su país: Pensamientos, Sociedad Nueva, Diario de Mujeres, Libertad de expresión entre otras. Y se anima a hacerlo de modo independiente sin estar adscrita a ningún formato ni ideología con Violetas un libro llamativo y conmovedor de poesía lírica, impregnado de anécdotas y vivencias personales, al modo simbolista francés con metáforas, imágenes y comparaciones llenas de potente intimismo. El mundo infantil va a ser una constante en su vida como ya se ha mencionado: "Luciérnaga", "El Mundo de los Niños", "Ruiseñor" "La Banda Feliz", "Ventana" entre otros relatos se estudian por parte de críticos y especialistas. En algunos casos se podría establecer ciertas semejanzas entre la escritora búlgara y Ana María Matute: ambas sienten especial añoranza por los temas y motivos relacionados con la infancia desde un punto de vista personal y trascendental. Parte de su producción literaria, de gran repercusión en diferentes países no solo europeos, han sido traducidas a distintas lenguas. + 0 comentarios
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