Un acontecimiento de gran resonancia internacional promovido por grandes organizaciones de carácter cultural y educativo: Educultura, Iflac World, Fepaís, y con la colaboración de la Universidad de la Marina Mercante, la Casa del Poeta de Reino Unido, y la Casa de la Cultura de la ciudad de Buenos Aires, entidades que desde hace varios años contribuyen al desarrollo de nuestros pueblos, desde la educación y la cultura como pilares del cambio, la paz, la justicia social y la unión entre países hermanos.
En esta ocasión la poesía, el arte y las distintas manifestaciones culturales de nuestros países estarán presentes en un encuentro fraterno y pleno de esperanza que buscará crear nuevos lazos y espacios de solidaridad, reconocimiento y difusión culturales a través de las voces de nuestros poetas, escritores, artistas, periodistas, gestores, maestros y difusores culturales como la forma más eficaz, auténtica y poderosa de construir una sociedad mejor, más armónica y humana en tiempos urgentes y difíciles como los que vivimos.
En el evento encabezado por Evans Okan, un renombrado artista y embajador cultural caribeño, participarán como invitados especiales países como Chile, Colombia, México, Argentina, Haití, Puerto-Rico, Estados Unidos, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Brasil, Perú y Uruguay entre otros, acompañados y apoyados también por la entusiasta y culta ciudadanía bonaerense que ha acogido con amor este gran proyecto.
La paz nace del corazón y se hace acto y presencia inmediata cuando la palabra logra penetrar y conmover profundamente el alma de los pueblos, descifrar sus sueños y aclarar sus incertidumbres. Es entonces desde la poesía, el arte, el pensamiento creativo y la cultura como el mundo puede cambiar y de hecho lo está haciendo, pese a las grandes diferencias y conflictos que en ocasiones nos dividen y buscan aislarnos.
El IFLAC WORDL PEACE FESTIVAL es entonces una hermosa oportunidad para seguir adelante y convocar de nuevo el más alto compromiso, la responsabilidad y el amor por nuestra gente, nuestros países, nuestro continente.
Solo cabe desear que la poesía y el arte susciten de verdad ese cambio, ese viraje necesario que tanto necesitamos.