Alejandro M. Gallo, crítico literario y novelista, ejerció de maestro de ceremonias en la presentación de la novela "La forja de una rebelde", de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo, publicada por Ediciones Destino a comienzos de este año. Noemí Trujillo explicó que "existe un cierto paralelismo con la obra de Arturo Barea. Es un homenaje a este autor". Silva, creó el personaje de Manuela Mauri en el relato "Carabanchel Blues", y de ahí se convirtió en la protagonista de una serie de novelas -"Esto es una mujer" y "La forja de una rebelde"-, cuyos títulos pretenden parafrasear la obra de grandes autores del siglo XX, aportando la mirada femenina y rebelde del personaje, y basándose en casos reales ocurridos en la Comunidad de Madrid: "es su anclaje a la realidad" y que han ficcionado los autores.
En esta última novela, la acción se desarrolla durante el confinamiento con las dificultades que conllevaba ese momento para la investigación del caso. Noemí quiso tratar este paréntesis porque su madre falleció el 14 de marzo de 2020, un día antes de que comenzase el encierro en nuestros hogares. Recuerda que el duelo fue doloroso porque se quedó sin los abrazos de los familiares y amigos. "No se pudo celebrar el velatorio", apunta. "No es una novela sobre la pandemia aunque los hechos se producen durante la misma. Mira hacia la realidad contemporánea", aclara el autor.
Normalmente los escritores escapan de los investigadores de los cuerpos militarizados porque les dan más libertad, Lorenzo Silva es la excepción en todo en mundo. "Normalmente los policias están militarizados tanto en Europa como en América. En España no ocurre eso, ya que los cuerpos de seguridad no tienen un escalafón militar", apunto el escritor y añadió "en Europa la ley es más garantista que en Estados Unidos. Mientras que en América un policía puede levantar un cadáver, en España debe esperar a que llegue la orden del juez. La policia sueca puede entrar libremente en los domicilios de los sospechosos, mientras que en España eso es impensable."
"No acercarse a la policia militarizada se debe más a prejuicios. La inspectora Manuela trabaja exactamente igual que Bevilacqua porque ambos se rigen por la ley de Enjuiciamiento criminal", señala el autor. "La protagonista Manuela Mauri es inspectora de homicidios de Madrid. Creamos un personaje muy real y apegado a la actualidad. Por ejemplo, las dos responsable del grupo de homicidios de la policia nacional y de la guardia civil son mujeres a las que conocemos y ambas están más apegadas a la vida profesional que a la personal. No tienen hijos y son muy lectoras", añádio. Noemí Trujillo opina que le hubiese gustado que la protagonista no fuera huérfana ya que le gustan las relaciones familiares, pero el personaje lo escribió Lorenzo antes de que comenzase a escribirlo a cuatro manos.
La presentación de "Nadie por delante" fue conducida por Miguel Rojo. Estableció un diállogo con el autor muy interesante donde hablaron de los conflictos bélicos en los que ha participado el ejército español en este siglo. Los protagonistas de los relatos del libro son soldados que han vivido y viven las guerras de hoy en día, y que la sociedad española obvia por hipocresía. El autor narra anécdotas de Belgrado "el agujero de Javier Solana, en la antigua Yugoeslavia realizado por F-18 españoles y que los serbios no han querido reconstruir como recordatorio. Los españoles no tenemos conciencia de que hemos bombardeado diferentes objetidos militares. Decenas de militares españoles han estado en escenarios bélicos que han implicado el uso de la fuerza, donde se han producido bajas de todo tipo: Malí, Líbano, Irak o Afganistán", asegura Lorenzo Silva.
"Es llamativo que no haya en la prensa española noticicias de esto. Y sobre todo nada en nuestra literatura", continua diciendo y agrega "sólo una novela de un autor catalán y ahora mi libro de relatos". "Esas guerra crueles, esa realidad que forma parte de nuestro mundo, ¿cómo es posible que la literatura española no se plantee indagarlo? Los relatos de la guerra han formado parte de la vida desde los tiempos de Homero; experiencias en las que el ser humano se ve abocado al límite. ¿Cómo no abordarlo? Un novelista tiene que acercarse a los hechos y no convertirse en insrumento de los que se aprovechan de las guerras. No se puede vivir de espaldas, aunque tengamos la suerte de vivir en la retaguardia, lo que supone que muchos gobernantes tomen decisiones que no deberían y se embarquen en guerras innecesarias.
¿Es posible que la sociedad española no quiera saber porque asocia guerra a franquismo? preguntó Rojo. Lorenzo contestó que es un problema complejo, que la sociedad española es antimilitarista y citó al general Emilio Mola Vidal, cerebro del Golpe de Estado de Julio del 1936, quien afirmaba que "es comprensible el desafecto de la población española porque han tenido que participar de las penas de las guerras y no de sus beneficios".
Quienes relatan estas historias son los soldados que han estado en primera fila y con los que Lorenzo ha podido charlar. "Notan la desafección de la sociedad española. Los soldados expresan que ¿no hay nadie en España que sepa que nos estamos jugando la vida por la libertad? ¿Es un país normal un país que no se hace preguntas?", concluyó Lorenzo Silva.
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