Licenciado en Derecho y Filosofía, funcionario de la Administración del Estado, miembro destacado del Ateneo de Madrid –entidad en la que ha ocupado diversos cargos en su Junta de Gobierno y en diferentes Secciones de la bicentenaria institución– y expresidente del Centro Riojano de Madrid, entre otras dedicaciones, Pedro López Arriba es un gran conocedor de la Historia de nuestro país. Las consideraciones y reflexiones que descubrirá el público lector en las páginas de ‘La idea de la libertad en la historia de España’ son, sin duda, fruto de un estudio pormenorizado de nuestro devenir como nación. En este sentido, a juzgar por la abundante bibliografía que en ellos se cita, puede decirse, sin temor a equívocos, que tras los textos que componen los capítulos de este libro hay muchas lecturas sobre los hechos y las personas que han construido con el paso del tiempo esa ‘idea de la libertad’ que ha querido analizar el autor.
La obra es un itinerario guiado por un hilo conductor: el nacimiento y desarrollo de la idea de libertad, algo que no solo proporciona unidad a esta obra, sino que permitirá conocer, a quienes se adentren en el libro, cómo los españoles y las españolas ganaron para sí diferentes cotas de libertad a lo largo de los siglos y cómo, en no pocos momentos, debieron defenderla cuando este bien inmaterial tan preciado estuvo en entredicho o en peligro.
Pedro López Arriba comienza abordando, a modo de introducción, las líneas maestras del debate de la libertad en la historia global, destacando, por ejemplo, la relevancia que tuvieron determinadas instituciones en el desenvolvimiento de dicho debate, como fueron las asambleas representativas de la Edad Media, las Cortes de España, el Parlamento británico, los Estados Generales en el país galo o las ‘ideas y discusiones’ que dieron forma a la muy avanzada por entonces Constitución de los recién creados Estados Unidos en 1787.
Desde el inicio y siempre bajo una óptica liberal, como no podía ser de otra forma en López Arriba, el autor señala en este ensayo que tan ‘solo desde la libertad y la defensa de los derechos individuales, pueden las sociedades proponerse a sí mismas como asociaciones realmente beneficiosas’ para la generalidad de la ciudadanía.
Por otra parte, López Arriba es muy consciente de como ‘la libertad ha sido mucho más incipiente y siempre más provisional que definitiva’. Quizá por ello, observamos que este viaje por la Historia de nuestro país en torno a la idea de libertad es sobre todo una ‘paciente y tenaz búsqueda de la libertad’, en la que surgen episodios y cuestiones que a buen seguro dicen mucho de nuestra genealogía cultural y social.
Uno de esos aspectos es la tenacidad en la consecución y defensa de la libertad, pero también esa disposición para asimilar las culturas de los diversos pueblos que llegaron a la península y fueron configurando la idiosincrasia de los españoles, lo cual ha venido siendo un signo distintivo de nuestro devenir como sociedad. Ejemplo de ello fueron esos casi doscientos años de resistencia numantina a la dominación de Roma que, sin embargo, desembocaron en una Hispania donde la romanización echó raíces quizá como en ningún otro lugar conquistado por las legiones romanas.
También hallamos en estas páginas un análisis muy interesante sobre cómo se conformó la idea de libertad durante los setecientos años que perduró la presencia del islam en Al-Ándalus. Un periodo que, entre otras cuestiones, trajo una serie de señaladas aportaciones artísticas, literarias o técnicas en múltiples saberes, dejando una huella indeleble en nuestra cultura. No olvida tampoco el autor la no menos apreciable influencia de la comunidad judía existente en aquel tiempo. Una época en la que se enfrentaron conceptos muy diferentes de libertad.
En este sentido, Pedro López Arriba ha realizado en el libro un pormenorizado examen del desarrollo y configuración de la idea de libertad en la Edad Media, una etapa menos oscura de lo que durante mucho tiempo se quiso ver y en la cual se asentaron las bases de un Renacimiento que, como explica el autor, sería la culminación del esfuerzo por recuperar un ‘legado cultural y civilizatorio proveniente de la antigüedad greco-latina’. Renacimiento en el que España, a través de pensadores de una altísima talla, aportó un extraordinario bagaje cultural a Europa y al mundo que aún hoy posee una incuestionable vigencia. Algo que reivindica con acierto López Arriba en esta obra.
Asimismo, el autor se suma también a quienes han querido contestar con sólidos argumentos a la famosa pregunta formulada a finales del siglo XVIII por Masson de Morvilliers, ¿qué ha hecho España por Europa?, cuyo origen, como sabemos, está en las malintencionadas descalificaciones que se fueron vertiendo sobre nuestro país a partir del siglo XVI, y terminaron por construir, sobre no pocas falsedades, una Leyenda Negra cuyos nocivos efectos aún perduran.
De esta forma, el autor ha querido explicar, alrededor de la idea misma de libertad, las contribuciones de nuestro país a la historia del pensamiento y al acervo cultural europeo. Considera el autor, y creo que no le falta razón, que es necesario efectuar una revisión de aquellos planteamientos que en su día respondieron a unas determinadas consignas en el ámbito de las creencias y la política, así como a intereses económicos en la lucha por la hegemonía en Europa.
Para ello, López Arriba rescata y reivindica a figuras esenciales de nuestro Renacimiento, algunas de ellas de la célebre Escuela de Salamanca. Es el caso de Juan Luis Vives, una de las ‘cimas del pensamiento renacentista de la primera mitad del XVI’ y el filósofo más destacado de la escuela de Erasmo de Rotterdam; Francisco de Vitoria, padre del Derecho Internacional moderno y defensor de los derechos humanos de los indios americanos; Francisco Suárez, otra figura relevante de la Escuela de Salamanca que marcó la transición hacia la filosofía moderna; Juan de Mariana, cuyas denuncias contra la guerra injusta y las agresiones a la libertad en el campo económico tuvieron una relevancia muy significativa; o Baltasar Gracián, intelectual de pensamiento singular que quiso desentrañar el verdadero sentido de la realidad;… al igual que otros nombres relevantes que no pasan desapercibidos en este linaje de grandes pensadores que fueron construyendo la idea de libertad en la Historia.
Los dos últimos capítulos del libro están dedicados a la Ilustración y a la Constitución de 1812. Destaca el autor las características propias de la Ilustración española, cuyos personajes más ilustres lejos de intentar avanzar por caminos revolucionarios, más bien centraron sus empeños en intentar sacar adelante un programa modernizador y reformista. Señala también el autor cómo es posible distinguir dos fases en el trayecto, siempre difícil y lleno de obstáculos, que hubo de recorrer la Ilustración española. La primera mitad del siglo XVIII en la que sobresale la figura de Benito Jerónimo Feijoo y la etapa de apogeo durante el reinado de Carlos III, donde encontramos a personajes tan conocidos como Cadalso, Jovellanos, Olavide y Quintana entre otros.
Un proyecto ilustrado que, como apunta el autor, finalizará de forma convulsa con la guerra contra los ejércitos napoleónicos, cuya invasión de España provocará la profunda quiebra entre aquellos ilustrados que elegirán la causa de su patria y quienes se pondrán bajo la tutela del rey José Bonaparte, impuesto por Napoleón tras el esperpéntico episodio de Bayona.
Por todo lo dicho, no parece casual que Pedro López Arriba haya querido poner punto y final (o quizá punto y aparte) a este libro sobre la idea de la libertad con un capítulo dedicado a la Constitución de Cádiz, ‘uno de los textos más destacados del constitucionalismo moderno’. Porque en su proceso de elaboración y en el contenido de sus normas se plasmaron muchas de las ideas que durante el siglo XIX iban a defender con ahínco aquellos que militaron en el bando liberal, y debieron hacer frente a las acometidas del absolutismo y del más rancio tradicionalismo, cuya idea de libertad fue esencialmente que no hubiese libertad.
En consecuencia, ‘La idea de la libertad en la historia de España’ de Pedro López Arriba es un libro de recomendable lectura, porque ensancha nuestro conocimiento sobre la Historia de nuestro país, sobre cómo se fue fraguando la idea de libertad a lo largo del tiempo y porque abre el debate sobre diversos temas que nunca está de más repensar.
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