El lector, al abrir las páginas, y antes de encontrarse con los versos del autor, tendrá el inmenso placer de hallar el prólogo de Antonio Muñoz Molina, que de una manera concisa pero profunda, nos abre la puerta de los que luego podremos disfrutar en ERÓTICA. En esta obra de Francisco Álvarez Koki se hace un recorrido por el mundo que rodea el amor, no solo físico sino también espiritual. El poeta utiliza la metáfora, pero también es explícito en muchas de sus descripciones sensoriales. El agua, otra vez el agua, en su dulce chapoteo subía por tu piel para entrar en tus secretos.
Nos canta el autor en uno de sus primeros poemas titulado Sonata para un cuerpo en la bañera. También el lugar para el amor tiene un referente en este libro a través de Un cuarto, sitio que describe verso a verso cómo no importa dónde, si en la Galicia original o en América, concretamente en Nueva York, su residencia durante años, cuando el amor sirve de anclaje para no perderse bajo las estrellas. Cuatro paredes testigos del devenir vivencial con sus luces y sus sombras.
Cabe tanto en un cuarto, cabe tanta vida y tanto dolor. En Galicia un cuarto, en América un cuarto. Mi voz sed de aliento y de labios Es esta noche un cuarto.
También el poeta gusta de encabezar sus poemas con citas de distintos autores, entre los que destacamos a Lezama Lima, Lorca o Miguel Hernández. Y un nombre, siempre un nombre, que va trufando poemas de sabores, sensaciones, caricias y besos: Lola, nombre de raíz profunda que el autor enarbola como la bandera que ondea en la tierra prometida, aquella en la que reina el erotismo, cuando se llega al final del viaje, y la memoria se convierte en la aliada de un recuerdo del gozo, en el que todo se eleva en una sublime Excitación, como la que da título al último poema.
Invítame al silencio Ese siempre dormido Que guarda los secretos De todo suicidio. Invítame a la noche con sus crespones negros, para guardar la locura de pasiones y deseos. Invítame al recuerdo de cualquier estación del año para sentir tus besos sin que me hagan daño. Invítame a la muerte, si acaso es en tus brazos, para sentir la suerte de un pobre condenado.
Antes, y seguro que después de ERÓTICA, otros poetas han cantado y cantarán al amor en toda su plenitud. Pero a través de estas páginas, de una cuidada edición, Francisco Álvarez Koki se desnuda y nos muestra la esencia de las sensaciones y las emociones íntimas y a la vez universales. Que lo disfruten. Puedes comprar el poemario en:
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