“En la actualidad tenemos un fondo editorial de ochenta mil títulos y creo que dentro de poco podremos llegar a los noventa mil”, explico Aldo García a los periodistas. La nueva librería tiene dos plantas que se han dividido por secciones y donde predominan los libros de ensayo, narrativa y literatura infantil, género al que siempre han cuidado con esmero.
La nueva librería ocupa lo que antes era una sucursal de la Caixa. “Hemos hecho una reforma orgánica, dejando visibles las paredes antiguas y un par de columnas que estaban escondidas. Anteriormente, se encontraba en el local las oficinas centrales de la empresa Uralita, de mal recuerdo por los problemas que dio el fibrocemento que utilizaban, al igual que el amianto aunque nunca hubo actividad industrial en el local “Hemos tenido especial cuidado con el sistema de ventilación y climatización. Hemos puesto lo más moderno del mercado y está funcionando todo el día, por lo que se puede afirmar que es más seguro contra el Covid estar en el local que en la calle”, expone Aldo García.
Ha quedado una librería moderna a la par que clásica. Se han traído algunos de los mostradores de la antigua librería, pero la mayoría se han hecho nuevos con ruedas para facilitar el desplazamiento por las salas. “Con ello, conseguimos hacer más sitio para las actividades que vamos a programar. Las presentaciones de libros se podrán hacer en el sótano y si hay alguna con muchos invitados, podemos habilitar la sala principal desplazando los mostradores. Podrán juntarse algo más de cien personas”, añadió el propietario.
Aldo García señalo que “¿puede haber una noticia mejor que la inauguración de una librería? Sí, disfrutar paseando entre anaqueles abarrotados de libros maravillosos, pararte en cada mesa de exposición sin prisa, dejando que la vista se detenga en autores y obras conocidas, descubrir otras nuevas, empaparte de detalles, tocar… en una palabra, ¡disfrutar! Les invito a visitar esta nueva librería y a dejarse seducir por este espacio mágico de cultura que inicia una nueva andadura con ilusiones renovadas”.
El nuevo local es más grande y ha incrementado al fondo de títulos, “cuenta también con un espacio dedicado a presentaciones y actos culturales que seguirán siendo parte fundamental de la actividad de la librería. Asesorados por el diseñador Joaquín Gallego, la decoración hace guiños a su historia y mantiene en sus paredes los carteles para el Teatro Nacional creados por Alberto Corazón, los posters de los primeros números de las colecciones Comunicación y Visor Poesía, cuadros del Equipo Crónica y una réplica de la fotografía de Antonio Machado en el café de las Salesas realizada por el fotógrafo Alfonso. La reforma también ha honrado el pasado del local y muestra algunas de sus paredes y dos de las columnas que estaban ocultas”.
Durante más de cinco años, el propietario de la librería ha buscado un local mejor para actualizar la librería. “Hemos tenido especial cuidado en la ubicación, pero un factor determinante ha sido que estábamos alquilados en el antiguo local, al poder comprar el nuevo, bajaremos los gastos y en unos años podremos amortizar la inversión. La negociaciones han sido complicadas, pero al final conseguimos que aceptaran nuestra oferta”, apunta Aldo García.
La librería Antonio Machado se fundó en 1971, en la calle Fernando VI y fue en 1976 cuando se hizo cargo de la misma José Miguel García Sánchez, editor, librero y distribuidos de Visor. Han pasado más de cincuenta años, y es su hijo, Aldo García, en la nueva sede de Salesas 11, el encargado de continuar el legado familiar, donde “escribirá un nuevo capítulo de una historia cuyos protagonistas seguirán siendo todas aquellas personas que pasearán entre las estanterías llenas de libros que invitan a conversar, a comprar, a debatir sobre literatura, sobre otras artes y sobre la vida en general, pues son ellas quienes verdaderamente crean un lugar de encuentro”.
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