“Cada vez que muero” reúne toda la obra poética del reconocido aforista Mario Pérez Antolín, una poesía que destaca por la fuerza expresiva de las imágenes y por la profundidad reflexiva de las ideas, dando forma a un estilo muy innovador que tiene el reconocimiento de la crítica especializada dentro y fuera de España.
EL SENTIDO DE LA VIDA
Que el resultado de lanzar alguna
moneda al aire del azar dependa
parece algo bastante razonable.
Que las posiciones de una partícula
se midan por la probabilidad
puede adaptarse a las certeras leyes
del infalible método científico.
Que el árbol que derribó la tormenta
fuera fruto de la casualidad
no deja de ser insignificante.
Pero que el sentido de nuestra vida
sea como el de una vulgar moneda
o el de una partícula o el de un árbol
no deja de llenarme de pesar.
A FLOR DE PIEL
Para Isabel
En las yemas de los dedos de una mujer ciega,
en las alas vibrantes de una libélula,
en el pecho del condenado a muerte
un segundo antes de ser fusilado,
en el infrarrojo secreto de tu pulso,
en las venas del suicida
cuando se aproxima la cuchilla a la muñeca izquierda,
en el musgo sedante de tu nuca,
en un copo de nieve suspendido aún en el aire,
en la parte más sensible de tu cuerpo,
poso mis labios y te beso.
DIRÁS
Llegará la noche, y dirás que aún la tarde declina;
llegará el invierno, y dirás que aún el sol calienta;
llegará la vejez, y dirás que aún el cuerpo aguanta;
llegará el desamor, y dirás que aún mis caricias te excitan.
Porque la noche no quema, ni el invierno abrasa,
ni la vejez duele, ni el desamor taladra.
Solo cuando llegue la muerte, dirás que la muerte ha llegado.
LA PRIMERA NEVADA DEL AÑO
Noviembre de 1996
Los tejados se acolchan de satén blanco
entre el balanceo blando de los copos
y la gasa leve del cielo.
El mundo parece
hoy una fotografía en blanco y negro
dentro de una fea caja de zapatos.
No hay nada que perturbe nuestro sosiego:
el viento apenas sopla, el frío se templa,
los pasos se amortiguan.
Ninguna excusa nos impide arrojarnos
al vacío desde la ventana, salvo
que está nevando,
y es la primera vez que lo hace este año.
PATERNIDAD
Hoy, mientras observo a mi hijo
atrapar lagartijas en el jardín,
te veo verme
y acuso el golpe que te dio en mis costillas
la calavera hueca.
Soy como eras cuando abrazo a tu nieto,
que no sentiste, pero amaste al amarme.
Repito los consejos que me has legado
para que los comprenda el injerto que me hicieras
en el baipás heráldico de tu simiente marchita.
Soy, a través del tiempo, todos los huérfanos
cuando acaricio al vástago que me diste.
Siento el vapor ancestral del padre ausente.
Quiero recomponer tu presencia ahora
con los frágiles huesitos que enterré en el estiércol
doméstico de nuestra vida futura.
Terminaré este puzle aunque no tenga la pieza
que te llevaste en tu fuga temprana.
FICUS CARICA
El bochorno amortigua los sonidos
y hace que vea los objetos
desde dentro de una pecera.
Se espesa el aire y las encinas
parecen espectros cansados
víctimas de una guerra química.
¿De dónde viene este olor a lascivos
y opulentos cuerpos de adolescentes
en descomposición?
Ese aroma es la tierra herida
que fructifica apenas en la pulpa
de una esmeralda en bruto.
Estoy tan cerca que puedo tocarla.
Aliada de los huertos,
enemiga del hambre,
solitario patíbulo de Judas.
Brazos confortables y umbrosos
de la higuera propicia.
LACRIMOSA
Las lágrimas que se evaporan en nuestra piel,
cuando llegan al cielo, contagian su pena a las nubes
y precipitan un aguacero de bondad.
Las que caen al suelo buscan raíces secas e insectos crujientes
antes de perder su sabor a desengaño.
Las que no lloramos crean un lago dentro del cerebro
tan profundo como un espejo.
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