Estamos ante un libro que aspira a recoger la totalidad de aportaciones ligadas a su vida y entorno realizadas hasta la fecha. Minuciosamente documentada, la aproximación de David Félix Fernández Díaz al "ilustrado errante" parte de sus cartas, diarios y escritos no literarios, y proyecta su persona a la luz del devenir histórico, político y literario de su tiempo. Se ofrece así al lector la narrativa vital de una figura que reverbera de forma singular en el período de entre siglos. El jurado -compuesto por Nativel Preciado, Antonio Cáceres, Jacobo Cortines, Alberto González Troyano, Ignacio Fernández Garmendia, Joaquín Pérez Azaústre e Ismael Yebra- destacó que se trata de “una oportuna y definitiva semblanza de uno de los grandes autores de la edad neoclásica y figura clave de la Ilustración española”. Declaraciones del autorDesde el centenario de su muerte hasta la actualidad, nuevas crónicas, estudios biográficos o análisis de índole diversa sobre el ilustre reformista no han hecho más que intentar, de manera más o menos conspicua, incidir sobre las empolvadas aristas de una figura tan célebre en las letras españolas como es Leandro Fernández de Moratín. Ampliamente condicionado por sus escritos dramáticos, ha sido una especie de apéndice metonímico de un teatro de corte neoclásico homogéneo, ordenado, sin fisuras. No obstante, su vida -que según Benito Pérez Galdós "es tan interesante como sus obras"- sigue siendo un rompecabezas por ensamblar, trabajo que ha realizado David Félix Fernández Díaz, que se ha acercado a la figura del "ilustrado errante" a través de sus cartas, diarios y escritos no literarios. Se trata, pues, de una oportuna y definitiva semblanza de uno de los grandes autores de la edad neoclásica y figura clave de la Ilustración española. La idea de presentar este libro al Premio Antonio Domínguez Ortiz y acercamiento a la figura y obra de MoratínDavid Félix Fernández Díaz, afirma: “conocía esta convocatoria, así como algunos libros que han salido de ella, pero, a decir verdad, nunca pensé en someter el texto al veredicto de un jurado. La profesora Anna Caballé, después de compartir con ella algunas versiones del manuscrito que ya veía su final, me habló de este premio y decidí presentarme”. “El acercamiento a la faceta más popular de Moratín fue en primer lugar a través de su teatro y, posteriormente, gracias a la nómina de estudiosos que han cultivado el dieciocho español y que sitúa a Moratín como una figura relevante de su época más allá de su vertiente puramente literaria. Desde ópticas diferentes, luego siempre complementarias, los iluminadores estudios de Maravall, Domínguez Ortiz, Hellman, Sánchez Agesta, Lázaro Carreter o Marías, entre otros, corren el velo de sus comedias, su cara más pública y artificiosa, y miran hacia su persona, o a través de ella, identificando en Moratín claves de un siglo determinante. Es gracias a ellos que uno ve a Moratín no solamente como a ese dramaturgo insigne que evidentemente fue, sino también como pieza representativa de las mentalidades dieciochescas. Complejo y desconocido perfil biográfico de Moratín“Destacaría de su complejo y desconocido perfil biográfico la humanidad de su personaje y los contrastes que ofrece su vida. Moratín vive en una época de confluencias de transición y, si bien estas características son compartidas por otras personalidades de su tiempo, en su caso tenemos acceso directo a la percepción de aquellas. Su diario y sus cartas proveen una ventana insólita a sus creencias, sus gustos, sus anhelos, sus temores. Desde su ocupación como obrador de joven hasta codearse con las altas esferas ya en la adultez, Moratín navega por todo el espectro social de su época, dentro y fuera de su Madrid natal. Asistimos de esta forma a una evolución de su pensamiento, a la par que se aprecia la importancia de la perspectiva a la hora de esbozar mediante la palabra la realidad vivida. Moratín se retrata a sí mismo a través de estos documentos, con lo que el elemento especulativo, tan característico y necesario en algunas semblanzas, queda en buena parte minimizado por lo que él revela. Su vida tan interesante como sus obras“Como ha explicado el editor Ignacio Fernández Garmendia, la vida de Moratín, según Pérez Galdós, "es tan interesante como sus obras", pero seguía siendo un rompecabezas por ensamblar. El proyecto inicial fue hacer una versión legible de su diario, un texto singular en varios idiomas, fragmentado, y que en su estado original aporta más bien poco al lector moderno. Al poco tiempo la senda biográfica se impuso de forma natural, y con ello el situarlo dentro de un período que diese sentido a sus andanzas y desventuras. Por lo que respecta a la documentación, el acopio de materiales que tuve que hacer para mi tesis doctoral sobre su teatro me dio suficiente documentación para iniciar este trabajo que me ha tenido ocupado durante más o menos cinco años”. De su obra, poco conocida para el gran público, títulos que recomienda a quien quiera acercarse por primera vez a la creación literaria de Moratín“Si el destino final es el gran público de hoy día, Moratín concibe su teatro para el público de Madrid de finales del XVIII, un teatro de corte social fruto de unas coyunturas específicas. Sus comedias principales han visto ediciones críticas excelentes, especialmente La comedia nueva y El sí de las niñas, las más difundidas y de mayor calado. Ahora bien, yo sostengo que esas obras son las del Moratín llamémosle “oficial”, aquellas que produce por una convicción ideológica. Paralelamente discurren otras facetas como la que plasma en sus cartas o sus cuadernos de, viaje que sí dicen algo al lector del siglo XXI; todo ello, además, en una prosa modélica y brillante. Moratín y la Ilustración española“Cuando se habla de Ilustración española, Moratín no emerge en la nómina principal de sus principales protagonistas; sí que lo hace, por supuesto, al considerarse el teatro o la estética neoclásica. Lo interesante es que desde una posición de periferia inmediata (Moratín tuvo contacto con los principales agentes del período, con esos principales protagonistas) aporta una mirada muy personal de su tiempo. La Ilustración es un período en general poco atendido de nuestra historia, quizás por la misma naturaleza de ese período, que es de síntesis y de muy poca innovación. Su teatro participa de estas características, que no tienen por qué ser vistas como un menoscabo o algo negativo. Es por ello por lo que su vida y aquellas otras facetas aludidas pueden contribuir a un conocimiento más genuino de su época, además de invitar al lector a adentrarse en una vida que, como dijo Pérez Galdós, es “de cambios tan grandes y peripecias tan dramáticas”. El autorDavid Félix Fernández Díaz es licenciado en Filología Inglesa (Universitat Rovira i Virgili, 2004) y doctor en Filología Hispánica (University of Virginia, EUA, 2013; equivalencia del mismo título por la Universitat de Barcelona, 2017). Hasta la fecha, ha desempeñado su actividad científica y docente como profesor ayudante doctor en Estados Unidos. Ha impartido cursos de lengua y literatura española e hispanoamericana, historia y cultura de España y de Latinoamérica. Sus artículos han aparecido en Celestinesca, Romance Notes o Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, entre otras. Es autor del libro Hermógenes contra Talía. Moratín en el teatro español (1828-1928) (2015). Puedes comprar el libro en:
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