La trama de la novela se desarrolla a partir de la desaparición de una joven que sucedió hace la friolera de veinte años y que no se ha podido resolver. Algo bastante habitual en nuestra historia criminal y policiaca, ya que se han dado bastantes casos de desapariciones de mujeres que no se han podido solucionar de la manera más adecuada. En esta ocasión, Mikel Santiago realiza en la novela una investigación, tipo domestic noir, para intentar dar luz al crimen de su novia y del que no ha logrado zanjar el trauma que le produjo tal hecho, y que hizo que tuviese que abandonar Illumbe por la presión a la que fue sometido por sus conciudadanos y que también padecieron sus padres. Como en otra de sus novelas, Mikel Santiago sitúa la trama de su obra alrededor de un músico. “Yo estuve años ensayando y tocando con mi grupo de rock muchos años, pero desgraciadamente no triunfé. Por eso me dedique a la literatura”, nos dice el autor afincado en Bilbao en la breve conversación telefónica que mantuvimos. “Conozco muy bien la vida del club de música. Sin embargo, no conocí la vida de un triunfador del músico de rock. En cierta ocasión, tocamos para un productor musical, pero no le convencimos. Nuestra vida podía haberse desarrollado de otra manera si nos hubiese fichado, pero no fue así”, reconoce modesto. Pero, “en la novela hay muchas vivencias de esos años y yo quería plasmar todo eso en un libro”, subraya. Los clubes que describe en “En plena noche”, el Blue Berri y el Bukanero están basados en locales muy conocidos. “El primero tiene mucho de salas como la Clamores o el Ruta 77 de Madrid que son locales medianos. Sin embargo, el Bukanero es casi igual que un chiringuito de playa que se llama La Iguana”, recuerda. Este segundo mucho más real que el primero, donde aplicó más su desorbitante imaginación. Curiosamente, parte de las pistas que se dan en la novela sobre la desaparición están basada en una canción del dúo popero Álex y Cristina “¡Chas! y aparezco a tu lado”, un mediocre grupo al que en aquellos años ochenta se denominaba “baboso” y que llegó a ser número 1 en aquel infame programa, insufrible y reaccionario, “Los 40 principales”. Mikel Santiago reconoce que la canción no estaba tan mal, ahora me explico porque no triunfó en el mundo del rock y sí en el de la literatura. Lo único salvable de la canción es que ha podido utilizarla para dar unas pistas para resolver el caso de la desaparición. “La letra tiene un cierto tono brujeril, malvado. Es un poco malévola como de un acosador. Tiene cierta maldad. Era un tema de esa época. En tres partes, parece un presagio. Algo desafiante”, argumenta el autor vasco. Pese a ser un amante del rock y de The Rolling Stones necesita un silencio total para escribir y para crear sus intrincadas historias. Para escribir este nuevo thriller se ha inspirado en cierta forma en la autobiografía “Born to run” del boss Bruce Springsteen, este sí un gran músico y compositor, probablemte el mejor artista de los últimos 50 años. El protagonista, Diego, comparte rasgos del cantante de New Jersey y del propio Mikel Santiago, sólo que más atormentado, debido a los sucesos acaecidos hace veinte años. “Una reflexión vital sobre el éxito”Pablo tiene dos bloqueos que son tienen rasgos muy diferentes. ”Uno es debido a su éxito como estrella del pop y el otro cómo víctima de la situación que sufre en su pueblo por la desaparición de su novia Lorea que, además, estaba embarazada. Su entorno familiar hasta ese momento era muy estable, pero se vuelve irrespirable por ese acontecimiento. Personalmente, me gusta el bloqueo que tiene Pablo. Cuando eres joven y te hieren te empiezas a tambalearte mucho, te bloqueas y la carga es demasiado grande”, reflexiona el autor. “Cuando recibe la noticia del fallecimiento de Berg -uno de los músicos de su grupo Deabruak- quiere volver a Illumbe y así de paso intentar resolver el caso de Lorea. Sabía que no podía seguir viviendo con ese agujero en su vida, que tenía que solucionarlo; eso da pie para realizar una reflexión vital sobre el éxito y por qué desapareció su novia. Cuando ocurrieron los hechos, no le importó dejar a la banda y meterse en la maquinaria de la industria discográfica. Tenía que hacer algo y lo que hizo es huir del recuerdo de esa situación tan trágica”, desmenuza el escritor con parsimonia. Por eso, la novela tiene una gran reflexión sobre el paso de los años. “Aquella inmortalidad y energía ya no va a volver. Ya es un adulto cuando regresa a su pueblo. Hay cosas que no va a poder hacer. Además, es una reflexión sobre los amigos y la amistad. A todos les ha dado palos la vida y son unos supervivientes”, señala Mikel Santiago.
Para el de Portugalete, “la novela era un gran reto escribir la trama en dos tiempos. Tenía un gran respeto por hacer flashbacks. El regreso al pasado. Abrir ventanas. Es la primera vez que lo hago y creo que el resultado ha sido satisfactorio. A los lectores les toca ahora juzgarlo”. Y hay que reconocer que lo ha hecho de una forma bastante acertada. El componente psicológico es una de las claves de las novelas que está escribiendo últimamente el señor Santiago. “Como consecuencia de escoger la primera persona eso te permite explorar el monólogo interior de la persona. Esas contradicciones que tenemos todos. Lo difícil es mantener el equilibrio en una novela entre la acción y la disgresión”, opina el autor que reconoce que lo que más le divierte es escribir, lo que realmente le motiva. “La regla de oro es que te tiene que divertir escribir sino estás jodido”, recalca. “El tema de haber pasado 20 años le da un aura diferente al delito, una desaparición sin resolver tiene mucho glamour. Le da más poso, más caché. Era un crimen doblemente importante porque supone una transfiguración llena de vidas truncadas. Todos eran sospechosos. Además, el tema de la violencia local que se ejerce sobre la familia de Diego es muy importante”, concluye Mikel Santiago una espídica entrevista. Puedes comprar el libro en:
+ 0 comentarios
|
|
|