Nunca mejor dicho aquello de que el recuerdo de una fotografía lograda con sentimiento y pasión vale más que mil palabras. El histórico mercadillo del Jueves de la calle Feria en Sevilla, durante quince años ha sido hospitalario de los deseos de un enamorado con una cámara fotográfica bajo el brazo. Caminante si existe camino en Paco Aranda. Disfrutando del placer de la mirada cautiva, fruto de su pasión por puro placer como autor fotográfico. Viene alcanzando la profesionalidad reconocida y protagonista en el nacimiento de este libro, ausente de sensacionalismo. Donde se inmortalizan poses e instantáneas de un mundo muy peculiar en contraste con la sociedad actual. Cada día más cerca de su retroceso hacia la Edad Media donde los nuevos señores de fortunas nos recuerdan aquellos otros con la titulación cambiada y unas diferencias sociales de la nueva bancada poseídas por el poder del dinero. El Jueves. Retrato de un mercado singular -introducción de Manuel Ruesga Bono. Prólogo de Luis Hornillo-se detiene en el tiempo con el inolvidable personaje Juan el Bandera, abanderado de las múltiples hojas perennes. Testigo fiel en el tiempo de una historia gráfica tallado por el oficio trajín y mercadeo en esa catedral laica emanada sobre sus ocho siglos de historias y leyendas. Sin palabras escritas, todas las secuencias de la obra marcan ese indiscutible retrato de los personajes y sus cosas. Van pasado personajes incontaminados por ser protagonistas responsables de lo que han significado y representan el espacio de una isla inimitable. En la que, de cuando en cuando, las ideas de los enchufados del sistema intentan modernizarla. La cara de póker de los turistas que lo visitan habla por sí como no fuéramos los que amamos ese rico contraste. No debe Paco Aranda, autor de la obra, sentir complejo de considerarse a sí mismo “Aficionado a la fotografía”. Porque su papel nos muestra con esta obra su profesionalidad, haciendo camino al andar, como nos recuerda Antonio Machando. Y el siempre vivo y genial Miguel de Cervantes, enamorado de Sevilla y su callejero con el fragor de los pícaros y gente de vivir como se pueda. En una sociedad cada día más lastimada y explotada por el mal gusto y la mediocridad. Gracias Paco Aranda, testigo silencioso de todo un proyecto cultural difícil de imitar y mucho menos falsificar. Pues en esta cultura popular, desde tu original barbería, día a día has logrado convertir la leyenda en realidad en la que el tiempo no pasa, sino que se detiene en cada metro cuadrado para los lectores de la imagen que habla silenciosa. Nunca mejor dicho aquello de que el recuerdo de una fotografía lograda con sentimiento y pasión vale más que mil palabras. Felicitemos a Aconcagua Libros y su director Ángel del Pozo, por el acierto en la diana. Hoy es jueves en Sevilla para Feria caminamos, nos espera nuestro Jueves de cristianos y romanos. Puedes comprar el libro en:
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