La vida de Kostas Jaritos y de su mujer, Adrianí, en la Grecia posterior a la gran crisis, gira en torno a su nieto y las comidas familiares. Entretanto, Lambros Zisis, el comunista desencantado que administra un refugio para personas sin techo, planea unas movilizaciones que evidencien el olvido al que la sociedad arroja a los pobres, a los arruinados, a los inmigrantes; sin embargo, tendrá que superar las tensiones entre los diferentes colectivos y lidiar con las provocaciones de la extrema derecha.
De pronto, en Atenas aparece el cadáver de un adinerado saudí que había invertido una fortuna en terrenos para construir un complejo hotelero de lujo junto al mar. Sin dejar de seguir con el rabillo del ojo el movimiento impulsado por Zisis, Jaritos se encargará de investigar ese caso, un posible asesinato que pone sobre la mesa cuestiones que afectan a todas las grandes ciudades: ¿es la inversión, sobre todo la extranjera, la única manera de salvar una economía maltrecha? Pero ¿qué valores guían a los inversores?
Kostas Jaritos es comisario de policía y trabaja en el Departamento de Homicidios de Atenas. Su jefe inmediato, Nikolaos Guikas, es ni más ni menos que el director general de seguridad de Ática, con quien le unen muchos años de trabajo pero también una relación de amor-odio y cierta desconfianza: admira de él sus habilidades ante el poder, pero no cree que sea un gran policía.
De mediana edad, Jaritos ha vivido ya muchos episodios de la historia de Grecia, y ha acabado por aceptar con resignación su pasado de joven policía durante la Junta Militar de los Coroneles; de hecho, lo mejor que le ha quedado de aquella época es su buen amigo Zisis, comunista que sufrió tortura y cárcel.
Casado con Adrianí, una mujer tradicional de fuerte carácter que no le ahorra discusiones ni peleas, pero excelente cocinera, a Kostas no le importa comer de vez en cuando comida alta en colesterol y no muy saludable, como los suvlakis. Tienen una hija, Katerina.
Kostas tiene una afición muy peculiar: lee sólo diccionarios, especialmente el Dimitrakos, al que recurre para encontrar claves ocultas de la realidad. Su mirada sobre la Atenas contemporánea no puede ser más irónica y escéptica. Kostas Jaritos tiene opiniones contundentes, desinhibidas y políticamente incorrectas, que no se detienen cuando hay que llamar a las cosas por su nombre.
Petros Márkaris (Estambul, 1937) es famoso por la serie de novelas policiacas protagonizadas por Kostas Jaritos. Por ellas ha merecido, entre otros, el Premio Negra y Criminal, el Prix Point du Polar Européen, el Premio Arcebispo Juan de San Clemente y, en Barcelona, el Premio Pepe Carvalho 2012. Además, en La muerte de Ulises, Márkaris nos deleitó con tres casos policiacos y otros relatos de candente actualidad sobre la emigración forzosa, y en Próxima parada,
Atenas, nos ofreció una guía muy personal de la capital griega.
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