Aunque han sido cinco los años que han transcurrido entre una publicación y otra, Jesús Carrasco no ha estado ocioso en ese tiempo que ha vivido en Edimburgo, ahora ha regresado a Sevilla, ciudad en la que vive. “En estos años he escrito tres novelas, dos de ellas no se publicarán nunca porque no me han satisfecho. Sin embargo, “Llévame a casa”salió de una manera torrencial, en tan solo veinticuatro días terminé el primer borrador, antes del confinamiento, luego he estado cerca de un año reescribiendo, corrigiendo y rellenando los huecos del texto final”, cuenta el escritor de Olivenza con su característico tono parsimonioso. La narración cuenta la historia de Juan que ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar, al cuidado de una madre a la que apenas conoce y con la que siente que solo tiene una cosa en común: el viejo Renault 4 de la familia -el conocido cuatro latas de la época-. “En todas mis novelas siempre hay una huida, una búsqueda de algo o un regreso”, se sincera el escritor extremeño. Con su narrativa pasó algo parecido. “Intenté buscar el alma de las novelas fuera de mí y no funcionó, sí lo hizo cuando regrese a mi propia esencia. Siempre fui un poco descastado”, reconoce Jesús Carrasco con humor y continua diciendo “todos somos hijos de alguien, es verdad que no elegimos dónde nacer, pero está claro que eso nos condiciona a todos”. Para Jesús Carrasco, en sus libros no pretende encontrar respuestas. “Mi objetivo es plantear preguntas. Ni siquiera doy opiniones personales en mis novelas”, afirma rotundo. Lo que sí ha utilizado en esta ocasión han sido modelos cercanos a él. Esta es una novela familiar que refleja de forma brillante el conflicto de dos generaciones, la que luchó por salir adelante en una época en que la emigración era común; y para transmitir un legado a sus hijos, que necesitan alejarse del hogar parental en busca de su propio lugar en el mundo. En esta emotiva historia de aprendizaje, Jesús Carrasco traza una vez más personajes formidables sometidos a decisiones fundamentales cuando la vida los pone contra las cuerdas. “El éxito es más difícil de gestionar que el fracaso”Jesús Carrasco es un escritor muy concienzudo y lento. Casi cinco años entre obra y obra. “El éxito de Intemperie me pilló por sorpresa. No me lo creía. Es más difícil gestionar el éxito que el fracaso. Normalmente estamos más preparados a lidiar con el fracaso, y eso fue lo que me pasó a mí. Cuando me di cuenta que era un privilegio y que tenía una suerte enorme con lo que me había ocurrido, volví a encontrar mi camino y abandone la parálisis y la desorientación que tenía”, reconoce. “La vida es un camino de aprendizaje. Siempre hay algo que aprender, de ahí que casi nunca se alcance la madurez personal y más ahora que estamos en un momento típico de cambio profundo”, reflexiona el autor de “Llévame a casa”. En esta ocasión, centra el momento exacto en el que se desarrolla su novela. “En las anteriores, la datación temporal quedaba algo oculta. Ahora lo fijo con exactitud, agosto de 2010. He querido jugara con el tiempo, era parte de un ensayo literario, una exploración”, señala el autor.
Jesús Carrasco ha querido “convertir lo cotidiano en materia literaria, algo que no se trata últimamente en la narrativa. En la novela reflejo desde los años 60 hasta la actualidad, y se ve el cambio trascendental que ha tenido nuestra sociedad en estos años. No hay una idea historicista del relato sino cotidiana, costumbrista. Es una novela sobre la familia, los lazos que nos unen y las heridas que nos distancian”. Reconoce que “hay dolores que nunca se llegan a sanar en el tema familiar”, aunque él no utiliza la literatura para hacerlo. “Lo hablo directamente con mis familiares”, apunta. Jesús Carrasco nos adelanta que ya está enfrascado en la escritura de una nueva obra de la que comenzó a tomar notas en 2016, después de publicar “La tierra que pisamos”. “Será la obra más autobiográfica de mis libros”, concluye el autor que posee una escritura muy sensorial, donde los olores y el tacto están muy presentes, sin olvidarnos de los paisajes que tanto le gusta retratar de manera pormenorizada. Puedes comprar el libro en:
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