El jurado, presidido por María Teresa Espasa, estuvo formado por Mar Busquets Mataix, Raquel Lanseros, Stella Manaut y Blas Muñoz Pizarro como vocales, (y Elia Saneleuterio Temporal como secretaria sin voz ni voto) quienes acordaron por unanimidad conceder el ansiado galardón a la obra de Guerrero por su singularidad literaria.
En esta entrevista Manuel Guerrero Cabrera nos contará cómo recibió aquella noticia, también cómo dio con la idea de escribir tan peculiar libro y qué es lo que ha querido transmitirnos a través de sus versos. Al final de la entrevista el poeta compartirá con todos nosotros uno de los poemas, titulado “Proserpina no es feliz en su matrimonio”, que forma parte de El mismo mito, la otra voz (Lastura, 2020).
Por qué decidiste presentarte a este premio en concreto y cómo te enteraste de la existencia de este primer certamen.
Llevaba algún tiempo presentando un conjunto de poemas de temática contra la violación y la violencia hacia la mujer, un poemario que había llegado a ser finalista en muchas ocasiones, pero nunca ganaba. Vi la convocatoria del Premio María Teresa Espasa en Internet y seleccioné la primera parte de ese poemario que se centraba en la mitología, y se ajustaba al número de versos requerido, para presentarme.
Cómo te has sentido después de que te notificaran que habías resultado ser el ganador de este concurrido certamen, en el que se presentaron 223 obras desde todas partes del mundo.
Elia Saneleuterio, secretaria del jurado, me llamó el 23 de abril de 2020, en un Día del Libro un tanto triste, ya que llevábamos más de un mes de confinamiento y las cifras de contagios y muertes aún eran bastante altas. Así que la noticia me sacó del amargo momento por el que pasamos y aún vivimos, me llenó de ilusión para volver a creer lo que decía mi amigo Lara Cantizani: «de las crisis se sale con educación y cultura».
Cómo se te ocurrió la idea de escribir este poemario. En qué lecturas y motivos te inspiraste.
Lo recuerdo bien. Fue el 26 de abril de 2018. Este día hubo varias manifestaciones sobre la sentencia a la manada, que violó a una mujer en las fiestas de San Fermín, porque el fallo dictaba que había habido abuso pero no violación. Ese día, a la hora de las citadas manifestaciones, yo estuve presentando a la poeta cordobesa y profesora de temática de género María Rosal, tarea que la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Lucena me encomendó, con motivo de una conferencia que ella impartió sobre el modo en que se había representado a la mujer en obras de arte; entre la mucha información que trató, María Rosal mencionó que la historia mitológica de Europa era la de una violación. Pensé en este tema y en que había un buen número de mitos en los que la mujer no tenía voz. Respecto a las lecturas, releía a Amalia Bautista, a Raquel Lanseros, a Luis Alberto de Cuenca y Ángel Manuel Gómez Espada, porque habían tratado el tema mitológico desde una perspectiva moderna y actual.
¿Te definirías como un escritor feminista? ¿Por qué?
Allá por 2002 mis antiguos profesores Antonio Cruz y Juana Toledano me animaron a participar en un congreso sobre escritores bohemios, raros y olvidados. No tuve ninguna duda de que era una buena ocasión para rescatar algunos nombres de escritoras, concretamente del siglo XIX; desde entonces he tenido la oportunidad de recordar la importancia de Blanca de los Ríos en sus trabajos sobre Tirso de Molina, de la valiosa poesía de Antonia Díaz, de conocer a autoras como Josefa Ugarte o Carolina Valencia, incluso hace poco me dediqué a «corregir» a múltiples usuarios de redes sociales y bibliotecas virtuales que confundían el retrato de Carolina Coronado con el de Cecilia Böhl de Faber. También estuve trabajando en algunas asociaciones y grupos de investigación sobre literatura escrita por mujeres. Leo con mucha frecuencia, y les doy visibilidad, si la ocasión lo merece, a obras escritas por mujeres. Pero esto es poquísimo, casi nada, en comparación con lo que han aportado investigadoras, como Marina Mayoral, María del Carmen Simón Palmer, María Rosal o Susan Kirkpatrick. Por ello, definirme yo como escritor feminista, si bien soy partidario del feminismo, me parecería una osadía, un atrevimiento, respecto a la imprescindible labor de estas investigadoras y escritoras que he citado.
En qué se diferencia este libro de tus poemarios anteriores.
El mismo mito, la otra voz se centra totalmente en personajes femeninos de la mitología grecolatina, un motivo que no había aparecido mucho en poemarios anteriores. Diría que esa es la diferencia principal. En un vistazo rápido puedo decir que en Loco afán hay varios poemas de inspiración griega influidos por la Antología Palatina, o que en La ciencia de estar contigo hay algunos con aire de denuncia o compromiso como en los de El mismo mito, la otra voz e, incluso, el estilo y el ritmo del verso son similares, pero, en definitiva, no es igual.
Qué resaltó sobre todo el jurado de tu obra
Según la nota de prensa que se difundió, el jurado destacó la visión y revisión de los mitos con personajes femeninos (Pandora, Proserpina, Medusa, etc.), también aludió a que empleaba un lenguaje claro y elaborado. Aunque he de confesar que particularmente me animó que subrayaran que el ritmo de los versos era muy cuidado, pues este fue uno de los aspectos en los que yo había sido muy meticuloso.
Cuéntanos un poco por encima cuál es el tema y la estructura de tu poemario.
Como he dicho antes, la temática es darle voz a las protagonistas de los mitos, a las que se culpan de lo sucedido (como con Pandora), de las que se obvia que todo se hizo contra su voluntad (como con Europa o Proserpina) o que han quedado como monstruos sin más (como Medusa). En cuanto a estructura, no hay tal debido a que la temática es uniforme, aunque sí tenía claro que el primer poema tenía que ser el dedicado a Pandora y el último a Medusa en el momento en que es asesinada.
Qué has sentido al tener ya la obra editada en tus manos.
Siempre es una alegría ver un libro propio en las manos. Pasan por ese momento recuerdos de la escritura, los motivos para hacerlo, las personas que influyeron, apoyaron o que han valorado lo plasmado en las páginas. Creo que es el lugar adecuado para agradecer a Mar Busquets, a Elia Saneleutorio y a María Teresa Espasa todas sus atenciones para que el libro llegase a mí.
Qué es lo más bonito qué te ha traído el haber ganado este importante certamen y el ver ya editada tu obra.
Especialmente, confianza. Sé que no se trataba de un tema cómodo, pues la violencia hacia la mujer nunca lo es. Me alegro de que el jurado optara por unos versos con compromiso antes que por otros con asuntos de moda, como vemos que se premian en otros certámenes.
Si no me equivoco ya se ha abierto la convocatoria de este premio para el año 2021. Animarías a la gente a presentarse.
Por supuesto, y así lo he hecho. Se lo he comunicado a algunas amistades para que lo tengan en cuenta y, si disponen de algún poemario que se ajuste a las bases, participen.
Comparte, por favor, uno de los poemas del poemario. Gracias por tu tiempo. Ha sido un placer poder entrevistarte.
Muchas gracias, Isabel, por contar conmigo.
PROSERPINA NO ES FELIZ EN SU MATRIMONIO
Aunque digas que soy la reina de la casa,
aunque afirmes severo que no es estricto nuestro
matrimonio de sombras (que lo es por seis,
seis malditas semillas de granada),
aunque aparezca el impasible infierno
de tu sonrisa para echarme en cara
que me voy con mi madre varios meses
y que te dejo solo (desconoces
que la naturaleza se llena de colores
sin ti y que no es difícil
que un dios se las apañe por sí mismo);
yo no te creo nada.
Ni quiero este forzado amor de inframundo.
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