"Es importante templar el pulso de quién disparará por ti cuando no te queden balas. Así que tengo una noticia buena y una mala: la mala es que, en esta vida, vas a tener que ir más de una vez a la guerra. La buena es que tendrás el tiempo suficiente para elegir con quién!, señala la autora Lae Sánchez en su libro.
Dice Lae Sánchez que, a veces, el amor también merece entrar en fase cero. Pero, ¿cómo detectar ese tipo de momentos? “Imagínate un partido de fútbol: cabeza vs corazón”, plantea. “Cuando tu corazón está cansado, sofocado, al borde de la lesión y pide cambio. Ahí es donde un entrenador se tiene que replantear el esquema de juego”.
A medio camino entre el poemario y la reflexión, Justo el día después es su cuarto libro. Escrito durante la pandemia, la voz de esta joven se asoma a estas páginas entre inquietudes, certezas y confesiones, sintetizando, en prosa y también en verso, las mismas impresiones que comparte con su generación.
Así lo confirman los más de 135.000 seguidores que siguen sus pasos (y sus letras) en Instagram. “Se trata de una conexión de emociones, valores e ideas que hace que todo se haga más bonito”, alega cuando se le pregunta sobre el motivo de su tirón en redes sociales. “Al fin y al cabo, todos llevamos heridas de guerra, historias con final feliz y cosas que contarle al mundo”.
A golpe de frases escuetas y concisas, la autora aboga por no dejar el amor para luego, y defiende el derecho a volver a empezar de nuevo las veces que haga falta. “Eso, por favor, que no te lo quite nadie”.
Lae Sánchez se presenta a sí misma:
"Me llamo Leticia y este año he cumplido 30 años en circunstancias tremendamente especiales para todos. Tengo tres libros, nueve amigos clave, cinco imprescindibles y un siete tatuado al otro lado de un punto y una coma que me recuerda que pase lo que pase siempre hay que seguir hacia delante. Me acuerdo de T., oigo de vez en cuando «Lo mejor de ti», pero no sé si la escucho. Me gusta el mar, leer, llamar a mis amigos para preguntarles que qué tal están, me gusta el vino, reírme mucho, llorar para sentir que todavía sé volar, caminar junto a mi madre, ver a mis yayos felices, saber que todos seguimos en el mismo barco.
Creo que nos proyectamos, creo en el amor verdadero, en la corazonada, en el impulso, creo que si sientes que eso te va a dar la felicidad absoluta es, sin duda, por lo que tienes que luchar hasta el final. He aprendido que la flor muere si la riegas de menos, pero también si la riegas de más. Es una lección que parece absurda, pero es vital entenderla. El equilibrio es importante, y yo lo encontré en este libro. Vivan".
Puedes comprar el libro en: