Blas Ruiz es un estudioso de las técnicas de investigación policial, ha escrito algún libro sobre esa materia y en sus obras de ficción sigue sus propios consejos a rajatabla. Sus novelas son como una partida de ajedrez entre el escritor y el lector, en la que ya sabemos quién va a ganar. Sin embargo, en la partida que sostienen entre el inspector y el criminal nadie sabe lo que puede ocurrir. En la entrevista, el autor nos da algunas claves, no muchas, sobre su novela. La intriga ante todo. Usted empezó su carrera de escritor hace ocho años. En ese tiempo, ¿en qué ha mejorado su literatura? Mi literatura no lo sé, supongo que es algo a preguntar a mis lectores, pero sí que sé en lo que he mejorado yo mismo como escritor: escucho más que nunca a los que saben más que yo, que son muchísimas personas. Comenzó auto publicándose su primera novela. ¿Qué diferencia hay entre la autoedición y tener un editor a su disposición? Podría empezar diciendo que la profesionalidad de esta figura ya sería más que suficiente como argumento, pero también supone el no verte solo en un proceso tan duro y costoso como lo es la creación de una novela. Ha sabido moverse muy bien en la edición digital y en las redes sociales. ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías a la edición y a la promoción de los libros? Es una herramienta que, bien utilizada, puede suponer una enorme diferencia a la hora de vender o no ejemplares. Yo lo intento hacer lo mejor que puedo. ¿Cómo se siente al convertirse en unos de los escritores más leídos del género negro? Agradecido, sobre todo, a los miles de lectores que han decidido darme una oportunidad. Si, además de leerme ya les gusta, es el no va más. Con “No morirás” llega al final de la trilogía del mutilador de Mors. ¿Le da pena terminar el ciclo? Por supuesto. Son seis años trabajando en este ambicioso proyecto que esconde mucho más de lo que muestra. Es inevitable sentir un vacío. Supongo que Nicolás Valdés es un personaje que podrá volver a utilizar en otras obras, al igual que todo su grupo. ¿Estoy en lo cierto? Todo se andará. Ahora toca centrarnos en otras cosas. ¿A quién echará más de menos? No podría decir uno en concreto, todos los personajes han sabido ganarme a su manera. Al comienzo del libro hace una advertencia previa de que el lector no empiece a leer “No morirás” sin haber leído las dos novelas anteriores. ¿Un truco de marketing o realidad pura y simple? Es tan real como que no se va a enterar de prácticamente nada. Es peligroso hacerlo así, lo sé, pero por algo es una trilogía. Todas tienen su continuidad y todas responden a preguntas que se van planteando. Muchos autores de trilogías se decantan porque las novelas sean auto conclusivas. ¿Usted prefiere dar una unión a las mismas? Para mí es una historia que tiene que ser contada e hilada con tiento. Desde luego lo prefiero así. “Me gustaría que se viera mi novela como un puñetazo directo en la barriga”En España, no se suelen cometer muchos crímenes en serie. Sin embargo, usted ha optado por un asesino de estas características. ¿Cuáles son sus razones? Precisamente porque en España se tiene un total desconocimiento de que sí se suelen cometer crímenes en serie. La diferencia con otros países (y de hecho lo prefiero así aquí) es que no se le da el mismo bombo, pero nuestra historia reciente está repleta de asesinos en serie. De hecho, en 2020 hemos tenido a uno… Usted como especialista en el género negro. ¿Cómo definiría su nueva novela? Me gustaría que se viera como un puñetazo directo en la barriga. Como algo que te golpea y que te deja sin respiración. En su libro “¡Qué nadie toque nada!” habla sobre los mitos que en muchas ocasiones se utilizan en los libros del género negro. ¿Cuáles son esos mitos? Son tantos que he necesitado un libro completo. Por mencionar algunos podríamos hablar de cómo el inspector se muestra como figura autopoderosa en una escena de crimen cuando en verdad es una pequeña parte del proceso de investigación. ¿Hay demasiada inverosimilitud en la novela negra hispana? Es algo general, no solo de aquí. ¿La ficción tiene que ser verosímil? No, es ficción. Su novela discurre en apenas cinco días. En la vida real, ¿pueden ocurrir tantas cosas como suceden en “No morirás”? Presencié una investigación real en la que primero me planteé crear una trama. Al poco tiempo la deseché porque nadie creería que sucedieran tantas cosas y tan enrevesadas. Ergo sí.
Su novela es lineal en el tiempo, pero como una carretera de montaña. ¿Lo hace para que no se pierda el lector? Vivimos en una sociedad en la que cada vez cuesta más concentrarse en algo. Las redes sociales, los teléfonos móviles en general, la pandemia por la que atravesamos… todo. Necesito al lector atento y eso sólo lo puedo lograr con vaivenes. Tantos giros, tantas sorpresas… ¿Son las características predominantes en su forma de escribir? Así es. Ya digo, no quiero perder la atención. Y en tercera persona. ¿Se encuentra más cómodo que utilizando la primera persona? Totalmente. Para ir terminando. ¿Las novelas negras españolas reflejan la realidad de los cuerpos de seguridad de España? Por suerte, aunque predominan las novelas en las que aparecen superpolis, también las hay que reflejan la realidad de su día a día. Autores como Claudio Cerdán, César Pérez Gellida, María Oruña o Dolores Redondo (por citar algunos) se encargan de trasladar al papel que no todo lo que reluce es oro y que ser policía no significa ser una criatura tocada por alguna deidad. Que sufren, que tienen problemas en el trabajo, que se les limitan los medios, que pueden caer enfermos… Ojalá se viera más, aunque repito que no tiene por qué, al fin y al cabo es ficción. ¿En qué está trabajando actualmente? ¿Nos sorprenderá en su próxima novela? Estoy trabajando en un ensayo para después centrarme en la nueva novela. Creo que sí que lo haré, ya que hasta que no la sienta así no la liberaré para que llegue a los lectores. Puedes comprar el libro en:
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