Cuando en el año 218 a.C. desembarcaron los romanos en el puerto de Ampurias, nadie podía creer que fuesen a conquistar toda la península. Tardaron más de 70 años en sojuzgar nuestra piel de toro y muchos más en romanizarla. Los romanos supieron cohesionar todo el territorio hispano bajo su cultura, pero también asimilaron muchos de los ritos de las tribus iberas. Demostraron su sapiencia tanto unificando aquellas ancestrales culturas como con el mestizaje de los pueblos. Algo que España aprendió muy bien. En el libro, con un marcado acento divulgativo, nos cuento todo ese proceso y muchas cosas más. Parece que le gusta el mundo romano, con “Estamos locos estos romanos” es ya su segundo libro de historia. ¿Qué es lo que le atrae de Roma? Lo que me atrae de Roma es que no es una civilización que sólo se encuentra en excavaciones o en libros. Roma está presente en nuestro día a día, de maneras tan curiosas que no nos damos ni cuenta, desde nuestros Derechos y leyes, hasta nuestra forma de matrimonio, los nombres de los días de la semana… Antes que los romanos estuvieron en nuestra península los griegos, los fenicios, los cartagineses y, por supuesto, los íberos, los montañeses, los lusitanos y los tartesios, entre otros. ¿Por qué ha pervivido más la cultura romana que el resto de civilizaciones? Yo creo que la presencia continuada de una Administración romana durante más de 10 siglos en nuestra península, algo que por cierto no nos enseñaron en la escuela, sumado al hecho de que la presencia romana se basa en el mestizaje, no en la colonización, provoca que la sociedad transformada, o romanizada, evoluciona pero no desaparece nunca. Los Anglos fundaron Inglaterra, los Francos, Francia, pero los Godos ni pensaron que esto se llamaría Gothia, se siguió llamando Hispania; hay una continuidad. Somos romanos. ¿Somos más romanos que árabes, por ejemplo? Sin ningún género de dudas. Demográficamente, porque las mujeres musulmanas tienen prohibido casarse con cristianos, lo que limita la mezcla y por otra parte legalmente porque nuestros Derechos, provienen directamente de Roma y no del Corán, afortunadamente. Ojo, hay que estar orgulloso de todas las mezclas y culturas que nos han forjado, pero se ha exagerado, sin ningún motivo, la impronta musulmana o la goda, por ejemplo. Derecho Romano, arquitectura, democracia, ingeniería, cultura… ¿Qué ámbito es él que ha quedado mejor reflejado en nuestra piel de toro? Dicen que las leyes son un monumento más imperecedero que la piedra más fuerte. Si somos iguales ante la ley o inocentes hasta que se demuestre lo contrario, si tenemos derecho a un juicio justo e incluso si podemos elegir a nuestros representantes, son todo ello herencias del mundo clásico que los romanos nos dieron para siempre. Algunos hispanos llegaron al gobierno romano en la república y en el imperio. ¿A quién destacaría? ¿Tiene algún héroe en particular? La fórmula con la que el Senado daba sus parabienes al nuevo emperador romano hasta la caída del Imperio, decía: Felicior Augusto, melior Traiano, o lo que es lo mismo: Que tengas más suerte (o felicidad) que Augusto y seas mejor que Trajano; deseos imposibles de cumplir. Ese Trajano que menciona la fórmula era un señor de un pueblo de cerca de Sevilla, de Itálica, en la actual Santiponce, y llegó a ser emperador del mundo y espejo de todos los gobernadores posteriores. Si en vez de haber nacido aquí, fuera inglés, habría cientos de series y películas explicando su reinado. Ahora bien, aquí, prácticamente ni sale en los libros de texto. ¿Les preguntamos a los niños si saben quién es Trajano? ¿Trabajó con Yvonne Blake en alguna película de romanos? Me hubiera encantado, pero no fue el caso. Colaboré con ella en exposiciones y trabajos referidos a Goya y a Madrid, ciudad que es otra de mis pasiones. Yvonne era una persona que llenaba de luz allí donde trabajaba y era una grande que trabajó con los grandes, desde Audrey Hepburn o Marlon Brando, hasta Sean Connery, por ejemplo. Yvonne era un genio, testigo de una época que se nos está yendo. “La publicidad nació en Roma”¿Por qué a un publicista le gusta tanto Roma? La publicidad también nace en Roma; desde la propaganda política, escrita en las paredes pidiendo el voto para este o el otro candidato, en todas las ciudades romanas, donde también había, periódicos, como los Acta Diurna, pregoneros o Praecones e incluso los Strilloni, que eran señores que recorrían la ciudad gritando consignas o noticias, mezcladas con “cuñas” publicitarias, como en la radio, sólo que las iban gritando de viva voz a falta de ondas. Por cierto que de esa palabra procede la nuestra “Estridente” por ejemplo. ¿Sería la corrupción –que hemos sabido heredar tan bien- el principal defecto de Roma? Creo que es incorrecto calificar de corrupta a Roma, una civilización que duró como poco, más de mil años, en base a las noticias que precisamente por ser noticia se han conservado, que nos hablan de corrupción. Hubo decenas de miles de funcionarios del Estado romano a lo largo de la Historia y no nos han llegado noticias sino de decenas de casos de corrupción, sin embargo, calificamos a esa sociedad como corrupta a pesar que antes de nuestra era, ya tenía precisamente juzgados donde se juzgaban delitos de abuso de autoridad, malversaciones, prevaricaciones… En ninguna otra sociedad antigua contemporánea a Roma, ni medieval, ya puestos, existía nada similar, sin embargo, siempre generalizamos, es normal, cuando hablamos de Roma que por más conocida, es más criticable. El principal defecto de Roma, creo que fue el de pensar que se podía gobernar el mundo desde una ciudad, con unos medios arcaicos y con un sistema personalista de gobierno, pero como he dicho, es muy fácil criticar desde nuestra tribuna, a toro pasado. Señale otros. Sin duda el pensar que la romanidad podía admitir todo tipo de culturas, razas y religiones ajenas a las leyes y costumbres romanas, salvando las distancias; el buenismo y la multiculturalidad, creo que son defectos romanos que todavía tenemos en nuestra sociedad y que, al igual que los bárbaros finalmente no fueron asimilables y destruyeron el imperio, es posible que hoy también nos estemos acercando a otra época oscura, si no sacamos de nuevo la idea de Roma de sus cenizas y defendemos nuestra civilización, nuestra democracia, nuestra libertad; conceptos todos ellos, romanos. Como publicista y experto en Roma. ¿Cree que uno de nuestros males es que no sabemos publicitar nuestro país y patrimonio? Desde luego, pero no es sólo que no lo publicitemos, es que a los que mandan no les importa un comino nuestro patrimonio y hemos estado construyendo un turismo de cubata en vez de uno cultural y nuestro suelo está lleno de patrimonio, romano sobre todo, sin explorar ni explotar. Se habla de la España vacía, pero está llena de patrimonio, nuestro mayor tesoro está a nuestros pies, en cada pueblo, cada rincón; patrimonio que si lo pusiéramos en valor, generaría riqueza para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Patrimonio cultural y turismo de interior que vertebrarían nuestro país y lo harían más atractivo para un visitante más culto y con continuidad. Ahora sería un buen momento para que los gobiernos invirtieran en ello, pero no lo van a hacer, se impone el cortoplacismo.
Si hubiese habido un publicista en el gobierno, ¿se hubiese podido desmontar la Leyenda Negra? Creo que al principio, cuando se podía haber contrarrestado, no nos importaba y no se contestó. Un buen publicista en la corte de Felipe II habría obrado maravillas, sin duda. Todavía por ejemplo hay quien llama genocidas a los conquistadores españoles cuando la población mestiza o nativa en México, por ejemplo supera hoy al 90%, mientras que en USA no llega al 1%; sin embargo, hay mucha gente que cree que nosotros fuimos más bárbaros… en fin, hoy es un problema de ignorancia, más que de publicidad. ¿Fuimos los propios españoles los principales promotores de las leyendas negras? Ahora se ha instalado la leyenda negra en nuestra forma de ser y muchos españoles son los que la mantienen, hablando mal o poco de nuestra Historia o señalando sus sombras y ocultando las luces, que las hay y muchas. Parece que tenemos un gen que nos hace enemigos de nosotros mismos. Pompeyo Trogo decía que somos belicosos y siempre estamos en guerra y si no tenemos un enemigo exterior, entonces lo buscamos en el interior. Evidentemente, las fuerzas centrífugas, sobre todo nacionalistas buscan la destrucción de nuestra nación y nuestra democracia tal y como la conocemos y tienen mejor financiación y prensa, que el defender lo propio, que parece ideologizado cuando no debería serlo. "Estamos locos estos romanos" lleva un desarrollo descendente en los capítulos. ¿Le ha sido más didáctico llevar ese orden? La intención es hacer una cuenta atrás desde el principio de las civilizaciones o culturas nativas, hasta que cuando estamos al final de esa cuenta atrás, en el momento preciso del lanzamiento, ya somos más romanos que nadie. Me pareció que como empezamos casi en la leyenda y en la protohistoria y terminamos en la Historia antigua propiamente dicha, ya con protagonistas universales hispanos, no sólo los emperadores, sino autores como Quintiliano, marcial, Columela, los Sénecas, Lucano…era más claro contar la Historia de manera descendente. Al final de esa cuenta atrás, terminó la conquista del oeste y comenzó la romanización del mundo, en la que también participamos. Hace una correlación al principio entre el Salvaje Oeste –que también fue español como nos los recuerdan los dragones de cuera- e Hispania. ¿Tan salvajes éramos? Creo que sin buscar el significado peyorativo, fuimos tan “salvajes” o aguerridos que estuvimos luchando contra los romanos durante doscientos años. Para que nos hagamos una idea de lo que representa eso, hay que pensar que la conquista de las Galias, la famosa, la de Julio César y Ásterix, duró sólo 10 años. Tito Livio dijo de Hispania que fue la primera nación invadida y la última conquistada. Si no salvajes, parece que éramos peleones, pero ojo, tras tanto tiempo, hispanos los había en los dos lados de la trinchera; descendemos de los defensores de Numancia, pero también de sus sitiadores, que mayoritariamente eran hispanos, romanos, pero hispanos, porque los romanos, como los bilbaínos, nacemos donde nos da la gana. ¿Y lo seguimos siendo? Hay un dicho noruego que cito en el libro que se refiere a “hacer el español”, que consiste precisamente en acatar pero no cumplir. No somos salvajes, pero si somos “different” afortunadamente. Somos contradictorios. Somos de no salir de casa y también de estar en la calle todo el día y toda la noche; egoístas, pero líderes en donaciones; siempre vamos con prisa, pero sólo corremos en los sanfermines; somos de aplaudir sanitarios y odiar gobiernos; somos perezosos, pero tenemos algunos de los mejores deportistas del mundo… creo que lo que pasa es que sí, que estamos un poco locos. Puedes compra el libro en:
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