Con una bienvenida a cargo de Sylvia Jaén, viceconsejera de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias, y de Mayte Martín, fundadora y directora del proyecto, esta primera sesión de LPA Confidencial congregó a escritoras y escritores súper ventas para reflexionar, en tres bloques diferenciados, sobre el papel de la literatura para reflejar la realidad, la motivación del escritor/a para plasmar su experiencia en una obra literaria o ‘Canarias como escenario del crimen’ en la novela negra moderna.
Así, Marta Sanz, autora de pequeñas mujeres rojas, entrevistada por la librera y conocedora de su obra Izaskun Legarza, centró su intervención en la idoneidad de la novela negra “para reflejar una sociedad intrínsecamente violenta, porque la justicia está mal repartida, en la que las mujeres son las principales perjudicadas”, por lo que invitó a entender la lectura “como una acción política y una actividad intelectiva” gracias a la cual podemos “entender los nuevos lenguajes, como los inclusivos o los de la seducción” que pueden ayudar a revertir esta situación. Pero, para que ello sea posible, “el lector debe leer despacio, reflexionar sobre lo que lee” y Sanz se lo exige, por ejemplo, empezando su libro con un poema de Manuel Vázquez Montalbán para marcar un ritmo: “pequeñas mujeres rojas” cierra una trilogía que no es literatura de ocio, es para pensar sobre la acción política, la calidad democrática o la memoria histórica”, sentenció.
En el bloque dedicado a la trayectoria del prolífico Víctor del Árbol —entrevistado por Rebeca Miranda, finalista del XXIII Premio Fernando Lara 2018—, el autor apeló a sus lecturas juveniles de Camus y Hemingway para definir su obra: “Estos escritores son muy descarnados; su influencia me ha llevado a no ser condescendiente con el lector, por lo que en mis novelas abordo el meollo de la historia sin florituras, evitando lo superfluo”. Para el firmante de Antes de los años terribles (Destino, 2019), “la lectura y la escritura, en un entorno familiar en el que la cultura le ocurría a otros, me salvaron la vida: me permitieron plasmar un mundo imaginario que no me atrevía a contar con la voz. Cuando lees o escribes, el mundo se detiene, y gracias a ello yo pude escapar de un mundo solitario y tímido”.
Finalmente, en el bloque final dedicado al coloquio sobre Canarias como escenario del crimen, los invitados Carlota Suárez, José Luis Correa, Miguel Aguerralde y Mayte Martín —todos ellos con obra negra ambientada en las islas— señalaron la paradoja de situar crímenes en escenarios ‘luminosos’ de sol y playa: “En los paraísos se esconden muchas veces grandes infiernos”, señaló Suárez, “como en esas familias o parejas aparentemente perfectas”. De hecho, recalcó, “ubicar un crimen en las paradisíacas Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura, puede ser más impactante para el lector que situarlo en la neblinosa Londres o el oscuro Chicago”.
Para Correa, “los nórdicos tienen fama de ser los más civilizados, pacíficos y educados; sin embargo, la eclosión de su género negro nos ha descubierto que también son capaces de los crímenes más sórdidos”. El creador del detective Ricardo Blanco, cuyas aventuras relata a lo largo de una decena de entregas, nunca se planteó “ubicar mis novelas y personajes fuera de Canarias porque es lo que conozco y, además, faltaba ser contado. Añadió que “como islas, en los puertos tenemos un escenario filón para el género negro, con su lumpen, su cambulloneo, con ese otro mundo dentro del mundo de la ciudad o la isla”. Y con su ritmo pausado, “que nos influye hasta en el lenguaje, como las mareas: los isleños tenemos el tono del mar”, resumió.
Aguerralde, por su parte, como residente en Lanzarote donde ejerce como profesor de Primaria, defendió ambientar sus historias negras “en las ciudades y pueblos de Canarias, ya que no sólo es lo que mejor conozco, sino que tienen la escala perfecta para mover a mis personajes: así lo hicieron Agatha Christie o la detective televisiva Jessica Fletcher… y a nadie sorprendió que las tramas se desarrollaran en pueblitos desconocidos por los demás”.
Finalmente, Mayte Martín en su intervención hizo notar que “para un delincuente, una isla no es buen refugio por la dificultad para escapar; pero puede ser el paraíso de los delincuentes por las posibilidades que ofrece para esconderse durante años en cuevas o barrancos”, lo que la convierte en un escenario idóneo para una trama negra.
El festival internacional de género negro y policíaco LPA Confidencial cuenta con el apoyo de las Viceconsejerías de Cultura y Patrimonio Cultural y la de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias; con la de la Consejería de Igualdad, Diversidad y Transparencia del Cabildo de Gran Canaria; y con la Concejalía de Igualdad, Diversidad y Solidaridad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Se está celebrando on line del 16 al 21 de este mes, de 18 a 19.30 pm (hora local) y se puede seguir a través de los siguientes canales:
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