¿Quién es José Payá Beltrán?
Pepe Payá, o simplemente Pepe, es un profesor de secundaria, un enamorado de su familia y de sus libros (por ese orden), y alguien que, desde su pequeño rinconcito de la sierra alicantina, intenta hacer oír su voz a través de la escritura. ¿Se puede ser profesor no vocacional? Se puede ser casi todo en esta vida, si uno se lo propone y tiene el valor de seguir adelante. Yo creo que sí, porque he visto (y sufrido) a alguno. De todos modos, los alumnos perciben los diversos tipos de profesores que les tocan en suerte. ¿Cómo se gesta Crimen otoñal? Es una gestación larga que empezó hace dieciséis años. Como ya digo en la propia obra, esta novela forma parte de un proyecto en torno a la identidad del ser humano y a la condición de narrador que todos, seamos escritores o no, tenemos y utilizamos. Puzle de sangre e Identidad son las dos obras previas y este Crimen otoñal cierra este largo y trabajoso proyecto no solo literario, sino también personal, íntimo. Si me ciño exclusivamente a Un crimen otoñal diré que viene motivada principalmente porque me apetecía leer una introducción que fuera tanto o más interesante que la novela que introduce. A lo largo de mi vida he tenido que leer muchas que, sinceramente, casi te invitaban a cerrar el libro. Los alumnos siempre preguntan lo mismo cuando el libro que han de leerse viene precedido por una introducción: ¿hay que leerse esto? Pues bien, en Un crimen otoñal esto es también parte de la novela. Tu texto es absolutamente genuino. No solo en cuanto a la trama, sino también el formato, las notas en inglés e incluso la autoría. También tu novela anterior, Identidad, carece del nombre del autor en la cubierta. ¿Por qué esconderse? Ya lo expuse en Identidad: ¿qué da valor a una obra: el nombre de quien la firma o la propia obra? Porque si la respuesta es “el nombre de quien la firma” es algo va mal, y desde hace mucho tiempo, en el mundo del arte… Jugar con el anonimato, la edición crítica o la falsa autoría es la única respuesta que se me ocurre para intentar “frenar”, en la medida de mis pobres y torpes facultades, el deterioro de eso que llamamos cultura y que, siento, desde hace mucho tiempo, que se parece más a un espacio donde los nombres son más valiosos que las propias creaciones. ¿Consideras que Un crimen otoñal es una lectura accesible a todos los públicos? Sí. No es difícil, es amena, tiene un lenguaje cuidado, pero nada barroco ni voluptuoso. La aparente sencillez con que habla el narrador es lo más parecido a un buen divulgador o a un profesor apasionado por su trabajo. Aunque al principio, por el título, la portada, pueda parecer otra cosa; creo que basta leer las cinco primeras páginas para advertir que va a ser una novela que se va a leer de un tirón… y que sorprenderá en las últimas páginas como pocas veces ha sorprendido al lector. Gracias por tu amabilidad respondiendo a esta entrevista. Puedes comprar el libro en:
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