La niña que nació sin cuerpo, novela de Juan Clemente Sánchez, incluida en el catálogo de la New York Public Library. “Para componer historias y libros, de cualquier suerte que sean, es menester un gran juicio y un maduro entendimiento" Miguel de Cervantes. Son muchos los sevillanos y ciudadanos del mundo los que visitan Nueva York. Esa envolvente metrópoli de América en la que disfrutar de sus contrastes. Sin embargo, el sevillano escritor de novelas Juan Clemente Sánchez, autor de La niña que nació sin cuerpo (Editorial Almuzara. Andalucía. España) no ha sido el visitante sino su novela. En la que narra con pulso crítico y realista la denuncia de un mundo corrupto de escándalo sin fronteras. En este caso la viajera por la gran ciudad ha sido su novela que ha llegado para quedarse, al ser incluida en el catalogo para lectores del mundo de la New York Public Library por el interés de Sara Díaz, Media Relations Manager, (Gerente de relaciones con los medios de la Biblioteca Pública de Nueva York). Mostrar a esa diabólica y mística Sor Lucía, principal responsable de las adopciones, que jugaba a ser dios con los seres humanos, a determinar el destino de estos niños; para ello había tejido una red complicada, desde el camillero hasta el médico andaban en el ajo, las enfermeras y todo el personal del centro creaban aquella gran mentira, como la de los Reyes Magos. Todo el mundo la admitía aunque aquel niño no era el destinatario, era el regalo para los afortunados, para los estafados, para los saqueados; les robaban hasta las raíces de sus entrañas... Una aparente ficción literaria que a medida que va transcurriendo la historia muestra al desnudo la cruda realidad. El deseo que falsea la verdad, envuelta en oscura religiosidad, protagoniza el drama. Encarnación García Corrientes firme y convencida de que antes de que ella naciera, su madre sufrió el robo de un bebé, el hurto del cuerpo de su hermano mayor. Les dijeron a sus padres que estaba muerto y en el cielo, pero la verdad es que le fue sustraído a Margarita, su madre. Dio a luz un niño sano, fue un parto normal, con dolor y con llanto de recién nacido, aun así se lo llevaron y no lo volvieron a ver más. Esto sumió a su madre en un pozo de locura. Pero Encarnación no se detendrá y se enfrentará a Sor Lucía y a sus propios demonios para saber la verdad. Excelente historia donde el autor, sin demagogia, desde el compromiso de escritor con la palabra y su tiempo vivido, va narrando las existencias rotas de los de abajo. Esos marginados y perdedores de una madrugada cualquiera, buscando miseria en los contenedores. Excluidos bajo el mismo sino y destino, humillados y ofendidos, equilibristas en el trapecio de la vida de espaldas a la suerte de la oferta y la demanda, que pueden encontrar en un contenedor de basura un recién nacido abandonado. Cerremos pues este comentario literario manifestando el placer por parte del escritor sevillano Juan Clemente Sánchez y sus lectores, con una cita inconfundible del excelente autor norteamericano Paul Auster, “Nuestras vidas realmente no nos pertenecen, pertenecen al mundo, y a pesar de nuestros esfuerzos por darle un sentido a éste, el mundo es un lugar que va más allá de nuestro entendimiento”. Puedes comprar el libro en:
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