Podría parecer que Santiago Castellanos en un escritor lento, ya que en ocho años ha publicado sólo tres novelas, pero no es así. Alterna la ficción con la historia y sus manuales universitarios sobre esta época se suelen alternar con sus novelas históricas. La última “Gothia. Muerte en Barcinona” es una novela muy trabajada donde ocurren muchos y cruciales sucesos históricos y ficticios, y para contarlo se basa en varios géneros literarios como la novela negra, el thriller histórico o la novela social y militar.
Por su experiencia, el autor riojano conoce a la perfección los siglos III al VI. Siempre que un autor es experto en cierta materia es difícil que sepa trasladar a la ficción su conocimiento histórico. Hay casos sonados de historiadores que sus novelas son bastante aburridas, a Castellanos le ocurre todo lo contrario. Él está en ese reducido grupo de historiadores que saben utilizar sus conocimientos para construir sólidas narraciones, llenas de intriga y pasión. Él sabe contar una buena historia que se ambienta en la Historia y lo hace con destreza narrativa.
El asesinato del rey Ataúlfo, producido en Barcinona, es el eje central de “Gothia”. El modo que ha escogido para contar esa historia el autor es desde el punto de vista de las personas que rodean al jerarca durante su estancia en la ciudad. Y lo hace con dos voces. Utiliza un narrador omnisciente para capítulos más históricos y explicativos de los diversos sucesos acaecidos y la primera persona del joven Tulga, guerrero godo y joven promesa del cuerpo dirigente de su pueblo. Su cercanía con los distintos niveles del poder político godo, le hacen vivir situaciones rocambolescas en distintas ocasiones.
El escritor logroñés nos muestra diestramente las diferencias que existían en las dos sociedades, la romana y la goda, sus diferentes costumbres y sus modos de comportarse. Tulga, al estar alojado durante su estancia en Barcinona en la casa de un patricio romano, vivirá en sus carnes está dos formas diferentes de vivir: la nómada goda y la sedentaria romana. Lo cual dará a muchas situaciones realmente contradictorias.
La novela tiene diferentes subtramas que tratan temas como el religioso, el político o el económico. Los varios asesinatos cometidos en la ciudad en el tiempo que están los godos asentados en Barcinona son el leit motiv de la novela. En algún punto, toma la novela un aire detectivesco, de investigación, y en otros el de espionaje, sobre todo económico. Son muchos los intereses económicos que están en juego para los godos. Los romanos necesitaban a tropas godas para asentar sus negocios en otras zonas de Hispania que estaban sometidas por los suevos o alanos. Y en medio de toda esa trama se encuentra el joven Tulga y otra de las protagonistas, Clodia, que tiene una importancia capital en el desarrollo de la novela, tanto por su inteligencia como por sensualidad. En los pasajes eróticos de la novela es ella la principal protagonista.
A la novela no le falta ni violencia ni reflexión. El amplio abanico de personajes cubre un gran espectro desde la rudeza de los diferentes militares a la delicadeza de los patricios y sus esposas. Podríamos decir que es una novela coral bien elaborada que realiza una acertada radiografía de la sociedad del siglo V, donde no falta la crítica tanto a las élites políticas como religiosas, todas movidas por intereses económicas. No sé si les suena esto. Y tampoco sé si el autor ha querido hacer una analogía con el presente, aunque creo que sí. Y casi siempre lo hace con un tono de humor que está latente en todo el libro.
Ese joven Tulga protagonista, está visto desde los ojos del Tulga anciano que ha vivido numerosos episodios en su vida. De ahí que utilice algunas prolepsis que indicaran el camino a seguir. Santiago Castellanos ha conseguido una novela dinámica, de fácil lectura y con un alto nivel de intrigas y de sorpresas que hará las delicias de los amantes del género que no podrán dejar el libro hasta el final.
Puedes comprar el libro en: