“Mi nueva novela es la segunda de una trilogía donde el esperpento y la sátira son su eje central. Con Los poderosos lo quieren todo comencé una serie que tiene mucho humor y trata temas muy actuales”, nos dice el escritor madrileño nada más comenzar la conversación. Ambas novelas tienen en verdad mucho humor, son probablemente las más divertidas de su producción literaria. La protagonista de esta última obra es María del Alma, una mal casada que huye de su residencia, dejando marido e hijo para venir a los madriles. Ingenua y un poco perdida, pero con una rectitud moral a prueba de bombas llega a la capital para vivir una vida que le había sido hurtada. Sus muchas malas decisiones la hacen ir de hombre en hombre buscando el amor verdadero que se la resiste. “He intentado que el lector se identifique con los personajes protagonistas de los años ochenta. Fue un momento muy significativo en cuanto al cambio de mentalidad de la sociedad. En ese momento se produjo una explosión de libertad en toda clase de gentes. Era el momento de apuntarse a la democracia”, señala Guelbenzu. Y todo lo hace con una mirada gamberra y divertida, tal y como lo hicieron genios de la talla como Valle-Inclán o Jardiel Poncela. La visión que José María Guelbenzu despliega en la novela es, además de gamberra, amable. “He querido hacer una crítica afable de muchos aspectos de la sociedad de aquel entonces, tanto de la política como del mundo empresarial –era el tiempo de los pelotazos-. Sólo he criticado de manera cruel al mundo editorial, donde me he resarcido de tanto escritor egocéntrico aunque hay muchos autores maravillosos y admirables. En el mundo intelectual ha habido mucho cantamañanas. Y ahora era el momento de resarcirme. La edad me da ciertas prerrogativas que antes no tenía. Ya no me callo nada”, expresa con un cierto tono sarcástico. Para Guelbenzu, los años ochenta fueron unos tiempos fabulosos donde se empezaba a vivir en democracia. “En aquellos años, no había crispación como ahora. Lo que sí había era un cierto cabreo de la derecha que estaba perdiendo poder en todos los ámbitos”, subraya sin acritud. Y lo cuenta utilizando la sátira. El rosario de nombres que pone a sus personajes es sencillamente genial. Reflejan fielmente a esos protagonistas y lo hace en tono de sátira. Algo que lleva haciendo un tiempo. "El reaccionarismo se resiste a abordar los cambios"El escritor madrileño se muestra bastante crítico con la situación política actual. “No hay más que nacionalismos. Cuando la globalización cae, se encierran en ellos. El reaccionarismo se resiste a abordar los cambios, es justo lo que hacen los nacionalismos. Todo populismo es peligroso, se valen de artimañas emocionales y de eso se valen las élites financieras que saben manejar a los habitantes de manera torticera”, analiza. En opinión de Guelbenzu, “el personaje de María del Alma es uno de los más difíciles que he creado. Por un lado, es ingenua e infeliz, por otro tiene una capacidad de supervivencia extraordinaria, con el saber que da la experiencia. Pese a eso, se muestra angustiada y va cayendo en los brazos de varios varones de diferente pelaje que le ayudan al autor a describir diferentes tipos de personajes de la fauna masculina de aquella época.
Para el escritor madrileño, “El saber se da con la experiencia y María del Alma coge en poco tiempo mucha experiencia, aunque ya traía algún bagaje cuando llega a Madrid. En un principio se aprovechan de ella, pero poco a poco va reaccionando y deja que se aprovechen de ella porque le interesa. Todos los personajes que se van topando con ella son de contraste. Todos muy diferentes el uno del otro. Lo mismo ocurre con su amiga Amalita Muscaria que es su contrapunto”. Ya el mismo nombre de su amiga lo dice todo. Una originalidad de "En la cama con el hombre inapropiado" es su final, que no es uno sino dos. “No sabía cómo iba a cerrarla. Como es una novela itinerante, ya que va la protagonista de un hombre a otro, idee un primer final, pero me parecía una traición a la novela y a María del Alma. Así que hizo otro”, apunta, y en la novela están los dos. Para finalizar, hablamos sobre la nueva normalidad. “El mundo sigue funcionando exactamente igual que antes, lo importante es el modo de entender la vida. Aunque tengamos nuevos medios, nosotros seguimos siendo los de antes. En ningún caso soy pesimista”, concluye José María Guelbenzu la entrevista, que como en el libro ha utilizado el humor y el esperpento. Justo en este momento que es el más esperpéntico que nos podamos imaginar. Puedes comprar el libro en:
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