Desde el primer momento surge la duda si la desaparición fue por voluntad propia o no. “Nadie está exento de que le pueda ocurrir esto, es tal barbaridad de los desaparecidos que hay en el mundo que da mucho miedo. Mucho más que una película de terror”, dice la autora nada más comenzar nuestra conversación. Hay que tener en cuenta que en España en los últimos diez años hemos tenido la friolera de 200.000 desapariciones y que tan sólo el 10% son investigadas por la policía de manera activa, el resto duermen el sueño de los justos. “Desde el primer momento, tuve muy claro que quería una protagonista alejada del thriller normal, una periodista muy normal, que no tuviese secretos y que se alejará de los tópicos del thriller más negro. Aparte quería que estuviese ambientada en un pueblo idílico donde no pasa nada hasta que pasa y con unos personajes muy reales”, explica Lorena con auténtica pasión y continúa diciendo “los lectores me están diciendo que son muy capaces de sentirse dentro del escenario y de vivir esas vidas, y que los personajes cobran vida en su imaginación”. Respecto al final, “lo tenía más o menos claro cuando empecé a escribir el thriller, pero encontré un final mejor gracias a mis personajes. Dormía con mis personajes y vivía con ellos las 24 horas del día. Me asombró el final que ideé y eso me gustó porque si era capaz de sorprenderme a mí misma, también sorprendería al lector”, afirma emocionada esta escritora, madre de cuatro hijos que hace malabarismo para encontrar tiempo para poder escribir sus obras. “Algunos días es un milagro poder ponerme a escribir, soy una persona bastante caótica, pero aprovecho cada minuto que tengo libre. Además, no me cuesta nada retomar el hilo de la historia donde lo dejo”, confiesa.
En opinión de la escritora barcelonesa, “no hay mucha violencia en la novela, es más psicológica o yo diría mejor que lo que hay son actos desesperados de los protagonistas, que tienen que ver con malas decisiones del pasado. El caso de Jan va por ese camino porque se muestra muy tenso hasta el final. Está claro que todos los personajes esconden algo”, analiza con acierto la autora. Para Lorena Franco, “en mi novela no hay muchos personajes, aunque sí muchos juegos de personajes. Y tenemos, principalmente, tres voces en primera persona. Lo que sí hago es un juego de saltos temporales. Yo he escrito varias novelas con viajes en el tiempo. El tiempo me obsesiona, por eso hay esos saltos”, expone divertida. Sobre la voz de Alex, la periodista protagonista, comenta “su voz en primera persona es deliberada para que el lector empatice y se obsesione con ella. “Con los saltos en el tiempo, lo que quiero conseguir es que el lector juegue con ventaja con respecto a los protagonistas y con este juego que hago lo que quiero es que el lector se meta más en la trama”, menciona en voz baja porque no quiere dar muchas pistas sobre la trama de la novela, ya que como buen thriller no se solucionará el enigma hasta las páginas finales. “Ninguno llegamos a conocer al 100% con las personas que convivimos”Lorena Franco reconoce que usa todo tipo de argucias para mantener la tensión del lector. “Todas las trampas que pongo al lector son muy justificadas, en esas trampas cae el lector, pero antes ha caído la protagonista. Todo buen thriller tiene que tener giros inesperados, misterio, crear adicción, ya sea con capítulos cortos cómo es en este caso o con largos. Este es mi estilo y espero seguir con él. No lo cambiaré, la verdad”, desarrolla la escritora. “En mi novela, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Son todos personas atormentadas tanto por el pasado como por el presente”, evalúa Lorena que ha escrito una novela con un cierto componente metaliterario, ya que la protagonista escribe una novela sobre la investigación que protagoniza y se convierte en un éxito. “Siempre he querido escribir una novela dentro de otra novela”, cuenta. A Lorena se la nota que disfruta con su trabajo, en cada frase que dice se le nota la pasión que imprime a todos sus actos. “Yo disfruto escribiendo. Este trabajo es para disfrutarlo durante todo el proceso de creación. Me gusta vivir está profesión con intensidad”, se sincera de forma llana y natural. Todo lo contrario que sus personajes. “Ninguno llegamos a conocer al 100% de las personas con las que convivimos y eso lo reflejo en los personajes de mi novela”, sentencia con una risilla maliciosa. Para finalizar, hace un balance de lo que es su novela. “Es un thriller lleno de sorpresas y giros. Todos los protagonistas mienten, tanto que a mí también me gusta engañar al lector hasta el final. Es un juego de despistes para mantener la atención y la trama hasta el final”, concluye Lorena Franco. Puedes comprar el libro en:
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