“Los empecé a escribir en los albores de la destrucción de las Torres Gemelas, el primero fue Pasó por aquí la sombra de un ángel que de momento continúa inédito porque he decidido empezar a publicarlos por el último, por el más actual; hasta llegar al inicial que es el albur de lo que nos ha traído hasta aquí”, dice el videopoeta durante la conversación que hemos mantenido en una cafetería cercana a la Glorieta de Bilbao y que a comienzos del siglo pasado regentaba la familia de Pío Baroja. Pero no queda ahí la cosa, “tengo preparados entre 12 y 15 poemarios, listos para la publicación. No puedo parar de escribir, para mí escribir es como respirar, como amar. El amor es lo que me da fuerzas para escribir. Ahora que no estoy enamorado, estoy enfermo, me encuentro raro. Necesito el amor para vivir, es como los poemas, los necesito. Son el oxígeno de mi vida, sólo que el oxígeno oxida y los poemas no”, apunta este singular poeta. “En mi poesía trato de desnudar y de quitar la máscara a todos esos conceptos que nos traicionan, con los que nos compran a diario; como, por ejemplo, la libertad: ya no somos ciudadanos, somos renta de los señores que nos gobiernan”, afirma sobre su obra Antonino. “Cuantas más cadenas tenemos puestas, más libres nos sentimos. Estamos locos. Conceptos como solidaridad, igualdad, el género, el planeta, la ecología, la propia libertad o el coronavirus lo que hacen es que nos expropiemos de manera individual. Toda una manipulación del poder”, opina. En sus poemas, además del amor, trata temas tan candentes como la manipulación religiosa “sobre todo del Islam y sus ramificaciones terroristas” y la corrección política. “Son exactamente lo mismo. A la religión católica, ni está, ni se la espera, con todos mis respetos”, expone Antonino Nieto que subraya “mi única creencia es el amor, y ¡así me va!”. No le falta humor a este gran amante del amor y de la lírica. “La verdad es una de las armas más poderosas de aquellos que quieren sojuzgarnos”Las presentaciones de los poemarios y libros de Antonino Nieto son multidisciplinares. La poesía se mezcla con la música, la danza y las artes plásticas. Todo un espectáculo, como lo es, ahora, la verdad. “La verdad es una de las armas más poderosas de aquellos que quieren sojuzgarnos. Nos venden la verdad todos los días y ellos hacen lo que les da la gana. Para ellos, la suprema virtud es la obediencia, para así tenernos sojuzgados. No hay nadie más servil que los políticos”, asevera con la pasión lírica que le caracteriza y siempre con una sonrisa en sus labios.
“Los políticos se hicieron el harakiri cuando dejaron la economía en manos de los poderes facticos”, subraya y continua con su argumentación “en estos momentos, los políticos sobran por su propia ineptitud, cobardía y servilismo. La característica principal de los políticos es la traición. La obediencia más servil a los poderes ocultos y la traición a sus propios votantes”. Evidentemente, Antonio Nieto no tiene pelos en la lengua y dice lo que cree a los cuatro vientos y lo escribe en sus libros. Y aunque pueda parecer contradictorio, su poesía no es pesimista, es justamente todo lo contrario. “Mi poesía no acepta la muerte y su ascendencia. Mi poesía va contra esa muerte y contra todo lo que llaman verdad. La única ley ineludible es la muerte”, señala y para inmediatamente recitar uno de sus poemas: “de esa verdad has de saber y lo sabes que antes del principio y después del fin tu condena, llámale travesía placer del cuánto razón delirio economía, continúa la única maldición, la ley todo lo demás, legítima defensa”. “Nos quieren avasallar. Ya no somos personas, somos hologramas. Ya no nos quieren ni dejar pensar, para así conseguir un gobierno mundial, sin religión ni ideología. Los ciudadanos seremos seres inexistentes, para mantenernos unidos necesitaríamos de un nuevo enemigo, totalmente necesario, que forma parte de la pantomima que vivimos. El próximo enemigo común a todos serán los extraterrestres”, elucubra Antonino que no se corta ni un pelo en señalar una fecha para este contacto en la tercera fase, “será entre 2025 y 2030”. Para terminar, quiere puntualizar que “pese a todo lo dicho, el poemario no es pesimista para nada. Todo es una gran fiesta. Ahora que la esperanza la han convertido en burocracia, llegaremos a prescindir del corazón. Un futuro sin corazón”, apunta con convicción y concluye “en lo digital, el tiempo no existe, pero sí el verbo. No conseguirán invisibilizarnos”. Hasta aquí nuestra última conversación, que no será la última, con este Dalí de la poesía: Antonino Nieto Rodríguez. El poeta más cósmico de nuestra galaxia de la postverdad, como bien dice en uno de sus más brillantes poemas: entre la palabra y el vértigo, el desierto: la postverdad: la nada devorando en ti todo origen e identidad y una vez instalados en el vértigo, en el no tiempo, en lo digital: el postverbo: lo sin fondo de lo que ya fue o nunca fue y que jamás, por imperativa que sea la necesidad, responderá a tus querencias de ahí a la telepatía, ya sabes, a la lectura del pensamiento, ni un paso empiezan a llamarle algoritmo. Si el algoritmo es lo que nos gobierna, estamos apañados. Puedes comprar el poemario en:
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