Miguel de Cervantes Saavedra, autor de El Quijote, quiso llegar a ser contador en el Nuevo Reino de Granada de la Real Audiencia de Santafé de BogotáPor Krzysztof Sliwa
viernes 24 de enero de 2020, 10:02h
Los documentos legales convalidan indiscutiblemente que el comisario del «Rey Católico» quiso emigrar dos veces a América Latina y no solo una vez como lo propagan algunos eruditos erróneamente («Miguel de Cervantes Saavedra quiso emigrar dos veces a América Latina» (eHumanista, 2013). La carta autógrafa, del 17 de febrero de 1582 en Madrid, del autor de El Trato de Argel (1582) remitida «al ilustre señor Antonio de Eraso, del Consejo de Indias de Lisboa», documenta que Cervantes pidió una vacante en el Nuevo Continente, y confesó que se entretenía «en criar La Galatea», la primera novela pastoril (Sliwa, Documentos, 124-25). El mensaje reza así: «Ilustre señor El secretario Valmaseda ha mostrado conmigo lo que yo, de la que vuestra merced me había de hacer, esperaba; pero ni su solicitud ni mi diligencia pueden contrastar a mi poca dicha la que he tenido en mi negocio es que el oficio que pedía no se provee por Su Majestad; y así, es forzoso que aguarde a La Carabela de Aviso, por ver si hay alguno de alguna vacante que todas las que acá había están ya proveídas, según me ha dicho el señor Valmaseda, que con muchas veras sé que ha deseado saber algo que yo pudiese pedir. Deste buen deseo suplico a vuestra merced dé el agradecimiento, en las suyas, que merece, sólo porque entienda que no soy yo desagradecido» (Sliwa, Documentos, 124-25). Al lado de ello, declaro por primera vez que Cervantes esperaba adquirir las novedades sobre nuevas vacantes en el Nuevo Mundo despachadas mediante el navío militar del trasporte marítimo de correspondencia La Carabella de Aviso, la que siempre venía antes de la llegada de la flota, en esta ocasión, de la Flota de Nueva España encabezada por el general Álvaro Manrique de Lara (1535?-1604), 7º virrey de la Nueva España, en agosto de 1582 en Sanlúcar de Barrameda, o el almirante Juan Martínez de Recalde Larrinaga (1540-1588). No obstante, tras esta comunicación no se sabe nada, o sea, cuándo y dónde uno de los mejores espías de «Friedensfürst» (1527-1598) habló con Eraso por última vez, si le escribió otras cartas, dónde y cuándo se reunieron, y de qué asuntos trataron. En breve, Miguel no consiguió nada a pesar de las buenas palabras de Francisco Sopando de Valmaseda, secretario de la Escribanía de Justicia de la Secretaría del Consejo Real de Indias, y del secretario Antonio de Eraso, por cuyas manos pasaron todos los asuntos hispanos. De acuerdo con la segunda carta-petición, un Memorial, del 21 de mayo de 1590 en Madrid, «el príncipe de los ingenios españoles» suplicó una de las 4 vacantes en el Nuevo Mundo, a saber, la contaduría del Nuevo Reino de Granada de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, Colombia (pudo incluir un puesto en Colombia, Ecuador y Venezuela) de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá dentro del Virreinato del Perú, la gobernación de la provincia de Soconusco de la Audiencia y Cancillería Real de Guatemala (hoy Chiapas, México), y el contador de las galeras de Cartagena de Indias, Colombia, y el corregidor de la ciudad de La Paz (hoy Bolivia), de la Audiencia y Cancillería Real de La Plata de los Charcas del Virreinato del Perú, denominada más adelante Alto Perú, y creada por Felipe II, el 4 de septiembre de 1559, como parte del virreinato del Perú, bajo cuya jurisdicción estaba la famosa mina de plata de Potosí. Empero, el 6 de junio de 1590 el héroe de Argel recibió una respuesta negativa del Presidente del Consejo de Indias Fernando de la Vega y de Fonseca y sus consejeros, declarando: «busque por acá en que se le haga merced» (Sliwa, Documentos, 225-26). El puesto fue designado a Alonso Vázquez de Ávila y Arce, nombrado el 5 de junio de 1590. De todos modos, no está documentado, cómo y cuándo Cervantes se enteró del puesto de la contaduría del Nuevo Reino de Granada de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá. Al lado de ello, algunos cervantistas alegan que Cervantes, uno de los comisarios más fieles, honestos y leales de «el Prudente», no estuvo calificado para el cargo de la contaduría del Nuevo Reino de Granada. Esa no es la verdad, pues en conformidad con mi investigación la documentación legítima afirma que Cervantes tenía la experiencia laboral de más de 3 años, desde el 13 de abril de 1587, siendo comisario real de abastos de Felipe II para la provisión de la Grande y Felicísima Armada, de las Galeras de España, y de las Flotas de las Indias. Durante este tiempo, trabajaba, inter alia, para Antonio de Guevara, Proveedor General del Consejo de Hacienda y Proveedor General de las Armadas y Flotas de Indias, colaboraba con Agustín de Oviedo, Teniente de Proveedor General de las Galeras y Armadas de España, Agustín de Cetina, Contador y pagador de provisiones, Jerónimo Maldonado, Tenedor de bastimentos y municiones, y el licenciado Diego de Valdivia, alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Sevilla y Juez del Rey Nuestro Señor y de sus Reales Armadas y Fronteras. Aún, otorgaba, verbi gratia, el aprovisionamiento para los galeones de Su Majestad del cargo del Capitán General de la Carrera de Indias, Diego Flores de Valdés (1530-1595). Tampoco se pueden descartar las cartas de recomendación para el héroe de Lepanto de don Juan de Austria (1545-1578), y del III duque de Sesa (1520/21-1578) para Felipe II, así como otras cartas halagüeñas, example gratia, del Maestre de campo, Diego Enríquez de Castañeda y Manrique (1535-1601), de Tercio Viejo de Sicilia, y del Presidente del reino de Sicilia, Carlos de Aragón y Tagliavia (1530-1599), virrey de Sicilia, para que Cervantes, como capitán, levantara una nueva compañía de Infantería en España con destino a Italia, incluso la medalla conmemorativa de la «Batalla de Lepanto», grabada por el italiano Gian Federico Bonzagni (1507-1588) y decretada por el Papa Pío V (1504-1572) en 1571, y otras dos medallas conmemorativas, ordenadas por Don Juan de Austria, la primera de la «Batalla de Lepanto», y la segunda de la «Conquista de Túnez en 1574». Sin embargo, hasta ahora ningún biógrafo cervantino aclaró en qué divisiones administrativas del Nuevo Reino de Granada, Cervantes pudo ejercer el cargo de contador, que recibió Juan Beltrán de Lasarte (1556-?), de la Real Hacienda de Santafé de Bogotá, el 6 de febrero de 1592, debido a la muerte del capitán Gerónimo de Tuesta. Conviene destacar que el 30 de marzo de 1590 el doctor en leyes Antonio González (1535-1601), Gobernador General del Nuevo Reino de Granada, llegó a la Ciudad Heroica el 30 de marzo 1590 porque necesitaba a contadores para verificar los títulos de tierras otorgados por cabildos, gobernadores y audiencias, los cuales podían sanearse mediante el pago de una suma al tesoro real. En vista de ello, opino que pudo ser en Angostura de la provincia de Guayana, en Cartagena del gobierno de Cartagena, en Pamplona del gobierno de Pamplona, en Popayán del gobierno de Popayán, en Quibdó del gobierno del Chocó, en San Juan de Pasto del corregimiento de Pasto, cuyo territorio perteneció al gobierno de Popayán y de la provincia de Quito (Ecuador), en Santa Fe de Antioquia del gobierno de Antioquia, en Santafé de Bogotá del gobierno de Santafé, en Santa Marta, La Perla de América, del gobierno de Santa Marta, y en Tunja del corregimiento de Tunja. Igualmente, subrayo que el Reino de Nueva Granada fue organizado bajo la autoridad de la Real Audiencia y Cancillería Real de Santafé, el Tribunal más alto de la Corona española sobre el territorio del Nuevo Reino de Granada que tuvo la sede en Santafé de Bogotá, cuyo Presidente fue Antonio González (1535?-1601), miembro del Consejo de Indias y antes el Presidente de la Audiencia y Cancillería Real de Santiago de Guatemala o Audiencia de los Confines de Guatemala y Nicaragua, el más Alto Tribunal de la Corona española en la Capitanía General de Guatemala, denominada el Reino de Guatemala, compuesta de Belice, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador, y el Estado mexicano de Chiapas. En breve, esta división administrativa establece que Miguel no sólo pudo llegar a ser contador en un territorio colombiano, sino también en los gobiernos y corregimientos como los de Bracamoros, Caráquez, Esmeraldas, Guayaquil, Macas, Puerto Viejo, Quijos, Sumaco y la Canela y Yaguarsongo de la provincia de Quito en Ecuador y en Angostura de la provincia de Guayana, hoy Ciudad de Bolívar, capital del Estado Bolívar, al sureste de Venezuela, perteneciente a la Audiencia y Cancillería Real de Santo Domingo. En resumidas cuentas, basándome en las joyas documentales, es verosímil que Cervantes haya recibido noticias sobre dicho puesto de su gran amigo Pedro de Ludeña, gobernador de la Ciudad Amurallada (1586-1593), éste amigo del doctor en leyes Antonio González, Gobernador General del Nuevo Reino de Granada (1590-1597). «Laus in Excelsis Deo», Krzysztof Sliwa
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