“Vicente Ferrer se dejó de teologías y aplicó junto a sus colaboradores ideas practicas. Ha sido un fenómeno de la naturaleza. Supo recuperar de la desertización un estado del sub continente indio, cuya extensión supera tres veces la de España. Logrando escolarizar, dar vivienda, dar dignidad y trabajo a un millón de seres que, en semejante sistema social, jamás hubieran accedido a él por derecho propio. No cambia el que no quiere. Todo se puede alcanzar. Este ha sido su mensaje desde su nacimiento” apunta el periodista, biógrafo y amigo de Vicente Ferrer, Alberto Oliveras. Vicente Ferrer nació en Barcelona en 1920 y con 16 años es llamado a filas republicanas en la Guerra Civil, donde participó en la batalla del Ebro, aunque siempre aseguró que “nunca pego un tiro” Tras ello comienza los estudios de derecho que abandona para unirse a la Compañía de Jesús. Llega a la India a la edad de 32 años, después de haber intentado que sus superiores lo destinaran a este país. “Lo suyo era ayudar a estas gentes” Deja la orden de la Compañía de Jesús en donde según sus palabras había aprendido mucho y se marchó a construir casas y a cavar pozos antes que, “aumentar las estadísticas de bautizos” y sus palabras escandalizan.

Se casa con la periodista, inglesa Anne Perry, tiene tres hijos y es expulsado de la India, “por aquellos que no están interesados en que se mitigue la desgracia de su pueblo” En 1969 no sólo estuvo de vuelta sino que fundó junto con su mujer y un grupo de voluntarios el RTD (Rural Development Trust), el Consorcio para el Desarrollo Rural, años más tarde, en 1982, se creo una segunda asociación conocida con el nombre de Women Development Trust (WDT) en un principio una organización paralela a RTD, encargada de forma especifica del desarrollo de la mujer india, que con el paso del tiempo se ha convertido en un alma gemela de RTD, idéntica en cuanto a funcionamiento y áreas de trabajo. Lo ha dicho muchas veces y es el mensaje que actualmente siguen Anne y Moncho Ferrer, pues aunque ha fallecido Ferrer esta presente y lo estará siempre: “Nuestro objetivo es erradicar la pobreza, un proyecto que necesita largos años de trabajo y un grupo de personas que consagren su vida a él” Al llegar a Anantapur en su habitación había un rotulo premonitorio que decía: “Espera un Milagro”.

Y tuvo que soslayar los celos de castas que podían sentirse discriminados y por ello sus escuelas y sus hospitales y sus obras ecológicas están abiertas a todos. Sólo el proyecto de apadrinamiento está dirigido exclusivamente a los intocables: un español puede apadrinar a un niño a través de la Fundación Vicente Ferrer. Ese dinero sirve para alimentar, escolarizar y vestir a un niño hasta los dieciocho años. El padrino está en contacto permanente con el joven, recibe dos cartas mensuales y puede ir a visitarlo cuando quiera. Vicente Ferrer ha conseguido realizar lo que para muchos era impensable. “Es posible librar de la pobreza a estas 200 familias que viven en este pueblo. Es ahora posible, aquí. Vivian al día, trabajo para unos tres meses al año. ¿Qué comeremos mañana? No están seguros. Cuando tenían una enfermedad no podían pagar las medicinas. Los chicos no iban a la escuela, necesitaban estar libres para el trabajo, es decir, se creaba un estado de servitud total en cada una de las familias. ¿Cómo encontrar un método original, efectivo y sencillo sobre todo para dar un sólido fundamento a esta organización social? Con las cooperativas, estas asociaciones dan una protección contra la falta de trabajo, ya no dependerán enteramente de otros, se han roto las cadenas de la esclavitud con una medida económica. Incluso llegan a superar el hecho de ser intocables. Ese poder presentarse con dignidad, les da una fuerza que no la pueden alcanzar ni las leyes ni el gobierno. En este pueblo, antes los chicos no iban a la escuela. Ahora saben leer y escribir” Solía decir.

¿Qué avances ha logrado la fundación Vicente Ferrer en el caso de la mujer? Nos tenemos que dar cuenta de que en la India rural la mujer ocupa un pilar fundamental concretamente en lo económico, pero en ningún caso tiene capacidad de gestión y se la ve reducida a un ámbito domestico, en el mejor de los casos. En las aldeas se promovieron asociaciones, grupos de defensa y promoción de la mujer. Se han creado pequeños fondos de ahorro comunal, cuyo objetivo es valorar a la mujer para que esta no dependa únicamente del hombre y poder así controlar su propio destino. Cada una de estas asociaciones elige a una de sus miembros, que es formada como trabajadora sanitaria y se encarga de los asuntos sociales y económicos de la mujer. La fundación consigue este último objetivo a partir del Banco de la Mujer y el Fondo para el Desarrollo de la Mujer. Las mujeres son las verdaderas protagonistas de este cambio en la India.

“Eran las seis de la tarde y aparecía en su despacho, preguntando quienes estaban esperando por él y a que nos dedicábamos. ¿Habéis hablado con esta persona o con esta otra?” preguntaba. Entraba la hija de su secretario y enseguida hablaba con ella y miraba a todos en silencio, sin perder ni un momento de cerca de la niña subida en sus brazos. Ferrer puede presumir –aunque no le gustaban-, de una larga lista de premios. Español Universal en 1998, Creu de San Jordi, personaje destacado de la historia del siglo XX por la Unesco, Gran Cruz del Merito Civil y un largo etc que se completa con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1998. Ferrer se quedará finalmente sin el Premio Nobel de la Paz al que optó en 2004-2005, pues no se da a titulo póstumo. Aunque se está promoviendo para la Fundación Vicente Ferrer. Quizás a Vicente Ferrer ya le han dado el Nobel los millones de personas a quienes este Baba de la India ha ayudado...

“Vicente Ferrer no es nadie sino fuera por una serie de voluntarios que han estado aquí desde el principio y por mi esposa Anne un ángel de caridad” Solía decir. Fueron seis voluntarios y hoy son 1.800 trabajadores. Su primer proyecto, fue de carácter ambiental. Sistema de riego, pozos y planes de reforestación. Apadrina 135. 000 niños, 2,5 millones de personas se benefician de su labor- el distrito acoge una población de cuatro millones en 2000 pueblos. En España 150.000 personas colaboran con la Fundación Vicente Ferrer. Es el trabajo de cinco décadas. Ha construido en Anantapur 11 clínicas rurales, tres hospitales, un centro de planificación familiar, otro para enfermos de sida, una red de escuelas que garantiza todo el material escolar para los pequeños y 700 rupias – 11 euros toda una fortuna en India- para su cartilla de ahorros, universitarios becados, instalaciones para atender a 1.200 discapacitados, un fondo de desarrollo para mujeres con micro créditos, viviendas para 22.000 familias – son los propios habitantes de las 1.800 poblaciones en las que trabaja los que deciden quienes las necesitan más-, la plantación de 2,8 millones de árboles frutales.

Vicente Ferrer: La revolución Silenciosa, Alberto Oliveras (Planeta)

Vicente Ferrer: El encuentro con la Realidad (Planeta)

Un pacto de Amor: Mi vida junto a Vicente Ferrer, Anna Perry (Espasa Calpe) Nota: Este articulo ha sido escrito gracias al trabajo del periodista, Alberto Oliveras.