Estamos ante una de esas obras necesarias, para poder entender cómo se humilla a todo un pueblo, lo que no es más que la continuación de la historia leonesa, desde que la evolución de la anhistoria ayuntará a Lleón con Castiella, por medio de un infante leonés y luego rey de León y de Castilla, llamado Fernando III el Santo, en contra de los deseos y del testamento de su padre el gran rey Alfonso IX de León “el de las Cortes”. Ya en el siglo XIX Javier de Burgos tenía la desvergüenza de reducir el Reino o Corona de León a lo microscópico de las tres provincias SIEMPRE LEONESAS de León, Salamanca y Zamora; y en la Primera República los desastrosos de los representantes legionenses eran incapaces de defender la esencia y la existencia ineluctables del mal llamado Reino de León, salvo el catalán Pi i Margall que estaba a favor de los antiguos reinos. Los zopencos de los políticos de las Españas no han observado nunca la bandera del Estado español, en la que un león rampante ocupa el primer cuartel del lado izquierdo del escudo. Pero, cuando nace el Estado de las Autonomías, nuevamente el País Llionés es victimado por los políticos de un pasado democrático más que dudoso y se crea un Engendro Autonómico de Lleón y Castiella o Castilla y León, contra natura, en el que algunas provincias, como Burgos, Palencia o Valladolid, viajan en Rolls Royce y las tres leonesas en lento carro de bueyes, languideciendo casi hasta su desaparición, pérdida de habitantes, de riqueza, de cultura, donde se pisotea a la historia medieval del Reino de León, con inventos falaces hasta el desideratum, del que destaca la malhadada e inexistente Corona de Castilla. Pues, bien, en esta situación en la que los leoneses siguen defendiéndose, aparece este paradigmático volumen escrito por el doctor en ciencias políticas Carlos Javier Salgado Fuentes, cabeza visible y muy lúcida del leonesismo en la leonesa Salamanca. Estudio pormenorizado de cómo el País Leonés va perdiendo ritmo y desconectando su crecimiento económico de la parte castellana de la Comunidad Autónoma de León y Castilla. La existencia de ese dúo autonómico ya esta afogando a su pars legionense; los parámetros se pueden estudiar en este libro; aunque, por otro lado, es paradójico que a pesar de los esfuerzos castellanistas y junteros por hacer desaparecer a la parte de León, y dejarlo, reducido solo a la provincia de León, y si me apuran solo a la ciudad de León, creando estructuras vacías de contenido como la Comarca del Bierzo, que defiendo fehacientemente si se hubiese hecho correctamente, para así crear cuña en el resto de la provincia de León; todavía existen leonesistas que luchan por el País Leonés y su identidad. Aunque, por otro lado la Xunta de Lleón y Castiella no realiza comarcalizaciones en otros territorios con fuerte identidad frente a sus capitales de provincia, como verbigracia Medina del Campo, Miranda de Ebro, Carrión de los Condes, Benavente o Burgo de Osma. No obstante, como no hay mal que cien años dure, esta situación ignominiosa está consiguiendo el crecimiento del leonesismo reivindicativo de identidades, pero de tipo económico. Por ejemplo, la leonesa Zamora es expoliada en su riqueza hidroeléctrica, ya que sus pantanos están regidos desde Bilbao, y agradezcamos al profesor Gómez Moreno de que uno de ellos no sumergiera en sus aguas la preciosa iglesia visigótica de San Pedro de la Nave. En este sentido, el País Leonés tiene, ahora, menos habitantes que en el año 1900. Déficit de infraestructuras, envejecimiento number one de Europa. Índice de paro superior al que tenía antes de su unión anhistórica y acultural con Castilla la Vieja. La menor tasa de actividad del septentrión hispano. Se crean comunicaciones con Valladolid, inclusive arrasando bienes culturales de la identidad legionense, como ha sido la capital de los ástures augustanos llamada Lancia. Con la minería finiquitada, y a lo mejor esto es positivo, pero siempre que se hubiesen previsto otras alternativas, y como los órganos rectores gestionadores de las riquezas del País Leonés no están ni en Salamanca, ni en Zamora, ni en León, el futuro es muy negro. Las tres provincias leonesas ocupan el primer lugar en todo lo negativo, por ejemplo entre 1991 y 2010 doblaban el nº de incendios frente a Castilla, por la mayor despoblación del campo. El índice de dependencia estructural de los ancianos es el mayor de España, con un 43’7%. Entre 1999 y 2018 la brecha de empresas existente entre León y Castilla se ha incrementado en un 35’9% contra León. El crecimiento vegetativo leonés es el peor de las Españas. El País Leonés ocupa el 2º puesto tras Galicia en la emigración al extranjero. Las restauraciones patrimoniales hasta 2015 eran 40 en León y 120 en Castilla, para que seguir con los agravios comparativos; ya que la millonaria Fundación Villalar se encargará de crear un hipotético Paraíso Terrenal Castellano. Según el doctor Salgado Fuentes con este statu quo, el País Leonés ira hacia el empeoramiento más absoluto. Por consiguiente, magnífica obra, y más que vital para tratar de evitar que esto sea la crónica de una muerte leonesa anunciada. ¡Quomodo Vales! Puedes comprar el libro en:
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