“La esencia de la novela son las relaciones familiares. Lo primero que me vino a la cabeza cuando estaba ideando la novela fue la familia. En una charla con mi marido paseando por Frankfort, hablamos de los secretos de familia. ¡Muchas personas no saben los secretos que se guardan en su propia casa!”, comenta la escritora recién llegada de Alemania para presentar su novela, que ya va por la tercera edición, en diversas ciudades españolas. Para Rosa Ribas, “Un asunto demasiado familiar no es una novela negra al uso. Aquí no hay historias muy oscuras sino cotidianas. Es más una novela coral donde todos los personajes guardan relación. Tanto los padres con los hijos, como los nietos con los abuelos o con los tíos” y subraya “es una familia compleja y muy completa. Los lectores podrán reconocerse en algunos de los personajes protagonistas de la novela. La ubicación de la oficina de detectives fue una de las cosas a la que más vueltas le dio Rosa. “Buscaba un barrio de Barcelona que fuese muy pueblo y Sant Andreu es el que más se ajusta a eso. Figúrate que la línea 1 del Metro pasa por allí, fue la primera línea que se construyó, y sus habitantes cuando van al centro de la ciudad suelen decir: voy a Barcelona”, señala con humor la escritora del Prat de Llobregat y continua diciendo “sus habitantes tienen un perfil muy definido, un carácter que me gusta mucho y me da pie a contar una historia universal partiendo de un entorno muy local”. El humor, precisamente, es otro de los ingredientes principales de la novela. “El humor nos permite contar las peores cosas de la vida sin ofender. A veces, me doy cuenta de que se relatan hechos terribles con humor, es una válvula de escape. Cuando se dice algo con humor es como si te distanciases un poco”, analiza la escritora con mucha gracia. La casa donde se ubica la oficina de detectives es el lugar central donde se desarrolla la novela. “Es un personaje más que fue creciendo. Todo está muy apegado a la casa, de estilo indiano de comienzos del siglo pasado. Las discusiones principales suceden en la cocina mientras hacen la comida, una comida muy normal como arroz a la cubana, nada que ver con los platos que cocinan Calvalho o Montalbano”, apunta la escritora y agrega “en esas discusiones podemos ver que la más inteligente del grupo es Lola, la esposa de Mateo, éste es el más listo, pero no el más inteligente”. “Tenemos un alto grado de tolerancia a la corrupción”“Vivimos en una sociedad muy mezclada, y eso lo reflejo en la novela, donde conviven muchas culturas diferentes en armonía. Recordé una anécdota, para la novela, de mi infancia en que a un compañero de clase que era de etnia gitana el profesor le abofeteaba todos los días, por el simple hecho de serlo. En la novela, Heredia, un gitano de Sant Andreu, con su familia se dedica a vigilar las obras que se hacen en el barrio. También hacia de confidente para Hernández. En Cataluña hay mucha presencia gitana”, explica la escritora catalana que quiere hacer notar que la diversidad es enriquecedora.
Otro problemática que toca la novela es el tema de la explotación de personas. “Es la gente más vulnerable a la que más fácilmente explotan, como hacen con cierto tipo de contratos. La corrupción hacia el débil ocurre en todas partes, lo que cambia es cómo se gestiona. Es un mal en sí mismo y lo malo es que está institucionalizado. En España, tenemos un alto grado de tolerancia a la corrupción. Es una cuestión de moral social”, expresa la autora. El choque generacional es otro de los temas que pasan por las páginas de “Un asunto demasiado familiar”. “Van cambiando con los años, pero la esencia es la misma”, dice Rosa Ribas. También hay celos entre hermanos, Marc se siente, a veces, poco reconocido por su padre y en la familia iremos viendo diferentes alianzas que irán cambiando el equilibrio entre sus miembros. Rosa Ribas se siente muy contenta con el resultado de la novela. “Tenía ganas de cambiar de personajes. Cornelia –la protagonista de cuatro de sus novelas- ya no era un reto para mí. Necesitaba un cambio, nuevos desafíos. Ahora, el reto son los Hernández, creo que hay mucho que hacer con ellos. Creo que voy a hacer una trilogía aunque tengo que pensar hasta donde van a llegar los personajes. El secreto es que nunca te canses de ellos”, concluye la escritora al que el cambio de editorial le ha sentado muy bien y con Tusquets se siente muy a gusto y con ganas de seguir trabajando en esta original familia que se ha sacado de su magín literario. Puedes comprar el libro en:
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