En el coloquio, que duró una hora, se habló de la primera pasión de Saura: la fotografía. El director de cine a los largo de su carrera ha plasmado con su cámara todas sus vivencias, desde el relato de la pobreza y el frío de la España antártica a su afición final por las fotografías coloreadas e intervenidas por su mano.
En la actualidad, el director de cine se pasa todo el día haciendo fotos con su cámara digital ya que es un apasionado de esta tecnología. También dedica su tiempo al dibujo o a retocar fotos en el ordenador.
López Linares lo conoce muy bien. Ha trabajado con el cineasta como foto fija, script, meritorio... a lo largo de su carrera profesional.
De Saura comenta que es un gran coleccionista de máquinas fotográficas, tanto analógicas como digitales. Tiene alrededor de 700 cámaras de fotografía. No todas las cámaras de su colección son de buena marca como las extraordinarias Leicas. También tiene baratas sólo por el placer de coleccionarlas.
Fue en los años 80 cuando Carlos Saura empezó a llevar cámaras de fotografía y a retratar todo lo que se le ponía por delante. En ocasiones utilizaba la cámara para hacer fotos de ambiente mientras rodaba y de los set de rodaje., “A Saura le gusta fijarse en los detalles, comenta José Luis López Linares.
Conesa, afirma que distingue varias etapas fotográficas del autor. En la primera retrata a su familia. No organiza nada.. En las siguientes etapas como fotógrafo usa ya materiales como la Polaroid o manipula técnicamente la fotografía. A este trabajo lo denomina “fotosaurios.”.
Esta exposición sobre la fotografías del director de cine que se puede ver en la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes durará hasta 12 de enero de 2020.