Entre viajes
Esta mañana
pálida y silenciosa
ha salido de casa.
Tome su brazo
recordé nuestro ayer
invadió sus ojos
de un llanto frio.
Se muere nuestro amor
entre silencios
que destrozan a mi frágil
corazón.
He llorado
como un niño
perdido entre el abandono
de las estrellas.
Entre viajes
de olvidos y lágrimas
El tren de la vida
Se lleva el amor
de mi vida.
Tardes inciertas
Las últimas noches que frecuente la biblioteca vi el gris de sus ojos en la ventana. Ese misterio que presentaban esos bellos ojos solían desestabilizarme, y tiempo después supe que Matilde se había divorciado hace dos años. No quería saber nada de relaciones amorosas y sólo me convertiría en su amigo. Pero no fue así, durante una semana estuvimos haciendo el amor y aprendí amarla. Solía decirme que me olvidara de ella, y sólo pensara que era placer. Nunca quise aceptarlo sólo hasta este mediodía, que se ha ido a París. Comprendí que nuestras tardes eran inciertas como su vida misma, y quizás la mía.
Luces en la ciudad
La semana pasada habíamos estado en discusiones permanentes y decidimos que nuestra historia no iba más. Me dolía tener que aceptar que lo nuestro no funcionaba, pero quizás lo que más laceraba mi corazón era su indiferencia. Esta mañana, se ha ido de casa llevándose todos los capítulos de nuestra vida en su fría maleta. Intente detenerla pero no quiso escuchar mis suplicas y se fue, cargando mis sueños que eran ella misma.
He llorado como un niño sin consuelo y las luces en la ciudad han anunciado que mi vida se fragmenta en recuerdos del pasado, y el presente sombrío, que acaba con mi alma fría.
Se ha ido
Pálida y fría
Ha salido de mi vida
La rosa que pintaba
Mis frágiles mejillas
Se ha ido,
El amor de mi vida.