“En mi anterior novela trabajé mucho la ciudad, era una novela muy urbana. Ahora, quería dedicar una novela al campo, concretamente a la montaña. Además, tenía en mente utilizar un personaje principal femenino, Álex Serra, que nunca lo había hecho. Se lee poco sobre heroínas. A mí, me gusta empatizar con una mujer protagonista”, señala el escritor valenciano en el incómodo auditorio de la Casa del Libro de la Gran Vía madrileña.

Por su forma de entender la literatura le da igual que el protagonista principal sea hombre o mujer. “Lo que me importa es que la obra sea buena. Lo que me gusta es que se desarrolle bien a los protagonistas, para ello un escritor tiene que tener mucha empatía”, subraya Jordi Llobregat y añade “la creación de los personajes tienen mucho que ver con la observación”.

Cuando Jordi Llobregat se enfrenta a la escritura lo da todo, “si te enfrentas a un proyecto tienes que pensar a lo grande porque luego las circunstancias te lo rebajarán. Por eso, si hablo de una estación de esquí ésta tiene que ser la más importante del Pirineo. Siempre hay que hacerlo así para que sea lo más interesante posible”, elucubra el escritor valenciano.

Sin embargo, su intención al escribir su segunda novela “era que fuese más sencilla, aunque siempre suelo montar un buen puzle literario y las escenas las desarrollo como si fuesen escenas independientes de la novela”. Por ello, “suelo trabajar con muchos esquemas, aunque al final termino tirando muchas páginas a la basura. He llegado a reescribir una escena hasta 14 veces, hasta que ha quedado súper bien y, al final, la he tirado a la basura”, subraya divertido.

“El tono y el ritmo es fundamental en una novela”

Para Jordi Llobregat, “el tono y el ritmo en una novela es fundamental y, por supuesto, la estructura. He buscado que haya más ritmo en "No hay luz bajo la nieve", los capítulos no suelen superar las 1.500 palabras, la mitad de lo que tenían "El secreto de Vesalio". He buscado premeditadamente la velocidad, aunque lo he tenido que trabajar mucho para que el lector no se pierda.

Siempre hay que tener en cuenta que la historia tiene que ser verosímil y que provoque sensaciones al lector

“Mi intención al escribir el libro es involucrar totalmente al lector, para que la historia la haga suya. Los libros sólo se hacen realidad cuando son leídos”, expresa con rotundidad el autor. De ahí, que no le guste describir a los protagonistas. “Cada cual tiene que imaginarse a los protagonistas como le gusten. Normalmente, no solemos coincidir los lectores y yo. Nos los imaginamos de formas diferentes”, comenta el autor.

Jordi Llobregat dirige desde hace tiempo uno de los festivales de novela negra más importantes de la península Valencia Negra. “Para mí, es un engorro si estoy escribiendo. Siempre voy estresado, creo que los pasa lo mismo a Lorenzo Silva o a Carlos Zanón, se nos notan las ojeras con tanta organización”, refiere con sentido del humor.

En su opinión, “en mi novela hay varios géneros, no se debe decir que es una novela negra porque hay terror y algo de novela histórica. Sólo me interesan las buenas historias y que funcionen bien. Lo que siempre hay que tener en cuenta es que la historia tiene que ser verosímil y que provoque sensaciones al lector. Éste tiene que disfrutar con la lectura”, concluye Llobregat con una sensación de haber cumplido con su deber: hacer disfrutar.

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