Familiares, amigos y lectores de Enriqueta Antolín, casada con el también escritor Andrés Berlanga, le dieron el último adiós el pasado miércoles, 27 de noviembre, en el Tanatorio 'La Paz' de la capital madrileña (Autovía a Colmenar Viejo, km. 20).
El editor de Menoscuarto, José Ángel Zapatero, destaca la gran pérdida que supone la muerte de Kety (como la conocían sus íntimos), a quien definió como «una mujer independiente, culta, cercana... con una envidiable trayectoria profesional que, en cierta medida, preludió la de muchas mujeres que hoy se dedican al mundo de la cultura»
Enriqueta Antolín, que había publicado el pasado año en este sello editorial su última novela (Qué escribes, Pamela), poseía una de las voces narrativas más personales del panorama literario español de las últimas décadas, reconocida por su valía en la capacidad de penetrar en la psicología femenina y en desentrañar la maraña de la memoria.
Tras pasar su primera infancia en Palencia y residir unos años decisivos en Toledo, actualmente vivía en Madrid, si bien mantenía sus vínculos con su ciudad natal, donde acudió a presentar su última novela hace ahora un año, en la Fundación Díaz-Caneja, tras haberla presentado en Madrid y Guadalajara, entre otras ciudades.
Autora de la trilogía La gata con alas (1992) ?Premio Tigre Juan?, Regiones devastadas (1995) y Mujer de aire (1997), así como de otras dos novelas Caminar de noche (2001) y Final feliz (2005), Enriqueta Antolín publicó además el libro de relatos Cuentos con Rita (2003), un singular libro de conversaciones con el escritor y académico Francisco Ayala (Ayala sin olvidos, 1998) y tres novelas para jóvenes: Kris y el verano del piano (1997), Kris y su panda ¡en la selva! (1998) y Kris y los misterios de la vida (1999).
El profesor y prestigioso crítico José-Carlos Mainer valoraba en su última novela, Qué escribes, Pamela, su «prosa espontánea y efectiva, que va creando el dibujo de una trama familiar en un libro difícil de soltar, con un título precioso y revelador». Por su parte, la poeta y narradora Yolanda Izard subrayó en el suplemento literario de El Norte de Castilla (La sombra del ciprés) «la maravillosa sutileza, de una elegancia aguda, sin ambages» de esta obra. También el crítico Juan Ángel Juristo subrayó en ABC Cultural la «sutileza» y la «excelencia» con la que Enriqueta Antolín abordó esta novela.
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