Largas colas, bolsas llenas de libros y un río constante de visitantes han sido los grandes protagonistas del primer sábado de la Feria del Libro de Madrid, que ha ofrecido una jornada llena de actividades y propuestas variadas. Desde primera hora de la mañana, las casetas que acogían a autores y autoras, sobre todo juveniles, como
Megan Maxwell, Harriet Muncaster (autora de la serie de libros de Isadora Moon) o
Blue Jeans, presentaban una imagen común: una larga fila de lectores y lectoras, libro en mano, esperando su firma. Otros autores con distinto tipo de público, como
David Jiménez,
Elvira Lindo,
Ian Gibson,
Mario Vaquerizo,
Jan,
Paco Roca o
Domingo Villar, tampoco han dejado de plasmar su firma en la primera página de sus obras más recientes.
Desde el
Pabellón Infantil, que ha acogido diversos talleres como uno de lectojuegos, organizado por la República Dominicana —país invitado de la 78ª Feria del Libro de Madrid—, o los de Art Fabrik dedicados a retratar a mujeres extraordinarias, hasta el
Pabellón Muévete con Acciona, que ha vivido la segunda jornada de la Lit Con Madrid, las actividades han disfrutado de una afluencia notable y constante. El
Pabellón Bankia de Actividades Culturales también ha recibido a una gran afluencia de personas y ha contado durante todo el día con presentaciones de libros como el de
Aproximación del Jesús histórico, de Antonio Piñero, o la conferencia: ‘Pedro Henríquez Ureña: la búsqueda de la diferencia’, a cargo de Andrés L. Mateo. Asimismo, también han comenzado los paseos literarios por El Retiro, que organiza la
Asociación de Amigos de Jardines del Buen Retiro, quienes además han informado por la mañana sobre sus acciones en la Carpa Multiusos de la Feria.
Durante el paseo por la Feria, los visitantes han podido acercarse hasta el
Pabellón Institucional de la Comunidad de Madrid para disfrutar de la exposición de Fernando Vicente, o hasta la
Biblioteca Eugenio Trías donde han podido conocer mejor la historia de ‘10 escritores de la Segunda República’, organizada por la Fundación Largo Caballero. Muchos han buscado la sombra de los pabellones y los bares situados en el Paseo de Coches para mitigar el efecto de la alta temperatura alcanzada en El Retiro.
Marta Sanz: “Escribir es encarnizarse y la lectura una acción extremadamente física que puede culminar en el clímax orgásmico del placer del texto”
“Paseo por la Feria y, aunque no quiera leer, voy leyendo. Leo en el cuerpo encogido de aquella adolescente un temor a ser vista, un temor a mostrarse, detrás del que se me vienen a la cabeza imágenes de una película de terror. Leo una felicidad, ante lo que está por venir, en la prisa y el rostro sonriente de una mujer que avanza disparada hacia uno de los extremos de la Feria. Leo el cansancio de los días que se irán acumulando en las ojeras de un librero y la avidez por el orden en las puntas de los dedos de una librera. En el gesto del muchacho de la caseta X —un gesto echado hacia delante—, adivino la amabilidad de quien busca la conversación. Incluso la venta que es también un objetivo legítimo y deseable. En la sequedad de las comisuras de los labios de mi amiga, detecto la urgente necesidad de una cerveza fría. O dos ."Estas han sido las primeras palabras del Micro de la Feria de esta edición, protagonizadas por la escritora Marta Sanz, quien en su lectura ha mostrado su amor a la lectura y a la Feria del Libro de Madrid.
La autora de obras como
Farándula (Anagrama, 2013),
Clavícula (Anagrama, 2015),
Monstruas y centauras (Colección nuevos Cuadernos Anagrama, 2018), entre otras muchas, ha continuado con un discurso en el que ha dejado reflejados los sentimientos que la Feria despiertan en ella: “La gestualidad, antojos y señales son un precioso texto de lectura. Cada interpretación estará marcada por los calambres, cicatrices y eclosiones pendientes de mi propio cuerpo, pero también por todas esas historias o estampas que hemos aprendido a leer por debajo de lo obvio. Leo
Una rubia imponente de Dorothy Parker y, por detrás del retrato de una cabeza atolondrada, unas medias con carreras, una barra de carmín y una botella de licor, descubro la contractura de estar condenada a ser una mujer medio hermosa y casi pobre. Veo la soledad y el peso de los que no obligan a ser sin que nos demos cuenta. Experimento compasión. Leo los libros por debajo de su telilla profiláctica, su cobertor, y me mancho y me sumerjo. El lenguaje perfila los contornos de una realidad que quizá, hoy más que nunca, pasa vertiginosamente a mi lado. Necesito una sustancia que frene la velocidad de la luz, la superposición de las fantasmagorías, una sustancia que congele los desapercibidos fotogramas y me permita captarlos, fijarme en ellos, hacerlos míos. Escribir es encarnizarse y la lectura una acción extremadamente física que puede culminar en el clímax orgásmico del placer del texto”.
Para acabar ha indicado que "después de leer un libro, veo mejor: rostros, manos, cicatrices, ojeras, puntas de los dedos. Leo para entender los cuerpos de quienes me rodean y, en un gesto reflectante y mágico, toco los contornos de los libros como un cuerpo turgente o roto o bien perfumado. Yo leo para vivir y, por eso, inevitablemente, también vivo para leer”.
Presentación del proyecto 'Las mamás belgas'
Vera, Golda y Rachela Luftig y Lya Berger son algunos de los nombres de las conocidas como ‘mamás belgas’ un grupo de mujeres de Europa del Este que lucharon en las décadas de los 30 y los 40 contra los regímenes de Hitler y de Franco. Su historia se ha conocido esta mañana en la Feria del Libro de Madrid con la presentación en el Pabellón Bankia de Actividades Culturales del proyecto ‘Las mamás belgas’ que incluye un documental, que se ha proyectado, y un libro.
La presentación ha contado con la presencia de
Sven Tuytens, autor del proyecto, y de la periodista
Ana Pardo de Vera, directora de Público.es, quien ha resaltado en su intervención la importancia de dejar constancia de “historias pequeñas, lejos de los grandes discursos de cifras, que despojan de personalidad los acontecimientos que se vivieron”.
'Las mamás belgas' narra la historia de 21 mujeres de origen judío e ideología comunista, que salieron de Amberes con el propósito de luchar contra el fascismo. Así aterrizaron en España para formar parte de las Brigadas Internacionales. Las voluntarias, a las que no dejaron participar en el frente, trabajaron como enfermeras, atendiendo heridos de guerra en el Hospital Militar Republicano de Onteniente.
“Todo comenzó con una foto perdida en Bruselas que dio pie a una investigación con la que rodé un documental. Pensaba que iba a tener una vida corta, como suele ser normal con este tipo de cintas, pero a raíz de las proyecciones que hicimos en España y Bélgica, surgió más material: cartas, fotos, historias... Ahí decidí escribir el libro. Salió primero en Bélgica, en neerlandés en 2017 y ahora, dos años después, lo publicamos ahora en España”, ha comentado el autor, resaltando la buena acogida que está teniendo desde su publicación en castellano.
“Me parecía necesario dar a conocer esta historia tan interesante, la de toda una generación. No solo vinieron belgas, sino que hubo muchas mujeres de todo el mundo que viajaron hasta España para luchar contra el fascismo”. Tuytens, que ha explicado que su documental se usa como material didáctico en muchas escuelas para hablar de memoria histórica y lucha feminista, ha indicado que este proyecto tiene una visión también actual. “Hoy en día, en Europa, es muy importante contar estos testimonios cuando estamos viviendo un auge de la extrema derecha, una extrema derecha antifeminista, antimujeres. Muchas son conscientes, tanto en España como en Europa, que ellas forman esa primera línea de contención ante esa barbaridad que está llegando a todos los países. En los años 30, 'las mamás belgas' y otras muchas mujeres fueron pioneras y hay que reconocerlo”.
Un fin de semana de Lit Con Madrid
La Lit Con Madrid es una de las grandes protagonistas del primer fin de semana de la Feria del Libro, con lleno total en todas las actividades que han preparado, quedándose incluso público fuera de los espacios en los que se está celebrando. Desde ayer viernes y hasta mañana domingo han desarrollado un programa muy heterogéneo que, según ha expresado
Esther G. Recuero, miembro de la organización de la Lit Con Madrid, quiere reivindicar que el público joven “no solo lee determinadas novelas etiquetadas como juveniles, sino que nos interesamos por todos los géneros”.
Tras unas primeras charlas en la tarde del viernes, este evento que reúne a lectores y lectoras y escritores y escritoras de toda España ha comenzado a las 11:20 con un encuentro con
booktubers, en el que han participado
Lucio Barcenilla (el
geek Furioso de la literatura),
David Lakeme y
Sara Cantador (Nube de palabras). A lo largo de la jornada se han sucedido más charlas en las que el público joven ha reflexionado acerca de la comedia en la literatura, del cómic o de la fantasía. “Además de las charlas, se han programado talleres para aprender tanto a escribir como para saber cómo publicar”, ha explicado Recuero.
Uno de los momentos más esperados de la cita ha llegado al mediodía con la celebración de una
Gymkhana Literaria en la que los participantes han tenido que recorrer el parque para encontrarse con algunos autores clásicos como
Francisco de Quevedo,
Santa Teresa de Jesús,
Benito Pérez Galdós,
H.P. Lovecraft,
Emily Brontë,
Virgina Woolf,
Julio Verne y
George Sand. Estos han sido transportados hasta la actualidad para intentar acabar con sus obras. Bajo la premisa de ayudarles a recordar lo que han olvidado, los distintos grupos han tenido que superar diversas pruebas para conseguir que su legado literario permanezca.
La Lit Con Madrid continúa el domingo en jornada de mañana con una charla a las 11:00 sobre cómo escribir suspense y con otra a las 12:15 sobre literatura erótica. Para finalizar habrá esgrima y un sorteo de despedida a las 14:15.