La presente antología va precedida de un certero prólogo de Rosa M. Rodríguez Magda que analiza a conciencia el lugar que ocupa este escritor dentro de su generación y también nos ofrece los motivos personales por los que ha querido publicar parte de su obra en aragonés y qué es sobre todo lo que ha querido abordar en ella.
Lo que más nos llamará la atención, dese mi punto de vista y como bien nos apunta la conocida filósofa Rosa María Rodríguez Magda, es cómo ha sabido el autor conjugar en sus versos a la perfección actualidad y tradición. De hecho, Laínez nos habla en algunos poemas de conversaciones telefónicas, idas o venidas en coche, comunidades de vecinos, encuentros en cafeterías con amigos o semáforos que cambian de color, hechos cotidianos y palabras actuales que son un reflejo de nuestra sociedad y de nuestra cultura, pero lo hace siempre sin dejar nunca de lado, sino todo lo contrario, la tradición y de situarse, por tanto, por méritos propios dentro de la alta literatura.
Otro aspecto importante que nos sorprenderá por su extremada riqueza y variedad es la medida que adoptan los versos. Y es que igual tenemos poemas breves parecidos a los haikus como el de la página 42: “De un horizonte sin mares / la primavera de aquellos días / y el gusano nacido de la almendra” que de pronto nos encontramos ante versos más extensos o incluso prosa poética como bien nos muestra el siguiente fragmento de la página 54: “Saber que todo el juego es rémora de aburrimiento. Ensayar el himno de los días y cerrar las ventanas del otoño”.
A continuación comparto algunas estrofas de MOLESTIAS, poema que podréis encontrar en la página 68 y que escenifica muy bien lo que acabo de comentar: “Por eso, perdonad / que os moleste / ahora, / pero / he oído / por la radio / que este año / el invierno / será largo / y frío, / que en las playas / habrá dunas/ y erizos / muertos, /que una vieja / se suicidó / en la cocina. / Molestias / y molestias / en este día / gris / como / la vida”. Y lo volvemos a ver claramente en la estrofa final de ENTREACTO en la página 70: “Cena fría y pelea entre vecinos. / Después… la noche que nos cae encima, / un poema y al silencio del cuarto: / como si el día no lo hubiésemos vivido”.
Recapitulando, una antología que sin duda nos ayudará a comprender mejor la obra de Laínez. Y en la que podremos leer poemas sobre todo actuales y urbanos, la mayoría de veces de versos bastante extensos que se convierten en una especie de carta, cuaderno o diario íntimo de los días de su autor, pero también de los nuestros trasladándonos sentimientos como la desgana, el dolor, el desamor, el desengaño o la angustia existencial.
Y aventurándome un poco me parece que el autor ha decidido titular a su antología "Algún día", aparte de porque es el título de unos de sus poemarios y también de uno de los poemas que allí figuran, porque alude a que quizás algún día todo será un poco distinto y encontrará la felicidad o al menos estará más cerca de hacerlo, ya que como todos sabemos la felicidad absoluta no existe.
De hecho, al final del libro hallaremos una nota final firmada por el poeta, de la que transcrito solo unas pocas líneas que quizá corroboran lo anterior: “De haber compartido con ella mis días y mis noches, no habrían existido, estoy seguro, ni el dolor ni la soledad que empapan todos estos versos”.
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