"El bosque de los Urogallos", publicado por primera vez en 1962, reúne doce cuentos en los que Rigoni relata historias de caza, apuntes naturalistas y pequeños sucesos cotidianos en el entorno de su pueblo natal en los Alpes Italianos, Asiago, en donde todavía están muy presentes los ecos de la Segunda Guerra Mundial. Con cada uno de estos cuentos, Rigoni muestra que «sentía como suyo ese vínculo de los escritores rusos con el paisaje, con el discurrir de las estaciones, con los campos y con su gente».
A través de una escritura sencilla y natural, y una narrativa donde se mezclan la franqueza y la crudeza, Rigoni describe con gran autenticidad numerosos lances de caza, donde los
protagonistas pueden ser los propios cazadores, las piezas a cobrar o incluso los perros mestizos que los aldeanos han utilizado durante décadas para cazar. Relata con absoluta sencillez la traumática vuelta al hogar de un soldado tras años de guerra y cautiverio o cuenta la eterna historia del emigrante que marcha siendo joven buscando trabajo y regresa muchos años después a un hogar que ya no es el suyo.
VOLCANO Libros publica El bosque de los urogallos por primera vez en castellano, con una minuciosa traducción de Regina López Muñoz y con un prólogo de lujo a cargo de Paolo Cognetti, uno de los más destacados escritores italianos de literatura de naturaleza de la actualidad. Cognetti realiza un recorrido por la vida y obra de Rigoni de quien asegura que descubrió cómo escribir sobre el bosque con una «lengua clara y desnuda… una lengua precisa en que cada árbol y cada animal tienen su nombre, una lengua que nombra todas las cosas y, en última instancia, la lengua de los naturalistas, pero también de los poetas». En cuanto al Bosque de los urogallos, Cognetti reconoce que es el primer ejemplo de nature writing en italiano. «Pero a Mario no le gustaba el término naturaleza, prefería la palabra bosque y el adjetivo de bosque, que es silvestre».
El propio Cognetti recupera una carta que Primo Levi envió a Rigoni tiempo antes de comenzar una larga amistad entre ambos, en la que le expresaba su gratitud por haber escrito El bosque de los urogallos, asegurando que llenaba un vacío en la literatura italiana «tan pobre en experiencias de vida y olores de la naturaleza», y en la que afirmaba rotundo «Estoy convencido de que así se debe escribir, es el modo más serio y honrado y, bien mirado, en cierto sentido también el más fácil: el que más entrega, el que traslada más cosas con menos palabras, y por lo tanto también el más poético».
MARIO RIGONI STERN
Nació en 1921 en Asiago, en los Alpes italianos, y murió en la misma localidad en 2008. A los diecisiete años se alistó en la Escuela Militar Alpina de Aosta, y combatió en Francia, Grecia y en el frente ruso. Prisionero en 1944 en un campo de concentración alemán, Rigoni comenzó a escribir sus experiencias como soldado. En 1953 se publicó su primera obra, El sargento en la nieve, relato autobiográfico de sus recuerdos en Rusia, y en 1962 El bosque de los urogallos, a las que siguieron otras obras, casi siempre ligadas a sus experiencias como soldado en la Segunda Guerra Mundial.
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