Este libreto contiene un prólogo esclarecedor de Ricardo Virtanen y unas ilustraciones que son como breves pinceladas, muy delicadas y más que sugerentes, de Javier de la Rosa.
Con Haikus completos como bien su título reza asistimos a una recopilación de todos los haikus escritos por Luis Alberto de Cuenca que hasta ahora estaban dispersos en sus diferentes poemarios y que ahora aparecen reunidos en esta edición, en la que el autor ha añadido, además, algún haiku inédito y algunos haikus encadenados.
El nexo indiscutible que los une a todos es la alta calidad poética que comparten porque, en todo lo demás, podemos apreciar visibles diferencias.
Como la de que son varios los temas tratados, de hecho, tenemos algunos al estilo tradicional, con imágenes concisas de la naturaleza y, plenamente, imbuidos del espíritu oriental como pueden ser los siguientes: “Noche de estrellas / Se oye el cri-cri de un grillo / mientras te duermes”. O también sería el caso de: “Qué larga espera. / Pero acaba volviendo / la primavera”.
En otros reconoceremos fácilmente la formación clásica del autor, dado que es licenciado y doctor en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid. Es el caso, por ejemplo, de ULISES: “Atado al mástil. / Las garras afiladas / de las Sirenas”.
Y en otros asistimos a una mezcla de erotismo y humor, unos rasgos muy característicos en la poesía de Luis Alberto de Cuenca. Se ve casi a simple vista en CONTIGO que transcribo a continuación: “Viajar a Marte / o al cuarto de la plancha. / Pero contigo”.
Y también encontraremos otros de temática más bien filosófica o existencial como EL HÉROE: “Vivió. Murió / Supo ser nadie y todos / al mismo tiempo”.
En general, podemos decir sin temor a equivocarnos que lúdicamente este poeta vitalista ha ejercido toda la libertad de la que ha sido capaz y ha utilizado y mezclado diversos recursos como pueden ser en la forma el recurrir a veces a la rima asonante, y, en el contenido, utilizar rasgos como el desenfado, el humor, lo erótico, lo urbano, lo cotidiano, lo clásico o incluso lo misterioso cuando nos dice en uno de ellos: “No se ve a nadie / En el monte vacío / no se ve a nadie”. O “Bajo tus alas / hay un bosque profundo / que no conoces”.
Lo cierto es que nosotros sí conocemos la poesía de Luis Alberto de Cuenca y que nos encanta. Y que toda ella demuestra que por algo obtuvo en 1989 el Premio Nacional de Traducción por su versión del anónimo Cantar del Valtario (S. X) y en 2015 recibió el Premio Nacional de Poesía por su Cuaderno de vacaciones (Visor). Y que, por supuesto, recomendamos este libro.
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