“La niña en llamas” es una novela sobre la amistad de dos mujeres que comienza en la guardería de su pueblo Royston, una pequeña población de Massachusetts. Mientras Julia Robertson está arropada por su familia y consigue irse de la ciudad a la universidad, Cassie Burnes vive sola con su madre, con una relación conflictiva, y su futuro no es muy halagüeño. La novela es una especie de mujer rica, mujer pobre o chica buena, chica mala; que pese a compartir un mismo origen, los destinos se encauzan por caminos muy distintos.
“La novela cuenta la historia de esas dos niñas, como van creciendo y van cambiando sus vidas. Es una introspección de cómo evolucionan los adolescentes hoy en día. Yo tengo una hija adolescente y escribí la novela para comprenderla”, dice la escritora americana y añade “cuando terminé la novela se la enseñé a mi hija y se rió de los diálogos de las chicas -mamá ahora no se habla así, me dijo-. Sin embargo, le gustó la parte psicológica de ellas. Para mí, fue como una vuelta a mis recuerdos de adolescencia”.
Claire Messud quiso escribir este libro por muchas razones. “Quería saber por qué nos comportamos como lo hacemos. Las mujeres suelen recibir una educación diferente a los varones. Hay mucha vergüenza y mucho miedo en nuestra educación”, expone la autora. También quiso hacer una novela breve que se leyera de una sola sentada y “si puede ser que se convierta en un mito”.
Julia es la narradora de la historia. “Prefiero utilizar la primera persona porque si la hubiese escrito en tercera persona, Julia no llegaría a todos los acontecimientos. Así, puede llegar a lo que vivió y a lo que no, lo rellena o se lo inventa. Vivimos siempre en la ficción. Cuando era joven viví en diferentes lugares, Australia, Canadá. Cuando nos fuimos de allí, seguí manteniendo por carta la amistad con tres amigas, una de ellas falleció y nunca supe realmente lo que la sucedió, pero la imaginación no tiene fronteras y rellena lo que no puede recordar la memoria porque nadie conoce toda la historia o toda la verdad”, asegura Claire Messud durante nuestra conversación.
“Como se es en la adolescencia afecta a lo que se es de adulto”
“Hay muchos factores que influyen en la formación de una persona, no sólo la educación académica, también la familia es esencial para marcar diferencias. En el caso de Cassie, el nuevo emparejamiento de su madre, la marca bastante”, cuenta la escritora americana. En ocasiones, cómo se es físicamente marca muchísimo. Cassie es rubia, dulce, pero rebelde. Mientras Julia es morena y de facciones duras, aunque cautelosa y obediente. Ambas tienen unas expectativas diferentes, aunque ambas soñaban de jóvenes, ser estrellas del pop.
Julia tenía más sentido de la realidad y Cassie era más soñadora. La amistad termina cuando ambas toman caminos distintos y Julia abandona la ciudad. “El carácter de una persona se forja en la adolescencia; entre los 11 y los 15 años uno se empieza a dar cuenta de lo que realmente se va a ser como persona y que vamos a hacer con nuestra vida ”, elucubra la autora de “La niña en llamas”.
Para Claire Messud, “la suerte es un factor esencial en la formación de una persona. Si tienes más o menos familia, si tienes más o menos posibilidades económicas; estos son factores que pueden decantar la vida de uno de una u otra manera”, está claro que está autora si ha tenido suerte en todas y cada una de las novelas que ha escrito. “Siempre he pretendido que cada novela fuese diferente a las otras”, concluye la autora estadounidense. Las iremos leyendo en su nueva editorial.
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