Hermanos de sangre robó el protagonismo a Rushdie y Coetzee en el Festival de Literatura de Berlín celebrado hace un mes y se ha convertido en una de las revelaciones de Frankfurt.
Publicada por primera vez en 1932, fue quemada y prohibida por los nazis a su llegada al poder y cayó en el olvido hasta que una pequeña editorial alemana (Metrolit) decidió recuperarla el pasado agosto.
Desde entonces se ha convertido en una revelación en Alemania, con críticas entusiastas: «como un golpe de kárate: duro, directo pero veraz», Spiegel; «un descubrimiento fascinante», Literarische Welt.
La obra es un retrato auténtico de la supervivencia en los bajos fondos del Berlín de entreguerras. Hermanos de sangre describe el difícil día a día de una cuadrilla de fugitivos adolescentes y delincuentes juveniles, que luchan para mantener su propio código moral frente a las guerrillas entre bandas, la prostitución y la miseria creciente, justo antes de la llegada de Hitler al poder. Sorprende especialmente que, tratándose de un libro de ese periodo, la política y el nazismo no ocupen un plano destacado.
Del autor no se sabe prácticamente nada: Ernst Haffner fue un periodista y trabajador social que publicó la novela en 1932. El archivo de su primer editor, Bruno Cassirer, fue destruido durante los bombardeos de Hamburgo en 1943 y a pesar de los esfuerzos de la editorial actual por localizar al autor o a sus herederos, incluso a través de anuncios en prensa, sigue siendo "el libro más misterioso del año".
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