“Periplo alfabético de un fumador de pipa”, de Ignacio V. Moliní

Narrador, articulista y poeta, Moliní es autor de títulos como la sorprendente “Historia de Almonaster”, “La embajada roja en Lisboa” (novela que ha sido traducida al portugués), el poemario “En los pliegues del olvido” o la compilación de artículos en prensa digital “La mirada tranquila”. Asimismo, junto al escritor Jaime-Axel Ruiz de Baudrihaye y tras el heterónimo Rui Vaz de Cunha, es coautor de “Elogio de Bruselas” y “Lisboas”, dos libros de “recuerdos geográficos”, y de “Una mirada al siglo XX: Los memorables de Vázquez Díaz”, retratos literarios elaborados a partir de las obras del célebre pintor onubense.

“Periplo alfabético de un fumador de pipa”, apareció en 2004 publicado en una cuidada pero muy reducida “edición para uso privado”, como la describiría el poeta José Mascaraque, destinada a un público minoritario. Hoy casi una rareza bibliográfica. De este modo, la obra ha permanecido inédita para el público lector hasta que Alud Editorial tomó la decisión de apostar por editarla como creo que merece.

“Periplo alfabético de un fumador de pipa” es un peculiar libro de viajes. Aunque en este caso no es aportar mucho, si tenemos en cuenta que para Ignacio V. Moliní casi todos los libros, por lo menos los narrativos, son libros de viajes o nos hablan de viajes. Un libro que además tiene carácter autobiográfico. En este “Periplo alfabético” hallamos a un relator de sucedidos y peripecias vividas en primera persona. Aquí el protagonista es el propio autor y su entorno más inmediato, su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo,…. Es Ignacio V. Moliní en estado puro, sin prestidigitación de ningún tipo.

En sus páginas, el autor nos informa de las experiencias acumuladas en diversos viajes que le llevaron, desde finales de la década de los ochenta y en los noventa, a diferentes lugares del extranjero y algunos sitios de España, donde trató con personajes conocidos y extraños. “Periplo” es además una excusa para dar rienda suelta al comentario crítico, el humor y la ironía sobre las situaciones más diversas que se le presentan a cada paso.

En “Periplo” vamos a encontrarnos con veintinueve narraciones breves sobre otras tantas ciudades o localidades reales y una ciudad imaginaria, Faronípolis. Algunos episodios son en verdad reveladores porque evocan momentos y situaciones que nos aportan claves para comprender aspectos del mundo en que vivimos. Ahí están los capítulos dedicados a Arles, La Habana, Innsbruck, Johannesburgo, Nicosia, Tinduf, Utrecht, Valeta, Washington, York,... Es posible que algunas cuestiones que trata Moliní puedan parecer simples anécdotas pero, más bien por el contrario, son crónicas que retratan “alfabéticamente” una época, con socarronería, agudeza de ingenio y honestidad.

De esta forma, pasearemos por Dublín, la ciudad donde el autor se estrenó en “los placeres de la pipa”; por el castigado Beirut, donde las casas, “talladas en esa hermosa piedra de tonos anaranjados, han perdido puertas y ventanas”, donde “miles de familias se ha refugiado en los otrora lujosos apartamentos” huyendo de lo que acontecía en aquellos días en el sur de El Líbano”; o por Kioto, donde en un bar el autor deberá preparar “unas sopas de ajo” para saciar la curiosidad local sobre este plato que tendrá “un éxito increíble” entre los comensales japoneses, a pesar de tener que improvisar ciertos ingredientes.

Moliní nos conducirá también a la ya citada Faronípolis, lugar apócrifo creado para rememorar al personaje de ficción Faroni, creado por el escritor Luis Landero en la novela “Juegos de la edad tardía”. Otros sitios más reales a donde nos acercan las páginas de este libro son, por ejemplo, el hermoso pueblo de Sidi Bou Said situado a orillas del Mediterráneo, donde pueden degustarse los famosos “bamballone, síntesis inimaginable de churro y buñuelo de viento”. También a la emblemática ciudad iraní de Qum a la que todavía hoy se sigue entrando “por la misma puerta por la que llegaron, hace más de doce siglos, los seguidores del Profeta”. En fin, un placer recorrer mundo con este cordial y experimentado viajero que es Moliní.

Detrás de “Periplo” llegaron otras obras ya citadas del autor. Por ello, parece necesario comentar como en este libro vemos por vez primera al Vázquez Moliní narrador, configurando a través de un hilo conductor que ensambla veintinueve aventuras, por decir así, un corpus narrativo homogéneo en torno a dos pilares: el viaje y el refinado vicio de fumar en pipa.

En efecto, el nexo que une a todos los episodios es un hábito que requiere destreza y pericia: fumar en pipa. Una costumbre admitida sin recelos e incluso contemplada con cierto encanto hasta hace unos cuantos años y en la actualidad casi defenestrada o percibida como algo maléfico e incorrecto. Así cambian las cosas, pues hubo un tiempo en el que no pocos pensadores, creadores o artistas solían ir siempre pegados a una pipa: Einstein, Arthur Miller, Bertrand Russell, Hemingway, Freud, Van Gogh, Cabrera Infante, Greta Garbo, Newton, Faulkner, Bach, Picasso, Casals, Margarita Landi, Joyce, Sartre, Kipling,… la lista sería muy larga.

En las páginas finales del libro se puede consultar un índice de los tabacos y marcas de pipa utilizados por el autor a lo largo de estos viajes. No digo más. Aunque desde estas líneas debo recomendarles vivamente que no fumen, sí creo que este libro de Ignacio V. Moliní les resultará atractivo, entretenido, ilustrativo e incluso les arrancará más de una sonrisa.

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