La portada de su nuevo libro es una llamada de atención al clásico de Hitchcock “Los pájaros”. En esta ocasión, deja la costa amalfitana para irse a una isla perdida en el Mar del Norte donde la mayoría de sus habitantes abandonan sus hogares para irse a tierras más benignas. Con ese panorama, teje una historia con varias tramas donde el misterio crece según se va desarrollando la narración.
“Cuando terminé de escribir El extraño verano de Tom Harvey, que discurre en un escenario paradisiaco, al sur de Italia, tenía ganas de cambiar un buen verano por un buen invierno – o malo, pienso yo-. Quería volver a los escenarios oscuros y solitarios del norte. Me apetecía dar un cambio. Un escritor debe desafiarse a sí mismo y yo que soy una persona inquieta me gustan muchos los cambios y los desafíos, y esté era un cambio brusco”, explica Mikel Santiago nada más comenzar la entrevista que mantuvimos en la sede de su editorial.
Su novela se desarrolla en un escenario primario y solitario donde se aísla a una pequeña comunidad y se les somete, tanto a los personajes como a los lectores a un truco de magia, la aparición de una caja militar con un código de acceso que nadie conoce. “La historia la venía masticando desde mi primera novela, cuando vivía en Irlanda guarde un recorte de prensa sobre una isla llamada Tori Island que las tormentas invernales solían aislarla de vez en cuando”, recuerda el escritor de Portugalete.
“Esa historia me dio pie para escribir este thriller psicológico, llegué a escribir muchas más páginas que las definitivas, tuve que hacer una buena labor de poda. Esta novela la escribe Stephen King y se va a más de mil páginas”, señala con humor. Cuando se imaginó la trama, en su opinión, no estaba preparado para escribirla. “Voy ganando con el tiempo en oficio y ahora sí me sentía preparado. Me siento más profesional y me bloqueo menos al escribir. Lo más bonito de escribir es cuando ocurre la magia de que la historia empieza a funcionar sola”, apunta Mikel Santiago que se hizo una carrera como músico rockero y que ahora parece abandonada. “Disfruto escribiendo, quiero hacer carrera y que publiquen mis obras”.
La esfera social que trata el libro es un lugar humilde con una economía muy dura con una comunidad machacada. “Al describirlo, me imaginaba una música muy parecida a la que Angelo Badalamenti compuso para Twin Peaks. He buscado que fuese muy sensorial”, observa el autor.
“El lector tiene que patinar sobre el texto”
A Mikel Santiago le gusta que “el lector patine sobre su texto, que se deslice con la trama”, para ello ha utilizado dos voces en paralelo. “En primera persona habla el militar Dave que llega a la isla con la caja y en tercera se cuenta la historia de Carmen, una madrileña con un pasado atroz que llega a la isla para trabajar en un hotel. Y aunque parezca una víctima propiciatoria, Carmen es una mujer fuerte y resistente con una gran capacidad para sobrevivir. Me impresiona la fortaleza que tienen las mujeres”, expone.
La caja que llega a la isla es todo un Macguffin, pero también significa “todo lo malo que aparece en nuestras vidas, es como un tumor que cuando se manifiesta cambia todas nuestras vidas. Es un catalizador, un acelerador de anhelos”, expresa Mikel con pasión. Dave, encargado de destruirla, no lo hace y eso implica que se genere más violencia en los intentos por ver los posibles secretos que guarda.
Me gusta no dar tregua al lector
Mikel Santiago ha pretendido “escribir una novela muy rápida. La acción discurre en tan solo cinco días, es un gran ejercicio de economía que ataca el diseño más minimalista. No doy tregua al lector, así creo que consigo una novela mucho más efectiva. Se que ha sido una apuesta arriesgada, sobre todo cuando trato algunas cuestiones de ciencia-ficción porque este género no vende en España al contrario que ocurre en otros países europeos”, concreta. Sus novelas han sido traducidas y publicadas en casi todos los países de la Europa occidental.
En la novela hay varios guiños a Twin Peaks y a Hitchcock, como hemos señalado anteriormente, y también a Stephen King y El resplandor, guiños que no descubrimos y que el lector deberá encontrar por sí mismo, un inteligente recurso del autor de Portugalete, residente en Bilbao.
Para terminar, anuncia en exclusiva un par de novedades. “Quizá la próxima novela discurra en España o Tom Harvey vuelva a salir, lo veo sobrado para una secuela al estilo Poirot”, nos sugiere enigmático, controlando bien los tiempos y dejándonos en suspense. Lo que sí está claro es que “La isla de las últimas voces” se le ha metido muy dentro de él. “Creo que los lectores compran mis novelas por el estilo por encima de la temática”, concluye Mikel Santiago tras una charla interesantísima y amena donde ha desplegado toda su pasión por la literatura.
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