Un refugio para Clara es una historia escrita desde la oscuridad ya que es una novela que trata del dolor, el cual es siempre oscuro. Pero también nos muestra cómo podemos ver la luz que hay al otro lado de ese dolor. Y de este modo se ha conseguido estructurar una historia de amor que surge a partir de dos vidas, -la de Clara (una mujer con una hija parapléjica que ha salido de un matrimonio fallido, pero que la sigue marcando con fuerza) y la de Éric (un hombre sordo que vive en el más completo aislamiento)-, que están atravesando circunstancias traumáticas.
Por otro lado, Un refugio para Clara es un libro que intenta romper los tabúes de la discapacidad. No se centra exclusivamente en describir la discapacidad, sino que nos muestra cómo dicha discapacidad hace que se perciba la realidad de una forma completamente diferente. En este caso, la discapacidad en la que se centra fundamentalmente es la sordera, la cual era bastante desconocida para Marta Estrada y ha tenido que documentarse para saber cómo perciben los sordos la realidad.
Pero, ¿cómo surgió la historia? Siempre que Marta tiene una idea para una novela, la empieza a escribir (aunque no siempre termina todas). Cuando era más joven, ella creó al personaje de Éric, aunque éste, el primer Éric, era bastante diferente al que aparece en Un refugio para Clara. Cuando decidió retomarlo, lo incluyó en una historia de amor que, en sus inicios, le pareció vacía hasta que dio un poco más de profundidad a los personajes, aportándoles una importante carga sentimental y emocional. Y fueron estos personajes los que poco a poco fueron tirando de su creadora hasta dar lugar a esta novela.
De este modo, la profundidad con la que Marta dotó a sus personajes nos ha permitido a los lectores estar dentro de sus sentimientos y no limitarse únicamente a la superficie. Así, aunque la novela no sea del todo intimista, los sentimientos de los personajes nos permiten avanzar desde niveles más superficiales que nos impedirían tener una visión más completa del libro. Y tal ha sido la carga sentimental que la autora ha vertido en esta novela, que al finalizarla se ha sentido un poco huérfana.
Y todos estos personajes, según la autora, han nacido de ella. Todos tienen algo suyo, pero ella no se identifica de modo absoluto con los personajes, sino con ciertos momentos y determinadas formas que tienen de enfrentarse a las diversas situaciones.
Uno de los personajes favoritos de Marta Estrada es el personaje de Linuc, el perro señal de Éric. La idea de crear este personaje surgió de un informativo infantil de la televisión catalana que incluía un reportaje acerca de los perros de asistencia de los sordos, de gran importancia para ellos pero mucho menos conocidos que los perros guía de los invidentes. Además, la información acerca de estos animales se corresponde totalmente con la realidad porque los correos electrónicos informativos que aparecen en la novela son los mismos correos electrónicos que le envió la autora a una de las asociaciones que trabajan con estos perros; están transcritos tal cual, sin modificar una sola coma.
Finalmente, hay que comentar que Marta Estrada está trabajando ya en un nuevo proyecto, en el cual está barajando diferentes ideas y que dependerá de cómo funcione esta novela. Entre estas ideas se encuentran una novela paralela a ésta que convierta a los personajes secundarios en principales o una novela con un protagonista ciego.
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