Al recibir el Premio Alfaguara de Novela 2013, que ganó con su obra La invención del amor, el escritor y ensayista defendió que la ficción sirve no solo en la literatura, sino también en la realidad, en todas las cosas que acompañan a las personas en su vida.
"Enamorarse es una ficción, lo inventamos, proyectamos deseos y fantasías, nos inventamos a nosotros, para seducir a la otra persona y hacernos más atractivos e interesantes", explicó en la ceremonia en los Jardines de Cecilio Rodríguez del Parque del Retiro de Madrid el día que se inauguraba la 72 Feria del Libro de Madrid.
En el evento indicó que la invención también está en la sociedad, en la vida política, como se refleja en su novela, que narra una historia de amor en el actual contexto de crisis económica y desgaste social en la capital española. "Parece que hoy nuestros responsables no saben inventar, y que lo mejor que nos puede pasar es que no nos pase nada, que si las cosas cambian son para peor y que es mejor no moverse y no nos toque nada nuevo", explicó.
Considera que la esperanza ante ello está en los movimientos sociales que salen a la calle a querer cambiar las cosas, "pero eso es también ficción porque no las van a cambiar, se lo imaginan, pero ponerle entusiasmo es querer reinventar la realidad".
El escritor refirió que es ese impulso el que quiere cambiar palabras como democracia, mientras en las relaciones ocurre con la palabra amor: "están desgastadas y cuando las dice se desconfía".
"La ficción dentro de la literatura puede ser un juego inteligente o forma de conocimiento, y en la buena literatura son las dos cosas a la vez", expresó. "Se inventa una realidad para ponerla en contacto con la nuestra, para sentir lo que somos, la realidad que nos rodea. Nos devuelve a nosotros mismos, a la empatía, la emoción, la comprensión, la inteligencia y el juicio, todo lo que nos hace actuar", dijo.
Aclaró que "no es ingenuidad" y reconoció que su novela "no va a cambiar el mundo", pero ensanchar la inteligencia de los lectores y su percepción de la realidad es una parcela que permite al autor sentirse contento y más que premiado.
El ganador del Premio Alfaguara de Novela 2013 estuvo acompañado del escritor español Manuel Rivas, quien recordó lo difícil para la elección de la obra ganadora, a la que definió como "una obra vanguardista porque parte de la sequía, del vacío de esperanza, del desgaste de ilusiones", sin embargo el escritor gallego estuvo bastante poco afortunado al intentar justificar lo injustificable.
"Consigue hablar del amor y pasiones, que tengamos la sensación de que pasa algo nuevo, y es cuando se produce una resistencia", describió. El escritor gallego Manuel Rivas comentó que la obra de Ovejero deja claro en sus líneas que "una de las cosas más hermosas del amor es la infelicidad que produce, porque te hace sentir quién eres o quién quieres ser".
Al acto acudieron diversas personalidades y un nutrido grupo de escritores y amigos de José Ovejero. Entre los amigos cabe destacar Manuel Vicent, Julio Llamazares, Luis Mateo Díaz, Rosa Montero, Juan Eduardo Zúñiga, Luisgé Martín, Miguel Ángel Hernández, Leopoldo Brizuela, Jorge Díaz o Pedro Sorela. También numerosos actores y actrices se pasearon por el salón donde se realizó el evento.
El premio fue entregado por el presidente de Editorial Santillana, Ignacio Santillana, y en el acto participó también el delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Corral.
El Premio Alfaguara, fallado en marzo pasado, está dotado de 175.000 dólares, una escultura de Martín Chirinos, y la publicación de la obra, que se lanzó simultáneamente en España y América Latina.
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