Así que estamos de doble enhorabuena; por dos motivos, por un lado, porque tenemos una selección, realizada por el propio poeta, de los poemas que ha considerado más relevantes a lo largo de dos décadas de su trayectoria poética; y, por otra, porque asistimos, como decía antes, a una nueva etapa de la editorial Olélibros, caracterizada por el lanzamiento de tres nuevas colecciones, la de Vuelta de Tuerca, dedicada a las antologías de poetas destacados, algo que casi ya prácticamente había desaparecido del panorama editorial hispánico y que afortunadamente ahora volveremos a ver. Y otras dos colecciones como son Nigredo, que apuesta por la obra inédita de poetas que considera necesarios en cualquier biblioteca e Imaginal: que es una combinación de obras de arte, cuadros en particular y poesía.
Volviendo ahora a "El sueño de la funambulista", que es libro que nos ocupa, encontraremos en él poemas que van desde el estilo de los Novísimos (como el del poema la “Estatua de Marco Aurelio” perteneciente a uno de sus primeros poemarios La Estrategia de 1977) al estilo de la Poesía de la Diferencia, corriente de la que el mismo Bellveser fue fundador junto a otros poetas, que no se reconocían en las estéticas neo románticas y neo sociales que defendía la poesía de la Experiencia, puesto que querían gozar de más libertad.
Y en estos momentos podríamos decir que el estilo de Ricardo Bellveser, como muestra también esta antología, ha ido evolucionando hasta lograr cada vez un sello más personal, y que esto lo podemos ver reflejado sobre todo en los últimos poemas que ha escrito, pertenecientes a Primavera de la Noche, que podríamos definir como poesía de la verdad desnuda o del resplandor trascendente. No en vano, el autor va ganando en años pero también lo va haciendo al mismo tiempo en buen hacer poético, dado que sus versos se tornan cada día más nítidos al ir profundizando cada vez más en los misterios de la vida y de la muerte, y con ello nos hace sin duda reflexionar, y para muestra véanse, si no, los siguientes versos extraídos del poema “Final Anancástico”:
FINAL ANANCÁSTICO
Un inteligente amigo me dice
que soy un tipo anancástico.
Quizá sí. Tal vez un poco.
A ello se debe mi propensión
a ciertos tipos de melancolía,
que no son sino el disfraz del gozo
que por hábito enviste a la tristeza,
la alegre desdicha, la añoranza
en la que hallo razones para recordar
a los amigos cuando nos sentimos lejos,
y a cuantos quiero, emocionado,
con la naturalidad con la que quiere
la hiedra al muro, la hoja al aire,
el musgo del río al canto rodado.
Para finalizar, simplemente, añadiré que la presente antología consta de 192 páginas y que llega al lector en una muy cuidada edición, que incluye un prólogo del propio Bellveser (que nos ofrece algunas razones del porqué o los porqués de esta antología). Y que consta también de una carátula realizada por Nacho Murillo, que es un pintor con propuestas llamativas y arriesgadas como ésta, así que todo el libro es un goce, nunca mejor dicho, para los sentidos. Y su lectura una estupenda elección para cualquier época del año, incluida, por supuesto, el verano.
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