Se trata del sindicalista que acusó a Lenin de la falta de libertad de su pueblo, de su autoritarismo, del hambre en las calles rusas, del concepto de Revolución y su contraposición a la dictadura del proletariado.
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"Setenta días en Rusia. Lo que yo vi", es un texto publicado originalmente en 1924, en el que se narra el viaje emprendido a Moscú, en 1920, para presentar la adhesión de la CNT a la Internacional Comunista, donde conocería a Lenin, Trotsky o Grigory Zinoviev.
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Ángel Pestaña, no obstante, encarnaba esa raza de desengañados del bolchevismo como el húngaro Arthur Koestler, de igual modo que manifestaba una repulsa a la tiranía leninista que se empareja con la de Rosa Luxemburgo, quien también quiso hermanar humanidad y revolución.
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\nPese a todo, este relojero de profesión, produjo una honda impresión en los dirigentes bolcheviques, sobre todo en Lenin, que vieron en él a un obrero inteligente y austero, dotado de un profundo don de observación y de un indomable espíritu crítico.
Setenta días en Rusia. Lo que yo vi, es un libro capital para acercarnos al ideario anarquista y a la evolución de la izquierda antes de la Guerra Civil.
Este libro muestra la incisiva inteligencia de un hombre hecho a sí mismo que reflexiona sobre lo vivido en el corazón de la Revolución rusa; el análisis del español que se entrevistó con Einstein, Kropotkin, Víctor Serge e incluso con José Antonio Primo de Rivera, y que dedicó su vida -y le costó su muerte- a un inquebrantable sentimiento sindicalista y anarquista.
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\nEn definitiva, "Setenta días en Rusia. Lo que yo vi", es un libro capital para acercarnos al ideario anarquista y a la evolución de la izquierda antes de la Guerra Civil.
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Ángel Pestaña desde su primer trabajo en las minas con 11 años, abordó distintos oficios: estibador en Marsella, fabricante de alpargatas en Argel o relojero.
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\nAl inicio de la Primera Guerra Mundial decidió emigrar a Barcelona y evitar ser enrolado en las tropas coloniales francesas. Allí, se afilió al sindicato de la metalurgia, y pronto participó en los mítines de propaganda organizados por el Comité Regional (CR) de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y colaboró asiduamente en la prensa cenetista.
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\nEn 1917 fue nombrado director de Solidaridad Obrera y participó en la alianza CNT-UGT, que declaró una huelga revolucionaria en protesta contra el encarecimiento de las subsistencias.
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\nEn 1920 viajó a Rusia para asistir a las sesiones del Segundo Congreso de la Internacional Comunista, donde trató personalmente a Lenin, Trotsky y Zinoviev. Al inicio de la guerra civil, se trasladó a Madrid.
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\nFue partidario, como tantos otros, de renunciar “a todo” en aras de ganar la guerra al fascismo. Su salud, muy precaria desde el atentado de 1922, se fue deteriorando.
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\nFalleció en Barcelona el 11 de diciembre de 1937, mientras su hijo continuaba luchando en el frente. Poco antes de su muerte había reingresado en la CNT.
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\nDejó escritas, entre otras, las obras: Lo que aprendí en la vida,Terrorismo en Barcelona y Setenta días en Rusia. Lo que yo vi,Setenta días en Rusia. Lo que yo pienso, Consideraciones y juicios acerca de la III Internacional, Por qué se constituyó el Partido Sindicalista.
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