Cuando el escritor barcelonés comenzó a escribir la trilogía sobre Amelia, no sabía que llegaría tan lejos en el mundo literario. Además, cree que “con este trabajo hay un antes y un después familiar y personal. Se podría decir que este universo creado me ha unido a mi propia familia”, afirma el escritor en la entrevista que mantuvimos en la biblioteca de un conocido hotel madrileño.
Empezó con estos protagonistas en su novela “Una madre”, publicada en 2014 y que lleva ya trece ediciones”, continuó con “Un perro” en 2016 y concluye la trilogía con “Un amor”, que se ha hecho merecedora del premio Nadal de Novela. “Escribo sobre el amor porque yo no sé lo que es el amor. Si supiese lo que es, no tendría que escribir sobre él”, dice Alejandro Palomas en un tono intimista y muy peculiar y agrega “al final, se sale de todo gracias al amor”. Desde luego, en su vida parece que no le falta el amor, al menos el que le ha dado su madre.
Pero si en la novela hay amor, hasta en el título, también hay mucho humor. A Alejandro Palomas le encantan los títulos breves, concisos y rotundos. Algo que ha cogido de la gran Carmen Laforet a la que dedicó su premio Nadal de este año. “Su libro Nada me parece de lo mejor que se ha escrito en este país, por eso, la dedique el premio y a Carmen Kurtz. De Carmen a Carmen, mis lecturas favoritas”, apunta con humor el escritor catalán. Y, por supuesto, también le gusta el humor. “En esta novela hay mucho humor. Yo trabajo desde el sentido del humor, luego voy añadiendo ingredientes a la novela como la trama, la empatía de los protagonista, etc.”, cuenta pormenorizadamente.
Cree que la literatura de humor en España está infravalorada. “Hacer humor es muy complicado. Yo te puedo hacer llorar en dos segundos, pero hacer reír es otra cosa. Sólo Mendoza, en la actualidad, está bien considerado. Habría que volver a los tiempos de Jardiel Poncela o a los años cuarenta o cincuenta para ver la relevancia que tenía la literatura de humor en nuestro país, sin embargo, países como Inglaterra o Francia lo han entendido mucho mejor que nosotros”, analiza el autor.
Cree que sus novelas están escritas desde una liviandad de atmósferas sosegadas y de música tranquila. “Yo veo las novelas de la trilogía como si fueran unas muñecas rusas, que tienen los mismos personajes pero según vamos abriendo las muñecas vamos encontrando cosas nuevas de su pasado y de sus comportamientos”, analiza el autor de novelas como “Un hijo” y “Una madre”. Escritor de título cortos, “mis título son como si lanzara una bengala al cosmos”, expresa.
La trilogía, construye el “mundo Palomas”. En un arranque de sinceridad, el escritor confiesa que “no escribo novelas, escribo mundos”. ¡Acabáramos! De ahí su sensibilidad en las descripciones, en la intimidad de un mundo característico que ha conseguido, a fuer de escribir buena literatura, recrear un mundo, su propio mundo; como antes los hicieron grandes escritores que están en la mente de todos. “Para escribir de esa familia necesito tiempo. No he tenido suficiente con una novela, he necesitado más porque mis personajes literarios crecen conmigo y necesito saber más de ellos y gracias a ellos he conseguido comprender cosas de mi pasado”, detalla con precisión y añade “escribir es bucear en uno mismo, siempre es muy autoreferente”.
“Escribir es un acto de generosidad”
Para el ganador del Premio Nadal, “escribir es un acto de generosidad. Ya que yo escribo para compartir y lo hago siempre con generosidad. Escribo para que me quieran mis lectores y, también, porque tengo historias que contar. Ya tengo cincuenta años y no tengo tiempo que perder”, expone con claridad el escritor barcelonés y continua diciendo “creo que mi escritura es sencilla, pero no hay que confundir la sencillez con la simpleza”.
En “Un amor” hay muchos silencios y mucha verborrea como en todas las familias. Cree que gracias a escribir sobre la familia ha conseguido entender mucho mejor a la suya. “Antes éramos una familia, ahora somos un equipo”, afirma con convencimiento. También le ha ayudado a comprender más a su madre. “Entre la madre y la mujer me quedo con la mujer”, asevera y agrega “después de escribir las novelas hay un antes y un después familiar”.
Gracias a escribir sobre la familia ha conseguido entender mucho mejor a la suya
Su nueva novela, incorpora personajes que bien podrían ser protagonistas en sus nuevas novelas. “La trilogía la doy por concluida pero hay personajes como Silvia u Oksana que necesitan tener más vida. Me gustaría probar con ellas como protagonistas”, anticipa Alejandro Palomas.
Para finalizar, quiere agradecer el papel que están haciendo en la actualidad los libreros. “Han tenido una época en que estaban un poco arrinconados pero a mí me parecen gente maravillosa con la que tengo un vínculo muy personal. Hay libreros que no recomiendan libros, los recetan”, concluye el escritor del momento.
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