“Cada día se hace más necesario el diálogo y la empatía para solucionar los nuevos problemas que se producen en el contexto educativo”, apunta la autora y coordinadora del libro “Gestión positiva de conflictos y mediación en contextos educativos” nada más empezar nuestra entrevista en el despacho donde ha realizado cientos de mediaciones. “Con el libro he pretendido hacer un manual no académico, eminentemente práctico, y bien fundamentado que recoja las bases esenciales que se deben aplicar a este tipo de dinámicas. Es el fruto de los cursos que suelo impartir normalmente”, expone la experta en mediación.
Como profesora su bagaje es amplísimo, con una una experiencia de más de 20 años en las aulas. Además, de Magisterio, se ha formado en Pedagogía, mediación de conflictos y es doctora en Psicología. Gracias a toda esa experiencia ha aprendido a aplicar sus conocimientos basándose en un binomio que repite a sus alumnos constantemente como un mantra en sus clases: a la universidad a aprender y a las aulas a aplicar lo aprendido. “El reto es aprender a enseñar”, afirma tajante. Algo que muchos profesores obvian.
Para la autora de “Gestión positiva de conflictos y mediación en contextos educativos”, “nuestro entorno cultural y las aulas están instaladas en la violencia. Es un problema estructural. Quien diga que es algo aislado se equivoca. Las aulas es un reflejo de lo que pasa en las calles”, evalúa con destreza esta profesora que mantiene que nuestro sistema educativo mantiene mucho autoritarismo de épocas pretéritas.
“Aunque se ha intentado solucionar muchas cuestiones del pasado, es muy difícil dar autoridad al profesorado por decreto-ley. La autoridad de los profesores se tiene que ganar con el binomio de empatía-firmeza. Hay que marcar los límites claramente sino las leyes se queda en el papel, no se desarrollan, se quedan en intentos de buena voluntad que no van más allá”, explica la experta en mediación escolar.
Cree que ha habido intentos por parte del ministerio de Educación cuando se ha promovido el trabajo en equipo pero que se han quedado en el papel. “Nunca he conocido una ley de educación que recoja lo positivo de una ley anterior. Hay que recoger las fortalezas de las leyes e ir hacia un consenso duradero de la educación”, subraya de manera convincente. En su opinión, “cuando a los niños y a los jóvenes se les da oportunidades para expresarse, como en las asambleas de clases, lo hacen mejor que los profesionales”, asevera. Algo que dice muy poco del nivel de preparación de nuestros políticos.
Mari Luz Sánchez García-Arista es de la opinión de que “se puede mediar hasta en un conflicto político, aunque reconozco que es muy difícil porque suelen tener narrativas muy polarizadas, sesgadas y carentes de flexibilidad, y más cuando este problema no se ha atendido en muchos años. Aun así, el diálogo es posible siempre y cuando haya voluntad por ambas partes. El diálogo es una cuestión de dos”.
Muchos de los problemas que tiene nuestra polarizada y dividida sociedad parten de la forma en que se educa y forma a los niños. “La mediación educativa es fundamental para cambiar la forma de educar en los colegios y, por ende, a la sociedad. Hay que diseñar un modelo contextualizado que establezca un servicio de mediación en todos los colegios. Este servicio debe tener en cada centro una escuela de familia, un plan de convivencia y ha de promover un trabajo real en equipo”, expone paso a paso la experta.
“Se busca el pensamiento único”
Las leyes de educación que se han ido promulgando desde el comienzo de la democracia, se han ido derogando según ha cambiado el partido en el poder. Cómo en la Justicia, los gobiernos y supuestos expertos “no han consultado a los profesionales. No se ha involucrado a los verdaderos expertos, lo que ha hecho que gran parte del profesorado esté quemado y harto de tanto cambio sin sentido”, sostiene con lucidez Mari Luz durante nuestra charla.
"Gran parte del profesorado esté quemado y harto de tanto cambio sin sentido"
En la actualidad, con el predominio de las redes sociales, “las personas nos comunicamos de manera diferente y, no sólo eso, se está cambiando la forma de relacionarse. No se tiene en cuenta los factores personales, ¡vamos! Ni si quiera se tiene en cuenta a las personas que, si queremos que sean realmente eficaces, hay que tenerlas contentas. Como demuestra el proceder de algunas empresas pioneras e innovadoras. Los grupos son más eficaces cuando el líder es más colaborativo”, razona la autora.
Para Mari Luz Sánchez García-Arista es fundamental en la formación de los jóvenes programas de animación lectora. “El lenguaje y la madurez van de la mano. Si queremos que nuestros jóvenes no sean fácilmente manipulables y que sean personas con criterio tenemos que conseguir que lean sino formaremos a analfabetos funcionales. Leer trae madurez de pensamiento”, concluye la escritora castellana con muchos años de experiencia y con un pensamiento para sí quisiesen la mayoría de nuestros legisladores.
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